Hoy la industria del gaming y entretenimiento fue sacudida por completo con la noticia del acuerdo de adquisición que realizó Microsoft de Activision Blizzard, que se completará a mediados de 2023. La compañía responsable de Xbox sumará a sus filas a una de las desarrolladoras más relevantes que abarca juegos como Call of Duty, World of Warcraft, Starcraft, Diablo, Overwatch, Candy Crush, Hearthstone y más. ¿Pero qué podría implicar para el ecosistema de esports este cambio?
Para los aficionados y seguidores del competitivo, no es ninguna sorpresa que eventos como Call of Duty League, Overwatch League y Hearthstone Esports sufren una notable baja de retención en sus audiencias respecto a sus ediciones anteriores. Al mismo tiempo, eso convive con situaciones como la que atraviesa la conducción de la liga de CoD, el estado actual del juego y el constante cambio en su fórmula que ha llevado a críticas e incluso motivado la salida de veteranos del competitivo, como el reciente caso de Parasite, quien explicó que parte de su decisión se debió al retroceso constante del título. Gran parte de la comunidad del shooter arcade asegura que la franquicia se encuentra en uno de sus peores momentos, con la implementación de un anti-cheat que no logró combatir la incontable cantidad de cheaters, armas desbalanceadas y más dificultades sin resolver.
Clint Evans, ex-jugador y reconocido caster para la CDL, compartió sus preocupaciones e incertezas sobre el 2022 en Twitter: “Realmente no sé si estaré involucrado en la CDL este año. Los últimos dos años han sido frustrantes. Teníamos más personal y presupuesto que nunca en el lado de la producción y sentimos que retrocedimos de muchas maneras”. La situación que describió el talento de COD, puede ser trasladada al caso de Overwatch League (OWL) a través de los años. Evans aclaró que aún no ha recibido una oferta y la liga está por comenzar, lo cual sugiere una de dos cosas: una desorganización muy llamativa o un interés en no renovar con el talento.
En cuanto al Hearthstone como esport, el 2021 ha sido su año con menor tracción de audiencia con una baja abismal respecto a los números de 2019. Blizzard ya ha tomado cartas en el asunto y presentó un nuevo formato que implica la desaparición definitiva del sistema Grandmasters para 2023. Aún así, el Campeonato Mundial de 2021 logró un alarmante pico de menos de 25 mil espectadores simultáneos. De acuerdo a Esports Charts, la OWL 2021 fue la edición menos popular hasta la fecha, con una caída de espectadores promedio del 35% y un pico de audiencia que bajó en un 62%. Ambos casos están vinculados al acuerdo de exclusividad con YouTube de 2020 y el distanciamiento con Twitch que impactó de lleno en el alcance de los directos del competitivo.
Existen otros potenciales competitivos como Starcraft II, World of Warcraft y Warcraft III que también podrían verse favorecidos por este cambio de mando. A horas desde su anuncio, las comunidades debaten sobre el impacto que podría ejercer Microsoft sobre los distintos ecosistemas si decide involucrarse en el sector de esports. Aunque nada de esto será una posibilidad hasta concretar la adquisición el año siguiente, la repercusión que ha logrado la vuelta de la Halo Championship Series bajo la dirección de Microsoft, 343 Industries y Esports Engine, eleva las esperanzas de poder replicar el éxito desde la llegada de Halo Infinite y darle nueva vida a los circuitos que hoy están bajo el ala de Activision Blizzard.
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