La historia de Nicolás Villalba, una leyenda del FIFA a los 22 años

Sufría de timidez y lo convirtió en un arma para volverse uno de los mejores jugadores de PlayStation. Ahora fichó para un nuevo equipo y competirá el próximo año en Europa por primera vez en su carrera.

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Nico Vilalba representando al Basel
Nico Vilalba representando al Basel de Suiza.

Algunos lo conocen como Nicolás Villaba, otros lo llaman Ice Man -por su tranquilidad y frialdad a la hora de sobrepasar momentos tensos- y otros lo habrán visto en algún momento como Nicolas99FC, el tag que suele usar en FIFA, y con el que logró campeonatos históricos a nivel mundial. Nico tiene 22 años, es oriundo de Flores, barrio porteño en el que nació y creció, y durante un buen tiempo fue considerado por muchos como el mejor jugador de PlayStation del planeta. Con la reciente llegada del FIFA 22 buscará volver a los primeros planos internacionales, esta vez en la PS5: “Es una nueva generación y hay que acostumbrarse. Algunos al joystick y otros a la jugabilidad. Hay que meterle pero creo que voy bien”. Ahora se alejó de Buenos Aires, ya que se encuentra en Europa, preparándose para competir, por primera vez en su carrera, desde el Viejo Continente. Hace unas semanas fue fichado por un nuevo equipo que todavía no fue revelado.

Su relación con los videojuegos comenzó con el SEGA Genesis en su casa, pero lo que más recuerda son las horas jugando a la PlayStation 1. “Me acuerdo mucho del Crash Team Racing, que es el Crash de carreras. A mi hermano siempre le gustó también, y yo tenía que estar ahí porque éramos chicos en ese momento. También me tocaba la famosa que me daban el joystick apagado y me hacían creer que jugaba, je. Con el tiempo me fui haciendo más tryhard y pasé a jugar solo online. Pero antes era de todo. Si había un juego de aventura lo jugaba”, recuerda.

Ya en la Play2 se volvieron fanáticos del Winning Eleven, saga que pasó a llamarse Pro Evolution Soccer y que ahora lleva el nombre de eFootball: “En 2010 nos compramos la Play3 con el PES 2011, pero se me rayó el CD y para Navidad en vez del PES preferimos ir por el FIFA, que tenía buenas reseñas, y desde ese momento no paré hasta ahora”.

Fueron 11 años de una carrera brillante que incluyó decenas de viajes, torneos de primer nivel y títulos históricos. Pero cada historia comienza con los primeros pasos, y las aspiraciones de Nico llegaron a chocar con sus deberes como adolescente: aprobar el colegio. “Mis papás veían que su hijo no le iba bien en la escuela y estaba todo el día jugando FIFA. Es obvio que pensaban ‘che, dejá un poco’. Pero de un momento para el otro fue todo lo contrario, aunque siempre me apoyaron. Obviamente tengo que demostrar resultados. Ya lo tomaron más natural, es un nuevo mundo en general para la gente grande. Siempre con buenos consejos para los malos momentos y para mantenerse con los pies en la tierra, tirando la buena para que me vaya cada vez mejor. Hay gente que por su situación familiar no puede contar con el apoyo de los padres a veces por quién sabe qu, y en mi caso yo soy muy afortunado de que me hayan apoyado”, cuenta.

En Argentina Nico comenzó a marcar su camino en distintos torneos locales y su carrera explotó cuando llegaron los viajes internacionales. A los 17 años optó, junto a su familia, por tomarse un año sabático, y rendir el Secundario Acelerado a los 18. Esos meses aprovechó para meterle muchas horas al juego, y los resultados llegaron rápido: “En todo eso surgió lo del FIFA. Clasifiqué a tres o cuatro eventos, y no pude ir a algunos porque era menor de edad. Pero clasifiqué a Los Ángeles, al Mundial y terminé en Londres. En diciembre clasifiqué a una Fut Champions Cup, que sería como un Major, y perdí en la final. Gané más de 20.000 dólares, me fue muy bien”.

En aquel certamen los ojos del mundo gamer se posaron sobre Ice Man, que mostró un gran nivel, pese a que fue perjudicado en la serie decisiva. La misma se iba a disputar en dos consolas, con un partido en cada una. Nico jugaba en PlayStation, pero por error en los servidores debió disputar ambos juegos en Xbox, la plataforma en la que se destacaba el inglés Donovan Hunt, que se quedó con la final.

Villalba se ganó el apodo
Villalba se ganó el apodo de Ice Man por su calma en los partidos.

Además del premio y el reconocimiento, una nueva oportunidad llegó para el argentino: “Me contactó una agencia alemana. Me dijeron que me querían representar y que trabajaban con mucha gente. Me llegó eso de la nada y creí que había algo raro. Nadie te la hace tan fácil, y era medio desconfiado. Fuimos hablando, me convenció y firmé. Ellos me consiguieron mi primer equipo de Europa, que fue Transfermarket”.

Con un nuevo club, un salario y las cosas más acomodadas, todo fue creciendo en la carrera de Villaba, que en aquella temporada la rompió, aunque volvió a encontrarse con las dificultades de su colegio: “Había empezado el acelerado, no había faltado nunca, pero tenía que viajar para el Mundial, mínimo dos o tres semanas. Hablé con la gente del colegio y con mi familia. No sabíamos si el colegio me bancaría tanto tiempo, y decidimos que tenía que dejarlo. Ahí me decidí por ser pro player full time. Siento que fue en el momento indicado”.

Poco después disputó los playoffs, que reunía a los mejores 32 jugadores del mundo, y los ganó sin perder ni una sola serie. Y jugó el Mundial, tras el cual, llegó una oferta más que tentadora: la del Basel de Suiza. “Nos juntamos en Alemania y tuvimos una reunión. Ya me había convencido. En ese momento tenía muy buenos jugadores, top top, y además me convencieron con muchas cosas. Me sorprendió su personalidad y la sinceridad que tenían conmigo, además de que es un club de fútbol”, resaltó.

La del FIFA 19 fue probablemente su mejor temporada, ya que finalizó como 1° del mundo en PlayStation, fue subcampeón de la eNations Cup de selecciones, se consagró en el Mundial de Clubes, ganó los Playoffs sin perder una serie y finalizó dentro del top 4 en el Mundial.

Nico Villalba y Yago Fawaz
Nico Villalba y Yago Fawaz fueron subcampeones del mundo

En 2020 el sistema competitivo cambió debido al COVID, y el juego mismo presentó otras características que antes no tenía: “Nosotros jugamos una cierta cantidad de partidos los fines de semana. Ahora son 20, pero antes eran 30 y antes de eso 40. Yo iba a los torneos jugando solo eso. No entrenaba, y me iba bien. Pero con FIFA 20 la brecha se cerró mucho y te pedía que busques detalles para ser el mejor. Tuve un año muy malo. Estaba top 20 y se suspendió por pandemia”.

Por eso, decidió que tenía que sacar lo mejor de sí para volver a estar en la cima: “Me uní con mi coach actual, y me enseñó que hay que meterle laburo para ser el mejor, y el FIFA 21 lo arranqué con toda, con eso en mente. Así jugué amistosos, y todo lo que nunca había hecho, y me fue bien. Quedé segundo en la región, siendo muy consistente. También clasifiqué al Mundial, aunque después se suspendió. Aprendí la mayor lección de mi carrera, que es que hay que meterle duro para conseguir los resultados”.

La calma y la frialdad con la que encara los momentos decisivos son unas de sus mayores fuertes a la hora de competir. Apenas se inmuta durante lo que duran las series, y lo aplica tanto para los momentos buenos como para los malos: “En cierto sentido creo que se debe a la timidez. Al comienzo no me gustaba gritar los goles. Soy tímido. Imaginate alguien tímido en una sala con 20 tipos gritando los goles. Lo que menos quiero es llamar la atención. Me di cuenta que me servía, no me desconcentraba gritar los goles, y lo mismo pasaba si me metían uno. Fue quedando, lo fui manejando y después lo fui trabajando más. Lo aproveché, lo usé para bien y siempre pienso positivo, o a veces ni pienso, solo lo vivo. ¿Hice un gol? Vamos para adelante. ¿Me hicieron un gol? Vamos para adelante. Siempre voy sin miedo”.

(EFE)
(EFE)

Eso que ahora lo utiliza a favor, hace algunos años le jugó en contra. De pequeño tuvo que luchar contra la timidez: “Era demasiado. Tengo anécdotas de momentos en los que a mi no me pasaba nada, pero sí a una persona de al lado, y sentía que me culpaban a mí y me ponía a llorar. Sé que en un momento de mi vida, a los 10 años hice un cambio de chip. No se por qué, no hubo nada especial. Obviamente sigo siendo tímido y a veces me cuesta, pero no lloro por cualquier boludez. Como que me fui animando, y además con el paso del tiempo fui creciendo y madurando. Siento que soy una persona graciosa a veces, aunque se ve que soy serio cuando juego. Y quizás eso te ayuda a liberarte. Decís una boludez, se ríen y chau. Te liberás y se va la timidez”.

Tras 11 años jugando al FIFA, el sentimiento por el juego va variando, y hoy en día lo toma más como un trabajo que como diversión: “Con el paso del tiempo me fue divirtiendo menos. Siento que va más para atrás. La habilidad que se necesita para ser mejor que el otro se va reduciendo. Eso me la baja. El juego busca que seamos más o menos iguales. Si vos me tenés que ganar 5-0 porque sos infinitamente mejor voy a estar contento, y lo mismo debería ser a la inversa. Eso me ayuda a aprender, pero si bajamos la brecha es todo igual. A veces me he frustrado por eso, me pone triste, quiero competir de igual a igual, tenga que perder o ganar. Ahora sigo jugando FIFA porque me encanta competir, casual no lo jugaría, o muy de vez en cuando. Prefiero jugar muchas otras cosas, como Rainbow Six”.

“A veces las cosas salían mal o bien y me ponía a llorar. Me frustraba que el juego sea así, pero lo fui cambiando con el tiempo. Igual es reciente. Estoy medio cansado capaz del juego y a veces ves las malas nomás. Capaz puedo ser el 1° y no quiero jugar. Ahora el FIFA se centra más en los casuales que los pro players. Hay jugadores más defensivos o más ofensivos. Yo soy mas de defensa que de ataque, y el juego en PS5 está orientado a que la defensa te ayude un poco más. Entonces prácticamente me estás quitando un arma a mí. Todos defienden igual que yo, aunque yo tenga más skills. Hay que convivir con esas cosas, pero a veces te supera, me pongo triste y me frustro. Igual entiendo que soy un privilegiado, se que hay gente que se tiene que levantar a las 5 AM y ese tipo de cosas, pero en mi caso hablo de mi vida y lo que hago, y en ese sentido no me gusta nada”.

La temporada de FIFA 22 comenzó hace poco, y será una hoja en blanco y una nueva oportunidad para Villalba. El 2020 no fue el mejor, y el 2021 solo pudo competir en Sudamérica. Esta vez tendrá la tarea de hacerlo desde Europa, ante otros rivales: “Me esperaba la chance desde hace algunos años. Más que nada porque es otro tipo de competencia. Acá es todo mucho más profesional, y es mucho más común. Y también la calidad de vida en Europa es diferente. Justo ahora se dio, estoy bastante contento. Es un gran cambio, hay que adaptarse, creo que era el momento. Prácticamente soy profesional desde hace cinco años, y quería tener esa experiencia”.

La temporada de FIFA 22
La temporada de FIFA 22 comenzó en octubre Foto: EA Sports

Es una etapa de muchos cambios en su vida, ya que además se encuentra en la búsqueda de otro título que poco tiene que ver con el FIFA: el del Secundario. Nico está cursando el último año de manera virtual, y no pudo volver a la presencialidad debido al viaje, aunque confía poder finalizarlo en estos meses: “Entregué varios trabajos, expliqué mi situación y está todo bien, pero todavía no hay novedades. Aprobé varias materias, pero tengo que esperar a saber si tengo el título”.

Ice Man ya jugó su primera qualy en Europa, y ahora se encuentra viviendo un hotel para poder disputar sus partidos y adaptarse un poco a una nueva vida. En unas semanas volverá a Buenos Aires para pasar las fiestas con su familia y en enero se instalaría definitivamente en Europa. En cuanto a las diferencias en el juego, resaltó: “Hay más gente, eso hace que haya más nivel. También se lo pueden tomar tranquilamente como su trabajo. Le meten mucho más. En Sudamérica hay algunos ya profesionalizados, pero hay muchos que estudian o trabajan y no le pueden dar su 100% al juego. Además son estilos muy diferentes. Esto desde siempre, pero ahora vivirlo se nota. Siempre jugué al estilo sudamericano, quizás jugamos un poco más táctico o defensivo, con mucha posesión, y laburar los partidos desde ese sentido. Acá es más palo y palo, y vamos para adelante, y se matan a goles, y eso es un gran cambio”.

“Creo que lo principal es adaptarse. Es una nueva región, voy a estar viviendo en otro país, con otro idioma. Después ya dentro del juego uno quiere ganar y demás. A mi obviamente me gusta competir, medirme ante los demás, quiero ser el mejor y ganar todo. Quiero trabajar bien, disfrutar la experiencia y como siempre intentar jugar y ganar la mayor cantidad de torneos posibles. También ir mejorando. Me interesa también crecer como ser humano y profesional. Es una parte muy importante”, resaltó para cerrar.

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