Cuando los esports aún se encontraban en una etapa de desarrollo temprana en América Latina, las adversidades para competir eran moneda corriente. En el caso del Dota 2, las oportunidades para participar en el más alto nivel de competencia eran escasas y el mayor desarrollo se gestó en Perú. Lejos de afrontar condiciones similares, los jugadores que aspiraban al profesionalismo en Argentina tenían que lidiar con latencia excesiva, ausencia de marcas, de organizaciones duraderas y de crecimiento orgánico.
Es por eso que uno de los pocos ejemplos de perseverancia que hoy compiten en el circuito profesional de Dota es el de Nicolás “Wij” Moreno. Actualmente, el jugador rosarino de 28 años es el capitán de la escuadra de Dota 2 de SG Esports, la organización brasileña que participó en The International 2021 como uno de los tres representantes de la región junto a otro plantel.
Tras un primer tour que significó el descenso a segunda división, SG logró retornar a la liga superior con el primer lugar de la tabla durante el segundo tour junto a Wolf Team. El conjunto conformado por Wij, los brasileños LTH, hyko y los players peruanos Parker y kxy, obtuvo cinco victorias al cabo de dos meses de enfrentamientos en la liga sudamericana. Desde Bello Horizonte (Brasil), el capitán del equipo conversó con Infobae Latin Power sobre la mejoría del equipo, sus metas y su camino a jugador profesional.
—SG Esports ha tenido un 2022 con altibajos, ¿qué fue lo que falló durante el primer tour y a qué adjudicarías el resultado más reciente en la segunda división?
—En la primera temporada teníamos un equipo bastante nuevo, sufrimos eso más que nada. En la segunda temporada todos optaron por cambiar a nuestro carry y creo que nos fue mucho mejor con Parker. Además de eso, todo el equipo mejoró bastante desde que empezamos hasta ahora. Eso fue algo muy positivo lo cual me motivó a quedarme y seguir trabajando juntos.
—¿Cómo compararías el nivel de la primera y segunda división?
—Para mí es grande la diferencia. En segunda división tenés equipos un poco más improvisados. Que no tienen mucho tiempo juntos y cosas así. En primera división son mucho más sólidos. Vienen trabajando juntos durante años o tienen uno o dos cambios, pero que su base siempre es la misma. Con el tiempo se hacen más fuertes y son difíciles de llegar a quebrar, de entrarles y saber cómo ganarles. En cuanto a nivel individual, ambas divisiones tienen jugadores buenos.
—En esta temporada tuvieron dificultades solamente con Gorillaz-Pride y con Interitus. ¿Qué fue lo que pasó en esas series en particular?
—Más que nada fue una cosa interna del equipo, que sufría esos altibajos a veces y no es tanto que nos vimos superados. En parte creo que sirvió bastante. Por ejemplo, en la primera derrota contra Interitus estábamos muy confiados y con eso nos dimos cuenta de que podíamos llegar a perder contra cualquier equipo. No nos podíamos confiar tanto, teníamos que seguir trabajando y hacer las cosas bien para ganar. Nos costó un poco caro haber perdido esas dos series porque sufrimos un poco la presión de tener que ganar todo sí o sí.
Tanto en el draft como durante los partidos, las decisiones finales las toma Nicolás, pero la dinámica del equipo es participativa y todos colaboran desde sus roles. LTH, el soft support y ABgod, coach de SG Esports, contribuyen en lo estratégico. Actualmente tienen la vista puesta en The International y en los clasificatorios. Buscarán aprovechar el tercer tour del Dota Pro Circuit (DPC) para llegar lo mejor posible.
El circuito de ligas regionales llegó en 2019 de la mano de Valve, la empresa desarrolladora de Dota 2. Cambió las reglas de juego con mejores oportunidades y un mayor sustento para el desarrollo de los equipos tier 2. La distribución más equitativa significó un panorama mucho más alentador, pero muchos de los que compiten hoy en día comenzaron mucho antes de su llegada.
—¿Cómo conociste el Dota por primera vez y cuando volviste a través del Dota 2?
—Tenía unos 12, 13 años cuando empecé a ir al ciber a jugar Dota Allstars. Después con PC en mi casa comencé a jugar más, a mejorar, a jugar alguno que otro torneo y lo hacía con los que eran más o menos los mejores de Argentina. Así hasta que salió el Dota 2. Lo que pasó fue que conseguimos beta keys con el equipo, pero mi PC no lo tiraba, la diferencia era bastante.
Ahí fue cuando estuve sin jugar por un tiempo, porque aparte yo era joven y no tenía cómo comprarme una PC en ese momento. A los 21 o 22 dejé de trabajar y me puse a viciar fuerte. Ahí fue cuando decidí que quería hacer eso, empecé a trabajar en otras cosas como bartender, de mozo con algunos días a la semana. Me dejaba un poco más de tiempo. Empecé a jugar más competitivo, a esforzarme más. Ahí fue cuando hicimos equipo acá en Argentina con Vultur, que conseguimos ganar la clasificación de la WESG 2016, viajamos a Brasil y a China. Ahí empezó todo.
—¿Por qué Wij?
—No significa nada en particular. Lo que pasó fue que cuando yo jugaba Warcraft 3, me banearon una cuenta y un amigo me prestó una cuenta que tenía para que no me cree otra nueva. La cuenta se llamaba Wij. Me quedé jugando bastante tiempo y me dijo que me la quede que no pasaba nada. De ahí, todos en Argentina y mis amigos me empezaron a conocer por ese nombre. Cuando volví a jugar Dota 2 todos yo me ponía Nico o cualquier cosa y me decían ‘Wij ven a jugar’, como que no me quedó opción.
—¿Cómo viviste la decisión de viajar a Perú?
—Yo en ese momento sabía que era mi mejor opción... en realidad, era mi única opción. Porque acá en Argentina estaba muerta la escena, los jugadores ya no tenían cómo jugar. Yo estaba bancándome sólo y a la vez estaba jugando entonces era muy difícil. Al momento de presentarse la oportunidad de viajar a Perú a jugar no la dudé, sabía que tenía que aprovecharlo. Allá conseguís gente que te banque para que vos juegues. La chance dio a través de Valky, un amigo que tenía en Perú. Veníamos jugando, él me llamaba para jugar con su equipo cuando necesitaba gente y cosas así. El equipo no duró mucho, pero luego de eso fuimos para Team Unknown. Era un poco mejor y podía traer mejores jugadores. Fue el equipo en el que más permanecí.
Junto a Team Unknown participó del MDL Major de Chengdú en China. Wij fue invitado al equipo junto a jugadores experimentados como Prada, Atun, Greedy y junto a Berna. El equipo fue invitado al clasificatorio sudamericano y clasificó junto a Beastcoast, tras vencer a paiN Gaming por 2 a 0. Tras caer en grupos ante TNC y PandaS, Unknown fue eliminado por Fnatic en la primera ronda de playoffs en una serie al mejor de uno. Aún así, se llevó su primera experiencia en una de las mayores competencias internacionales y el premio superior a doce mil dólares.
—¿Qué significó para vos competir en un Major?
—Para mí es muy importante para el jugador por todo lo que aprendés ahí. Tanto dentro como afuera del juego, de los demás jugadores, de los equipos profesionales. Aprendí mucho del profesionalismo de los demás cuando veía a los equipos chinos entrenando y los veía muy concentrados, yo decía ‘che nosotros no hacemos nada de esto’, o hablabas con un coach y personas de otros equipos que te cuentan lo que juegan, cómo es su dinámica. Es muy enriquecedor. Aprovechás esa experiencia para jugar contra equipos muy buenos que de lo contrario no se te daría nunca.
—¿Cuándo empezaste a jugar anticipabas llegar a donde estás?
—Nunca lo pensé y al final se terminó dando de lo más normal y termine jugando casi todos los circuitos del DPC. Yo no pensaba en nada de eso al principio y no tenía en claro qué era lo que iba a pasar. Yo creo que con los premios del DPC cualquier persona puede vivir bien e incluso le sobra un poco. Dependés un poco de estar en primera división o lograr una buena posición en la segunda división. Ese factor impulsó a muchos a jugar. Ahora que por lo menos tengas ese premio asegurado para tantos equipos te deja jugar sin tener que gastar dinero e incluso ganar un poco.
—¿Qué le recomendarías a los doteros argentinos que aspiran a competir?
—Mi consejo sería que si están seguros de que quieren hacer esto, de que les gusta y lo puedan hacer, yo creo que es muy importante el insistir bastante, en hacer las cosas lo mejor que se pueda siempre y darle para adelante sin desmotivarse. No existe nada de eso en el mundo de la competición. En Argentina conocía gente muy buena en el juego que si hubiese seguido serían igual de buenos que los jugadores top de Sudamérica. Gente que ha dejado por distintas cosas. Me parece una lástima porque estoy seguro que toda esa gente que dejó de jugar probablemente le hubiese ido bien o tenido un poco de éxito en el juego. Nadie sabía que iba a pasar con el juego y por eso dejaron de jugar.
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