En 2016 el estudio Ubisoft Annecy lanzó Steep, un videojuego de deportes extremos en la nieve que tuvo un paso tranquilo por el mercado hasta que llegó unos años después al servicio PlayStation Plus y ganó millones de jugadores. Para ese momento, los responsables del título ya estaban trabajando en su próxima experiencia, que fue anunciada recién a mediados de 2020. Los creadores de Steep decidieron ir un paso más allá con la fórmula de su entretenido juego y abrieron el abanico a varios deportes más.
El trailer de anuncio de Riders Republic prometía un mundo abierto cargado de jugadores navegando el mapa y participando en pruebas extremas casi sin reglas. Sin jugabilidad a la vista, el concepto parecía demasiado bueno para ser cierto, pero casi un año y medio después, es una realidad. Por supuesto que no hay cientos de jugadores interactuando, pero Ubisoft Annecy creó un título muy particular que puede volver a poner a los deportes extremos en el mapa del mainstream gracias a su ritmo frenético y su propuesta variada.
Los deportes se ampliaron para incluir otros terrenos aparte de la nieve, con bicicletas y disciplinas aéreas que no solo traen variedad a la experiencia, sino que permiten la llegada de varias marcas reconocidas y la inclusión de eventos de primer nivel. Para lograr que todas las disciplinas convivan y se sientan naturalmente conectadas, Ubisoft Annecy diseñó un mapa que reúne varios parques nacionales de Estados Unidos –separados por miles de kilómetros en la realidad- recreados con mucha fidelidad a través de tecnología satelital y mucho trabajo en el lugar.
Después de algunos pequeños tutoriales queda claro que Riders Republic no busca en ningún momento ser un simulador, sino una experiencia bastante fantasiosa y divertida. Los controles presentan una gran variedad de posibilidades para que ningún jugador se quede sin hacer sus piruetas. Participar en carreras y pruebas de las diferentes disciplinas otorga experiencia para subir de nivel y desbloquear cosméticos, nuevo equipamiento y más eventos a superar. Aunque hay un objetivo principal, que es entrar en el evento multideportivo más grande de todos, el camino es lo que más importa y el título cuenta con muchas herramientas para disfrutarlo al máximo.
Se trata, sin dudas, de uno de los videojuegos más divertidos del año, donde las reglas las ponen los jugadores y el cielo ni siquiera es el límite. El contenido a desbloquear es muchísimo y los modos de juego, también, lo que da como resultado una experiencia más que satisfactoria para uno o más jugadores.
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