A pesar de las atrocidades cometidas en las oficinas de Activision Blizzard que se revelaron en los últimos meses, el conflicto parecía estar cerca de quedar en el olvido hasta que un artículo de The Wall Street Journal reanimó el tema la semana pasada confirmando que el CEO del estudio, Bobby Kotick, estaba al tanto de todo y decidió encubrir los hechos.
Las principales consecuencias de ese artículo fueron las declaraciones de Jim Ryan y Phil Spencer, Jefes de PlayStation y Xbox, respectivamente, que repudiaron el accionar de Kotick y condenaron sus acciones. Adicionalmente, anticiparon que sus relaciones con Activision Blizzard iban a cambiar a partir de esto, lo que inmediatamente llevó a algunos inversores de la empresa a incriminar a Kotick y exigirle su renuncia. PlayStation siempre mantuvo una relación muy estrecha con Activision, lo que se traducía en paquetes de contenido, acceso anticipado y características especiales en Call of Duty, entre otras cosas. Esta semana, el Call of Duty: Vanguard dejó de estar en la página principal de la tienda de PlayStation.
Con el comienzo de una nueva semana, hay novedades en el caso que sugieren que Kotick está considerando renunciar a su puesto si los inconvenientes no se resuelven pronto. Esta información fue provista por las fuentes que ayudaron a la publicación de The Wall Street Journal y se aclara que es algo que le dijo a los ejecutivos del estudio, posiblemente para tranquilizarlos.
Por su parte, empleados y ex empleados de Activision Blizzard tomaron un curso de acción similar al de los empleados de Ubisoft, que se enfrentan a una situación casi idéntica. A Better ABK (por la compañía Activision Blizzard King) organizó una protesta en el edificio principal del estudio la semana pasada y continúan pidiendo respuestas y resultados de los supuestos cambios que la empresa está llevando adelante para mejorar su ambiente laboral.
Kotick pidió dar de baja un bono millonario que recibió en los últimos años para demostrar estar comprometido con la causa, pero al mismo tiempo se reveló que Jen Oneal, quien fue nombrada líder provisoria de Blizzard junto con Mike Ybarra, recibía un sueldo menor al de su compañero. Oneal renunció hace pocas semanas después de estar unos meses en su puesto y poco antes de la publicación del artículo.
Las cosas no lucen bien para Kotick, pero continúa teniendo apoyo tanto dentro como fuera de la empresa. Incluso en medio del lanzamiento de un nuevo Call of Duty, la compañía hizo un trabajo excepcional para distraer la atención de los consumidores de estos temas que pueden dañar su reputación, pero con las duras críticas al título y las pocas novedades que tiene para compartir Blizzard, las situaciones interna y externa se vuelven cada vez más complicadas.
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