Si se habla de esports en América Latina, la figura de Isurus es imposible de saltear. Como pioneros de la escena, la organización fue parte fundamental para la consolidación de un ecosistema que en los últimos años dio cada vez más resultados concretos que marcan hitos para la región.
Pero Isurus no solo cumple un rol histórico, sino que hoy son protagonistas en distintas disciplinas. Además de la gran final de la LLA -donde se quedaron con el cupo de Latam para Worlds 2022-, la escuadra de CS:GO lucío su nivel y logró clasificarse a competencias que serán protagonistas en las próximas semanas: la Supercopa de América, el Latin Power Qualifier, el RMR Américas y la Global Final de la FiReLEAGUE.
La escuadra actual de CS:GO se terminó de conformar después de los que fueron las finales presenciales de Argentina de la Flow FiReLEAGUE, donde DeStiNy, ALLE y Gafolo cerraron su etapa en Isurus llegando a la final que disputaron contra 9z.
“Lo encaramos con profesionalismo porque, más allá de que ellos ya no formaban parte del equipo, sentíamos que teníamos la obligación de venir y ganar. Lo tomamos como una última vuelta juntos, un último baile juntos tratando de divertirnos”, nos contó Nicolás “Noktse” Dávila, capitán del equipo, en una entrevista en la que repasó la preparación de cara a las próximas competencias, el lugar de Isurus en su vida y la actualidad de una escena que cada vez da más oportunidades.
—Sabiendo lo que estaba pasando el equipo en ese momento, la sensación que dejaron es que estaban muy enfocados en sacar los mejores resultados. Y salió bien porque se quedaron con el cupo al Latin Power y a la Final Global.
—Si. Al principio fue un poquito extraño. Pero después, una vez que ya se soltaron un poco ellos y nosotros al segundo dpia nos sentíamos mejor y la verdad que lo que disfrutamos. Ahí se sintió la llama de la competitividad individual. Isurus hizo mucho por ellos y ellos hicieron mucho por Isurus. Creo que también fue una cuestión de orgullo. Más allá de que no seamos más equipo, en este torneo nosotros tenemos que ser protagonistas. Queríamos jugar y queríamos ganar.
—Después de eso vino el ingreso de meyern, reversive y luchov. ¿En qué instancia están?
—Estamos en el comienzo de un proceso. Aunque tanto Nacho como Rober sí habían jugado con nosotros, venían de estar acostumbrados a otros equipos, a otras forma. Y Lucho tal vez tiene un poco menos de experiencia, así que también es un proceso de adaptación para este nivel de competencia. Pero demostró que está a la altura. Así que estamos en una etapa de construcción. Ahora estamos construyendo las bases y empezando a cimentar. Entonces hay mucho laburo por delante.
—Después de la Flow FiReLEAGUE, también pasaron por la clasificación al RMR. ¿Qué viene ahora para ustedes?
—Después de que clasificamos nos dimos una semana en la cual nos dimos un poco más de espacio. Aprovechamos todo para cerrar todo lo que teníamos pendiente y ya de vuelta meternos en Tigre, ahora estamos en la casa. Y vamos a seguir entrenando. Vamos a seguir en ese bootcamp que empezó hace tres o cuatro días hasta finales de mes, que cuando ya salimos para Europa. El plan es entrenar desde acá y jugar todas las competencias que tenemos: el LATIN POWER, CCT y la Supercopa. Nos parece una buena oportunidad para acumular experiencia.
—Estuviste en la edición de abril del RMR, ¿cómo describís esa experiencia?
—Es mágico. Es la mejor palabra para describirlo. Cuando estás allá, el aire se respira es diferente. Se siente un aura diferente en el lugar y a mi por lo menos no me genera nerviosismo, ni tensión, sino todo lo contrario. Como que estoy en una nube, en un sueño. Y la clasificación ya es mágica. También el momento el cual ganamos fue un momento único, pero es un poco más sufrida, como que todos están dando la vida para llegar a ese lugar. Todos quieren clasificar al Major, pero son muchos equipos acá, entonces es un poco más estresante.
—¿Y cómo se para el equipo frente a esta instancia que viene?
—El equipo quiere clasificar sabiendo lo que sabemos, lo que sabe todo el mundo: que nosotros, bajo ningún punto de vista, llegamos como favoritos. Pero llegamos sabien cuáles son nuestras fortalezas, donde nos podemos apoyar para ver si incrementamos un poco nuestras chances. Todos, menos Lucho, ya jugamos el RMR pasado y nos quedamos con las manos vacías. Y no nos gustó. Así que vamos con la determinación de quedarnos con un slot como sea.
—Desde tu perspectiva y con al experiencia que tenés, ¿cómo se siente saber que existen estas oportunidades?
—Me hubiese encantado que pase antes, que tenía un montón más de posibilidades. Pero los bueno es que está pasando ahora, hace ya dos o tres años. De hecho con FiRe, la posibilidad de BLAST llegó en un momento donde no había nada, cuando había muy poco. Se abrieron otras puertas y es otro mundo. Está bueno porque realmente competís sabiendo que si haces las cosas bien, vas a llegar. Antes era muy crudo. Entonces, claro, hoy es otra cosa. Así que me pone súper contento, sobre todo para las generaciones que vienen y yo quiero aprovecharlo lo máximo posible.
—Todos estos logros de los que hablamos y ese crecimiento que notas en la región no te pasa en cualquier lugar, sino que lo vivis desde uno de los equipos más importantes de Latam. ¿Qué es Isurus para vos?
—Isurus se volvió una parte de mi vida. Isurus es una montaña rusa. Es todo y por momentos es nada. Es increíble. Es no perder el sentimiento de amateurismo en ningún momento. Es algo que se impulsa desde la cabeza la organización para abajo y que nos identifica. De la misma forma que se festejó en la LLA, que nosotros lo estábamos viendo acá mismo el partido, nosotros también cuando terminó el RMR estábamos como que no lo podíamos creer. Lo seguimos viviendo de esa forma. Creo que eso es algo que está bueno porque nos sigue dando energía como para competir y vivirlo todo desde Isurus es todo muy especial. Dije que es una montaña rusa porque han sido años complicados, hemos vivido muchos momentos muy difíciles.
—¿Y cómo se siente tener el rol que te dieron desde la organización?
—Es tener encima la responsabilidad de un grupo de personas. Todos esperan que en ciertos momentos de oscuridad, yo sea el que diga “es por acá”. Y la realidad es que es muy difícil. Pero ya a esta altura lo disfruto. Lo super agradezco y lo quiero seguir honrando de la mejor forma posible hasta que Isurus así lo desee. Pero yo me debo a la organización, ellos me convirtieron en lo que soy hoy. Tanto la organización como Pino, por ejemplo. Nunca nadie me pregunta mucho de él y yo tampoco mucho no he dicho. Con una mano en el corazón, yo creo que mi carrera profesional no hubiese sido la misma sin Pino. Encontró la forma de mantenerme en pie y de mantenerme estable y de cuidarme. Fue el coach que por ahí entendió esa debilidad que yo puedo mostrar a veces en las cuales necesito que alguien me sostenga o que alguien me ayude a ver el camino cuando yo veo un poco de oscuridad o ser un poco más negativo porque que ese soy yo también al final del día. A veces soy intenso de una forma positiva. Pero después hay momentos en los que las cosas no están bien y que me cuesta, así que Pino forma una gran parte de este proceso en Isurus. Fue vital para mí y para el equipo.
—¿De qué crees que es capaz este equipo?
—Creo que este equipo es capaz de todo. Creo que podemos llegar a estar en el top cinco del mundo. Depende mucho de nosotros, de cómo nos van las cosas, de dar con la tecla en muchos momentos, de estar bien, de estar estables. Yo soy de los que creen que, por lo menos en el juego, la suerte se la hace uno. Existe la suerte, sí, pero uno va entrenando y preparándose. Es como que se alienta a que esa suerte gire para tu lado. Y después necesitas tener al dios del Counter de tu lado en algún momento. Y si lo tenemos y nosotros hacemos las cosas bien, podemos hacer muchísimo daño
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