A pesar de que Moncage se lanzó en PC hace pocas semanas, el mejor lugar para experimentar el juego de ingenio de Optillusions sigue siendo en dispositivos móviles. La experiencia de ingenio a través de la perspectiva encontró nuevo público en noviembre y entusiasma mucho pensar en lo próximo que pueda venir del estudio.
Explicar las mecánicas de Moncage es fácil y el juego lo hace en un tutorial muy pequeño. Los jugadores van a encontrarse con un cubo que tiene cinco caras visibles. Cada cara es una ventana a un escenario diferente de la historia que el título cuenta y el objetivo es hacer avanzar la narrativa conectando dos o tres de estos escenarios a través de un objeto en común. La gran mayoría de las veces no se trata del mismo objeto, sino de dos elementos visualmente iguales que, al conectarlos, desencadenan una acción.
Al principio las conexiones son obvias, pero a medida que se avanza, los acertijos se van complejizando cada vez más. Al resolver ciertos puzles en particular, se renueva una de las caras del cubo para darle la bienvenida a un nuevo escenario con nuevos objetos. Esto puede resultar un poco abrumador ya que se trata de escenarios completamente diferentes, que van desde un puerto a un circo, pasando por la habitación de un niño a una ciudad destrozada por la guerra y muchos más. Además, llegando al final también se pone en juego el tiempo y otros elementos que mantienen la experiencia siempre desafiante.
Aunque es fácil explicar las mecánicas y el juego no dura más que unas horas, sus distintos acertijos no son tan simples de descifrar y pueden ser responsables de momentos de frustración. Por suerte, el título cuenta con diferentes sistemas de pistas para ayudar a sus jugadores. En mobile, al tocar la pantalla con dos dedos se resaltan los objetos importantes de cada cara del cubo, para saber exactamente cuáles hay que conectar para avanzar. Lamentablemente, en muchas ocasiones esa información es insuficiente, pero Moncage cuenta con otro sistema de pistas extra. Hay tres pistas diferentes por cada etapa de la narrativa, pero también existe la posibilidad de ver un pequeño video con la solución, en caso de que ya nada tenga sentido.
Moncage podría ser todavía más frustrante, pero su apartado visual lo convierte en una experiencia que es siempre amena. No solo hay escenarios muy diversos y coloridos –construidos en Unity- sino que cada uno parece un mundo aparte. Al girar el cubo se pueden apreciar ángulos y perspectivas que revelan elementos nuevos, a veces importantes para la jugabilidad. Mantener todos esos pequeños mundos en convivencia constante mientras se mueve el cubo y se resuelven puzles podría ser una tarea exigente para un celular, pero Moncage hace un gran uso de sus recursos para asegurar una experiencia muy fluida y sin inconvenientes.
El gran problema del juego de Optillusions, sin embargo, es su historia. Entre los objetos que interactúan y los numerosos escenarios de Moncage se pueden encontrar distintas fotografías que van contando la trama principal. Esta narrativa incluye una guerra, lecciones aprendidas, errores cometidos y un final acogedor, pero es extremadamente fácil perderse varios capítulos de esta historia. Probablemente pasen varios escenarios antes de que el jugador encuentre, por casualidad, su primera foto, lo que significa que se perdió importantes fragmentos de la trama. Incluso teniendo varias fotos desbloqueadas, la ausencia de texto o un narrador deja mucho a interpretación del jugador con fotos de personajes sin cara.
Gracias al diseño de niveles y mecánicas, Moncage es una experiencia muy satisfactoria de principio a fin, se tenga en cuenta la historia o no. A medida que se avanza se van presentando distintas maneras de usar la perspectiva, con algunos acertijos que exigen ir conectando tres o más caras con un timing perfecto o ver a través de un vaso de cerveza para desbloquear nuevos objetos. El ingenio del título siempre exige un paso más y el desafío es más que bienvenido, a excepción de dos o tres casos en los que nada parece funcionar.
Moncage es un título muy entretenido, ideal para los amantes de los juegos de puzles que buscan mecánicas frescas y para todos aquellos con ganas de una experiencia visualmente agradable. Más allá de sus problemas de narrativa, sin embargo, su mensaje está muy claro e invita a los jugadores a no estancarse ni frustrarse con sus problemas, sino a intentar verlos desde una nueva perspectiva para habilitar nuevos caminos y soluciones.
El análisis del juego se realizó con un Motorola Moto G30
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