En el año 2016, Vladimir Bancalari, un joven futbolero de Vicente López (Buenos Aires), comenzó a desarrollar una nueva afición por los videojuegos. Consciente del avance de los esports, el subcampeonato de la selección Argentina en la TWC de E-Frag despertó una chispa en él y lo llevó a interesarse en el Counter-Strike.
Más de cinco años después, Vlad ya se desenvolvió en el rol de Coach en múltiples organizaciones profesionales y avanzó a formar parte de proyectos destacados como jugador e In-game Leader (IGL) con 20 años de edad. Además de la academia de 9z y Durany, también integró el primer roster de CS:GO de Boca Juniors Gaming y jugó junto a Maycam Evolve. Recientemente, la organización de esports argentina Leviatán anunció la llegada de su academia, con Vlad nuevamente responsable de capitanear una escuadra con talento joven.
Al igual que con el deporte tradicional, Vlad es un estratega que se enamoró lentamente del CS:GO por su complejidad competitiva. Sumado a un ecosistema que no para de crecer y equipos que continúan elevando la vara al más alto nivel, se trata de uno de los esports más pasionales y populares de la industria. Con ansias de crecer y plasmar su experiencia como IGL, fue seleccionado para liderar Leviatán SSJ, junto a zock, toto, zrx, HUASOPEEK y con Gux en el rol de coach. Aunque su presentación fue el 25 de febrero, la academia ya se encuentra participando de la competencia nacional Unity Flow League de LVP, entre otras competencias.
—Tenés experiencia con muchos proyectos de academia. ¿Es algo que nace por tu rol de IGL o buscás esas propuestas?
—Primero, creo que al haber armado el primer 9z Academy conjunto a NCH y Hellpa me da un aval, además de que fui coach antes de eso. Hay mucha gente que me dice que tengo entre 20 y 45 años porque no tengo quizás la mentalidad de una persona tan joven. Eso suma bastante a pensar en el trabajo con chicos que a mí me gusta. Con 9z y Durany yo lo busqué. Sentí que con Leviatán podía llegar a armar un proyecto lo más competitivo posible y también siendo una academia donde yo les podría enseñar junto al coach todo lo que sea necesario para su aprendizaje. Estamos armando un muy buen grupo de trabajo y la estoy pasando muy bien.
—¿Cómo se dan tus comienzos en el competitivo y tus transiciones de rol?
—Yo empecé a competir no seriamente con equipos de gente amiga del Counter en 2017, jugando en una liga de Gamers Club (GC). Era todo muy amateur. No estaba en las mejores condiciones para competir: tenía una computadora muy mala. Llegó un momento en el que dije: ‘Yo con estas condiciones no quiero jugar más, no me sirve. Yo tampoco me estaba divirtiendo jugando, pero quería seguir ligado al juego y decidí pasarme al rol de coach. Sinceramente encontré un nicho que acá en Argentina no existía. Creo que había dos coaches y en ese momento tener uno, por más mínima que sea la ayuda, le sumaba muchísimo a cualquier equipo. Ahora está más profesionalizado, se entiende más la diferencia entre el rol de coach, analista y mánager. Yo quizás en esos primeros equipos tenía un rol de analista y no aportaba tanto al equipo, pero esa pequeña ayuda que les brindaba le servía a los equipos en los que estuve. Quizás con un poquito más de experiencia, en All Knights se dieron los mejores resultados y pude tener más relevancia en el equipo. Pero, por la edad me di cuenta de que había un rol que siendo coach era imposible que cumpla por la edad que tenía: era entender el tema del manejo del grupo. Algo que realmente era imposible que sucediera porque siempre estuve coacheando o jugando con gente más grande. Ahí fue cuando decidí pasar a jugar.
—Como IGL tanto tiempo vinculado en proyectos de academia, ¿considerás que el liderazgo fue algo que adquiriste?
—Cien por ciento. Sobre todo el liderazgo por fuera del juego, no es algo que surja de mí de manera innata. Es algo que fui aprendiendo con muchas experiencias, errores, dándome cuenta de cuando participar, cuando no, dando una mano. Principalmente lo aprendí en 9z Academy, que era una de las cosas que me faltaba y la verdad que estoy re contra agradecido con Nacho (NCH) porque quizás ese fue el aspecto que más aprendí y tomé de la experiencia en ese proyecto.
—Sobre tu vínculo con el Counter-Strike, ¿cómo se dio? ¿Es desde siempre o venías de otro palo?
—Mi viejo tuvo una enfermedad que me obligó a dejar el fútbol porque practicaba de noche, jugando en Defensores de Belgrano. No daba dejarlo solo en casa. Me dediqué a jugar a la Play básicamente. Jugaba distintos juegos: FIFA, Call of Duty y demás. Una vez un amigo que se llama Marcos me dijo ‘Che, ¿por qué no te bajás el H1Z1?″ y empezamos a jugarlo. En el contexto del mundial de la TWC 2016 me pintó bajarme el CS:GO. Me llamó la atención que un equipo argentino o que se denominara la selección argentina llegara a una instancia final. Yo más o menos tenía una noción de cómo estaban los esports, porque algo sabía, y era sorprendente que sucediera algo así y de ese momento como que me llamó la chispita de decir ‘bueno voy a jugar’.
—En cuanto al estado actual del juego, ¿cómo lo ves al competitivo?
—Creo que el juego siempre va para mejor. Yo tengo una teoría de que si estás todo el tiempo dedicado al Counter, es imposible empeorar. Creo que siempre estás en continua mejora. Habrá gente que mejorará más y gente que mejorará menos y así es con el competitivo en general. Creo que está en un muy buen momento. Se está jugando un CS con niveles increíbles. Con analizar una demo te das cuenta de muchísimas cosas que decís ‘¿cómo se le puede ocurrir a este tipo hacer esto?’.
—En el Tweet Longer que publicaste en noviembre mencionaste que tuviste un año complicado de CS. ¿Cuáles fueron esos casos concretos que te excedieron?
—Tuve un 2021 bastante agitado. Primero pasó una situación en Boca Jrs. Gaming, por la cual con el roster entero decidimos irnos. No voy a entrar en detalles, pero firmamos un contrato que -si no me equivoco- era de seis meses. Estaba charlado que eventualmente la idea del proyecto era que durara un año y eso ya fue la primera desmotivación. Además, yo soy hincha fanático de Boca y era una situación muy linda estar representando al club en Counter-Strike. Automáticamente después tuve una serie de propuestas de dos o tres equipos, entre ellos de Independiente, que no se terminó metiendo en esports. Estuve esperando dos meses, rechazando propuestas de otros equipos. Tuve que dejarlo y no pasó nada más porque no se hizo un equipo. Pasé a estar uno o dos meses inactivo. Me uní a Durany Rising que me hizo una propuesta para armar un equipo academy, la cual tomé y pasó lo que todos saben que pasó con Durany. Consecuentemente a eso estuve un tiempo inactivo en el que no tuve muchas propuestas. Más a fin de año recién tuve propuestas de lo que fue Leviatán y de otra organización más que eran similares y terminé decidiendo por Leviatán.
Luego de desvincularse de la organización que tenía como principal inversor al estafador Durany, Maycam Evolve absorbió el roster y tomó su lugar en la Unity League Flow de 2021. Pero, en noviembre, el jugador participó de la Supercopa de LVP para Leviatán y dio su primer paso junto a la organización. Lokomotion, coach del equipo main, recomendó a Vlad para armar el nuevo proyecto por sus experiencias previas en 9z Academy y Durany Rising. De esta manera, generaron una convocatoria para todos los jugadores aspirantes interesados en formar parte de la academy y comenzaron con un período de pruebas.
—¿Qué fueron las cosas que te llamaron la atención durante los tryouts?
—En el proceso de selección con Joa (Lokomotion), que seleccionó las partes más técnicas del Counter, priorizamos el talento mecánico, por sobre todas las cosas: cómo se movían en el mapa y demás. Le damos cierta importancia al detalle de los movimientos y lo consideramos como un pasito que nos podíamos adelantar. De los chicos lo que te puedo contar es que todos tienen un poco de experiencia. Quizás HUASO es el más inexperimentado, compite hace 6/8 meses y jugaba en el equipo chileno de Wild Esports. zrx y toto jugaron en Wygers Juniors en la primera LVP. Zock, que es el que tiene un poquito más de experiencia quizás de los chicos, compitió en varios equipos como Australs, BTH, jugó qualifier de Aorus League y jugó Serie B de Gamers Club.
—¿En qué competencias contemplan participar?
—La idea es jugar todo lo que podamos. Nuestra prioridad va a estar en LVP principalmente y en las ligas de GC. Pero todos los open qualifiers que vayan saliendo los vamos a ir jugando. Por ejemplo, ayer se publicaron los qualis de Gamergy y eso seguramente lo vamos a estar jugando. Todos los torneos que no nos interpongan el tema de los intereses entre equipos con el equipo principal de Leviatán, lo vamos a jugar.
—Respecto a Leviatán SSJ, ¿qué me podés decir de la proyección desde la organización?
—La idea es que sea un proyecto a largo plazo. La idea es formar a los jugadores, teniendo la idea de mantener una misma línea de juego que mantiene Leviatán Main. Hay un montón de conceptos que los chicos tienen que adquirir porque la idea es formarlos para que en algún momento alguno de los chicos ingrese al equipo Main o mismo que vayan a un equipo mejor. También tenemos objetivos: llegar a playoffs de LVP, nos gustaría bastante más adelante subir a Serie A de Gamers Club. Creo que es un buen objetivo. Ahora, paso a paso, sería en LVP pasar la instancia de grupos y en la liga de GC ya el mes que viene subir a Serie B.
—En lo personal, ¿dónde considerás que tuviste tus mayores logros competitivos de Counter y a qué apuntás este año?
—Te voy a dar momentos como coach. Sin dudas, fueron en All Knights. Tuvimos dos eventos presenciales contra equipos brasileños que venían muy bien. Contra Detona en Brasil y contra paiN Gaming en Buenos Aires. Demostramos muy buenos mapas aún sabiendo la diferencia de nivel que había. De hecho paiN venía de jugar la Starladder de Beijing. Como jugador siento que todavía no llegué a ese momento de decir tuve los resultados. Lo único que sé es que el último año tuve una muy buena mejoría porque me esforcé muchísimo, aprendí muchísimo. Creo que el año pasado -aún estando inactivo y demás- fue el año que más aprendí de Counter en toda mi carrera. Lo único que quiero es que los logros se empiecen a dar desde ahora. Yo creo que todavía no tuve mi pico como jugador y recién dentro de poco lo voy a poder demostrar.
—En tu tiempo jugando con Try, ¿tuvo una influencia en vos o simplemente lo viste como un jugador más?
—Para mí ni loco fue un jugador más. Donde Try más marcó la diferencia fue que ya era un jugador muy talentoso cuando lo metimos al equipo y después, lo que mantuvo fue una constancia y dedicación increíble. Hay algo que siempre cuento de Try y es que en el momento en el que estaba con nosotros estaba todo el día jugando y nos preguntándonos cosas a mí y a Nacho para aprender. Ya en el momento en el que entra en 9z Main, nosotros compartíamos servidor de Teamspeak con ellos, y él se quedaba casi todas las noches viendo demos con Bit y Zakk, tratando de aprender, de hacer siempre un poquito más. Eso le da todo el mérito de estar donde está y dónde va a llegar, porque seguro va a llegar mucho más lejos. Inclusive otra cosa que el tenía que otros no, teniendo 15 años tenía una mentalidad de alguien mucho más grande y era muy inteligente no solo en cómo resolver situaciones dentro del juego, sino de cómo manejarse en la vida. Seguramente eso hablará bien de la educación que le dieron sus padres y se nota una gran diferencia por sobre muchos jugadores en esos aspectos.
—¿Y respecto a tu influencia en tus teammates?
—Del resto de mis compañeros, yo creo que sí. Principalmente todos los jugadores que tuve el año pasado, les habré sido más útil, habrán aprendido más de mí que en otros momentos y también le habré sido muy útil en 9z Academy también a los chicos. Les he enseñado varias cosas seguro. Pero, hoy en día considero que me manejo bastante bien con lo que se de Counter y creo que hoy puedo ser muchísimo más influyente para los chicos.
—¿Cómo han vivido las primeras dos semanas entrenando?
—Hubo bastante mejoría con respecto a los primeros días de práctica. Quizás algo que tiene muy positivo este grupo es que le marcás las cosas a alguno de los chicos e instantáneamente lo corrigen o tratan de mejorarlo o buscan la forma de trabajar algún aspecto de su juego en donde se sientan flojos. Eso es un aspecto muy positivo, porque sinceramente estas dos semanas que tuvimos en equipo sentí que fue un mes de práctica por la mejora que tuvimos en tan poco tiempo.
—¿Desde su ingreso ya se hizo sentir la hinchada de Leviatán?
—Ya se sintió el apoyo de los hinchas. Estuve en la Argentina Game Show y fue una locura cuando jugó el equipo main de Counter. Ver todo el apoyo de la organización de la gente que banca a Leviatán está recontra bueno. Me han llegado mensajes privados ya felicitándome por mi entrada a Leviatán. Lo que le digo a la gente es que sean pacientes con el equipo. Que no es un equipo que tenga, digamos, la exigencia competitiva como lo tendrían otros equipos. Pero lo que sí les puedo asegurar, es que de acá a algún tiempo van a ver un equipo con jóvenes promesas que van a jugar un buen Counter.
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