PUBG Mobile ganó un juicio millonario contra usuarios acusados de crear y distribuir trampas en el juego

Las empresas responsables por Call of Duty Warzone y PUBG Mobile fueron a la Justicia para frenar la venta de aimbots y todo el paradigma de hacks para juegos FPS online

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FILE PHOTO: A boy plays
FILE PHOTO: A boy plays Tencent Holdings' PUBG videogame on his mobile phone at a cafe in New Delhi, India, September 3, 2020. REUTERS/Adnan Abidi/File Photo

No es una buena temporada para los cheaters. Con la expansión de la escena de los esports y el crecimiento de la comunidad global de los videojuegos, las empresas responsables de Call of Duty: Warzone y PUBG Mobile tienen que refinarse contra empresas que explotan sus sistemas y venden “trucos” a los jugadores para asistirlos durante las partidas.

Desde el uso de aimbots (que perfeccionan la puntería para lugares específicos del hitbox enemigo) hasta wall-hacking (un método que permite ver a través de las colisiones de los objetos sólidos), tanto Activision como Tencent encontraron que la proliferación de hackers afectó gravemente a la masa de usuarios que deseaban disfrutar de sus FPS sin trampa.

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22/02/2021 PUBG Mobile POLITICA INVESTIGACIÓN Y TECNOLOGÍA UPTODOWN

El caso testigo: Tencent Games y Krafton Inc ganan su demanda contra los distribuidores de hacks en PUBG Mobile

Como era de esperarse, el crecimiento de la popularidad de PUBG Mobile lo hizo objeto de interés para las empresas de ventas de cheats. La gigante compañía china Tencent y el colectivo de estudios de desarrollo de juegos indie Krafton Inc, se apresuraron a demandar bajo el estatuto de los tribunales federales de Estados Unidos y Alemania a una agrupación de hackers dedicado a la venta de “trucos ilegales”.

“Millones de jugadores alrededor del mundo disfrutan PUBG MOBILE y aseguraremos un nivel de juego para todos. Desafortunadamente, las acciones de estos grupos de hackers demeritan la legitimidad del juego. Estos Juicios mandan un claro mensaje de que no vamos a tolerar trampas en PUBG MOBILE de Tencent Games”, declaró en un comunicado de prensa Rick Li, Productor de PUBG MOBILE, Tencent Games.

Ambas cortes fallaron a favor de las compañías y promovieron una multa de 10 millones de dólares por daños y prejuicios. Además, el fallo ordena a la agrupación a cesar inmediatamente todas las actividades relacionadas a la venta de trampas en videojuegos y que provean detalles de cómo aprovecharon el software de PUBG Mobile y otros afectados.

Esta sentencia es un avance histórico en la jurisprudencia en la seguridad de juegos online: no solo pudo identificarse a las agrupaciones que vendían modificaciones para promover la competencia desleal entre jugadores, sino que ahora deberán ayudar a fortalecer la estructura de los videojuegos que afectaron.

“La diversión y la equidad son los cimientos de la experiencia de PUBG MOBILE y no se tolerarán las trampas de ningún tipo. Por ello, seguiremos haciendo valer nuestros derechos de propiedad intelectual con una determinación inquebrantable contra cualquiera que pretenda desestimarlos o hacer un mal uso de ellos”, remarcó Minu Lee, Jefe de Gestión de Producto de PUBGM en KRAFTON, Inc

¿Qué fue lo que hizo Activison?

La desarrolladora Raven Software (división responsable de CoD:Warzone) decidió implementar el “Ricochet anti-cheat system”, un software que actúa al nivel kernel (el núcleo de todos los sistemas operativos que decide el orden de ejecución de las actividades básicas del hardware) que analiza el comportamiento sospechoso de los usuarios y reúne a los hackers en una misma partida. Así, quienes quieren disfrutar su tiempo explotando cheats, puede hacerlo en una partida dedicada.

Con este tipo de sistemas, Warzone logró bannear alrededor de 500.000 cuentas que utilizaban estos parámetros. Pero mucho no duró: las mismas empresas que venden este tipo de aplicaciones descubrieron rápidamente cómo saltar el sistema, lo que hizo de Raven Software la broma de varios hackers maliciosos.

Activision dijo basta en el momento que inició una demanda legal en California contra uno de los sitios que vendían “truquitos” llamado Engine Owning, bajo los cargos de “tráfico de dispositivos de circunvención, interferencia con relaciones contractuales y competencia desleal”.

Engine Owning, un estudio alemán que vendía cheats para juegos online como Call of Duty, Halo Infinite y Battlefield 5, fue aparentemente identificado como uno de los mayoritariamente responsables del uso de cheats en el 2021.

Este escándalo legal se sumó a la lista de juicios a los que se está enfrentando Activision Blizzard luego de ser demandado por el estado de California por promover y perpetuar una cultura laboral de abuso de poder, violencia y discriminación de género.

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