Far Cry 6 le dio la bienvenida a su expansión titulada Pagan: Control, ubicado en el segundo lugar de tres anexos programados para unirse al juego base con el pase de temporada. Este DLC está enfocado en el villano de Far Cry 4 y sigue la línea de ofrecer una experiencia roguelite complementaria a la historia original.
El objetivo es simple: escapar de la mente de Pagan. Esta premisa puede cumplirse una vez que el jugador consiga la famosa “máscara dorada”, la cual se arma con tres piezas (o memorias) distribuidas en el mapa. Para obtenerlas, será necesario superar tres misiones principales. No obstante y, respetando la dinámica roguelite, resolver los encargos secundarios será crucial para mejorar el equipamiento y las habilidades pasivas.
Este DLC -al igual que su predecesor Vaas: Insanity- te invita a recorrer un mapa abierto. En esta ocasión todo se ambientará en la zona de Kyrat y para los seguidores de la saga se verán múltiples guiños a Far Cry 4.
Pagan: Control cuenta con un guión extraordinario y una dirección de arte excepcional, definitivamente lo mejor de este juego es la forma en la que Ubisoft decidió contar más detalles acerca de sus antagonistas más famosos. No solo con un background de su historia personal que suma a la trama, sino también al conducir al jugador poniéndolo en los ojos y la mente retorcida de este individuo desde una perspectiva profunda.
La jugabilidad tiene cosas positivas y negativas muy visibles típicas del género. Por un lado, el gameplay resulta poderosamente atractivo gracias a su dinámica arcade, donde morir es solo parte del proceso. Hay varios puntos donde se puede guardar el progreso obtenido en la run. Todo excepto el avance de las misiones, cuya penalización en caso de caer ante enemigos significa un reinicio del nivel. Todo aquello que se haya reservado en las safe-houses puede canjearse en el espejo y la armería, los cuales tienen la función de vendedores de mejoras permanentes y armamento respectivamente.
Por otro lado, hay una barra que mide el nivel de mentalidad de Pagan. En total son cinco las etapas que se van llenando de una forma bastante lenta, no apto para ansiosos, y limitan la facilidad a la hora de abatir a los rivales, independientemente de la configuración de tu equipamiento.
Completar el juego lleva unas siete u ocho horas aproximadamente, aunque hay algunos desafíos de armas que permiten estirar la experiencia unas cuatro o cinco adicionales. Para quienes hayan jugado Far Cry 4 todo será un lujo, ya que se puede dar un cierre al desarrollo del personaje de Pagan. Sin embargo, para nuevos jugadores sí se evidencia una falta de introducción que puede ocasionar que se pierda el hilo de la historia.
Gráficamente, Pagan: Control respeta los lineamientos de Far Cry 6 y ambienta a la perfección la nueva isla de su repertorio, que marca la diferencia de las visitadas anteriormente. Si bien no se destaca a nivel musicalización, sí volvemos a aplaudir de pie a Troy Baker, quien toma las riendas del doblaje del protagonista y lo digitaliza con una majestuosidad que ya resulta normal en su trabajo.
La saga Far Cry ha tenido varias idas y vueltas, ha sido protagonista de lanzamientos que rompieron la taquilla gamer y otros que se guardaron en el cajón. La sexta entrega de Ubisoft quedó en el medio de estos dos polos y se demostró que el pase de temporada es un complemento dedicado a los veteranos de la franquicia y todos aquellos que busquen una experiencia de acción hollywoodense con actores conocidos.
SEGUIR LEYENDO: