Call of Duty implementa nuevas medidas para combatir a los tramposos en sus distintos juegos

La franquicia actualizó la política de su flamante sistema anti-cheat

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(Foto: Activision)
(Foto: Activision)

Call of Duty: Vanguard llegó al mercado anticipando muchas novedades, entre las que se encuentra RICOCHET, el sistema anti-cheat. La cantidad de jugadores tramposos en los servidores de Call of Duty: Warzone y otros de los títulos de la franquicia llevó a los desarrolladores a crear esta herramienta para generar un espacio seguro para los fans, pero a pocos días de su implementación se aplicaron nuevos y rigurosos cambios en su política de seguridad.

En un posteo en el sitio oficial de RICOCHET, revelaron que en el primer fin de semana del juego se evitaron exploits que daban más experiencia a usuarios para desbloquear recompensas más rápido. Desde el estudio agradecieron la colaboración de los usuarios y aseguraron que los reportes y denuncias ayudan a identificar y/o confirmar cheaters, recolectar información valiosa sobre los comportamientos de los tramposos y priorizar la aplicación de medidas de seguridad.

Sin embargo, parece que RICOCHET va a continuar actualizándose y volviéndose más riguroso de aquí en más, mientras planea su llegada al terreno de Warzone. “Las infracciones extremas o repetidas de la política de seguridad, como las trampas en el juego, pueden resultar en la suspensión permanente de todas las cuentas”, explica la política de seguridad actualizada del sistema anti-cheat. “Además, cualquier intento de ocultar, disfrazar u ofuscar su identidad o la identidad de sus dispositivos de hardware también puede resultar en una suspensión permanente”, agrega.

Call of Duty®: Vanguard_20211110024148
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Estas nuevas medidas dejaron de ser exclusivas de Call of Duty: Vanguard y, según las novedades de RICOCHET, van a aplicarse en todos los títulos de la franquicia. En otras palabras, los cheaters reincidentes o extremos que sean suspendidos de manera permanente no van a poder volver a ningún Call of Duty con esa misma cuenta.

Son medidas extremas, pero lo cierto es que la epidemia de cheaters de Warzone alcanzó dimensiones descomunales que requieren de un accionar inmediato para evitar que más jugadores abandonen la experiencia.

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