Tomas Russo es community manager en una de las organizaciones de esports más importante de la región: KRÜ. A través de las redes del club y con diferentes propuestas interactivas, lograron construir un vínculo fuerte con la audiencias, para fidelizar a ese público y que se transformen en fans.
Tom estudió dirección y producción de televisión y cine: “Mi objetivo inicialmente fue trabajar en televisión. En realidad en cine, pero en el segundo año de la universidad, tenía 19 años, empiezo a laburar en televisión, en un lugar más técnico”. Después decidió combinar su pasión por los videojuegos con su carrera y eso derivó en un programa de YouTube que hablaba de novedades sobre Xbox. Salía todo los viernes y él armaba los guiones en los momentos en los que estaba tranquilo en el trabajo.
Pero él sentía que el contenido necesitaba un espacio que lo contenga para asentarse, por lo que creó una página de actualidad de videojuegos, donde todos los viernes se publicaba el programa. Ahí encontró lo que sintió que le gustaba: “le dije a mi viejo, si me decís que puedo hacer esto para toda la vida, yo estoy chocho. Escribía cinco o seis artículos por día o alguna cosa más elaborada, una review”.
En el 2017 se sumó a Press Over, un sitio de periodismo sobre videojuegos. “Me interesaba saber qué pasaba atrás con la gente que hace videojuegos. Así conocí, por ejemplo, a la gente del primer sindicato de videojuegos de Francia. Y empecé a trabajar más en ese tipo de noticias, sobre temas más sociales”, recordó. Durante dos años se enfocó en ese proyecto, pero en paralelo empezó a meterse en el competitivo, “pero muy por afuera, me empezaba a enterar de lo que estaba pasando”.
“Yo que venía de trabajar en gaming, sentía que los medios en ese momento le estaban dando la espalda a esto. Si esta industria está creciendo, está dando trabajo. Me sorprendía eso. Y me enamoré. Hoy estoy fascinado y me encanta el competitivo. Me encanta sentarme a ver”, explica. Después de irse de Press Over le llega la propuesta de sumarse a LVP como community manager para la Unity League. La Unity estaba empezando, era la primera vez que la LVP en Argentina agarraba CSGO, entonces fue iniciar desde cero las redes, “tratar de darle cierta identidad y distinguirla”.
En agosto del 2020 aparece otra oportunidad: sumarse a una nueva organización de esports que estaba a punto de nacer. Esa organización es KRÜ Esports, que tiene al frente al Kun Agüero. “Yo venía de trabajar en una liga y trabajar en un club es algo completamente distinto. Una liga no te permite ser fan. Podes serlo, pero no podes demostrarlo. Pasar a KRÜ me permitió eso. Más estando desde el minuto cero y ver cómo la organización se iba armando. Lo lindo que tiene los esports es eso, la emoción, la adrenalina, la frustración también”.
“Una de las cosas que hablamos al principio de todo es que no nos queríamos quedar con el nicho, porque el Kun no venía del nicho. Teníamos que ser un reflejo del Kun. El Kun no fue el único ni el primero de los deportistas que se metió en esports y, sin embargo, se destaca. Y la diferencia está en cómo se aproximó. Cuando él prendió stream dijo “soy uno más”, se puso al lado de la gente, habló uno a uno y se mostró tal cual es. Ese acercamiento es algo que había que reflejar en las redes, por eso siempre buscamos puntos de contacto con la gente, yo trato de responderle a todos”, recuerda.
En ese aspecto, destaca la impronta que les marcó Mariel Lluch, Project Manager de KRÜ. Desde el inicio les pidió que no den por hecho que la gente sabe y que se tomen el tiempo para contar y explicar las diferentes situaciones que iba atravesando la organización: “a mi lo que me gusta es el contacto con la gente, es lo que más disfruto. Y veo que hay un interés muy grande por hablar con la gente que hace, las caras detrás de. Lo que veo en chicos de 18, 19, 20 años es que quieren trabajar en esports, lo ven como una carrera posible y quieren saber cómo hacerlo
Como una organización que nació en un momento cruzado completamente por la de la pandemia, la Argentina Game Show va a representar el primer momento en el que se puedan encontrar cara a cara con los fans que los acompañaron durante el primer año. “Va a ser la primera vez que nos mostremos frente a la gente y estamos trabajando para que todo eso que la gente amó en virtual, pueda encontrarlo en el presencial. Nuestro foco está en que la gente nos vea y se vaya contenta de habernos conocido. Y cuando esté la gaming office la idea es generar actividades con los fans y que puedan venir a visitarnos”, adelanta.
A pesar de ser una organización joven, en su primer año de vida KRU logró construir un vínculo destacado con los seguidores que fueron sumando durante ese período. En un principio fue clave la figura del Kun Agüero, pero con el tiempo tomó un lugar cada vez más importante la identidad que construyeron a través de sus redes sociales y cómo reflejaron la impronta de cada integrante. “Onur nos dijo hace un tiempo que algo que habíamos hecho muy bien es lograr que la gente sea fanática de KRÜ y eso para mi es un gran elogio. Me gusta estar ahí, mostrarle a la gente que los escuchamos, que no hace falta que tengas 10 mil seguidores para que yo te de bola. Es importante escucharlos y respetarlos y la relación surge de eso. Mi trabajo es generar instancias de encuentro”, explica.
Tom, además, se refirió al presente de la región, donde el rol de los community managers toma un rol cada vez más destacado, en gran parte gracias a las experiencias exitosas que lograron afianzar muchas organizaciones.
“El rol de CM se está desarrollando cada vez más. Lo que hacen organizaciones como Furious, Isurus, 9z. Están haciendo algo más que solo comunicar partidos. Abren las puertas a sus oficinas, te invitan a conocer a sus jugadores, a sus historias. Ese tipo de contenido me parece muy enriquecedor, sale del estándar y es lo que hace que cada vez más gente sea fan de la organización y no solamente de un miembro”, reflexiona.
En ese sentido, siento que los chicos y chicas que hoy consumen esports como fans de un club y que al mismo tiempo aspiran a desarrollarse profesionalmente en la escena, tanto como jugadores como en cualquier otro rol, van a generar a futuro un crecimiento cualitativo, “porque se formaron dentro de un ámbito que ya está vivo. Va a ser interesante ver eso de acá a diez años, va a fortalecer toda la presencia de los esports en la sociedad en general”.
“Nosotros, como generación, todavía estamos bancando muchos estigmas. Para la cabeza de mucha gente todavía los juegos son para nenes. Somos la generación que empezó a barrer eso y se va a terminar de romper con los chicos que vienen atrás nuestro. Yo voy a ser papá en unos meses y pienso en las posibilidades para él y que exista la posibilidad concreta de que me diga que quiere trabajar en esports y yo se que no va a recibir un comentario negativo. Estamos viendo el inicio de eso, el empuje final de los que los esports y los videojuegos en general sean una industria igual de válida -como futuro profesional- que la medicina, la abogacía. Lo que viene atrás nuestro va a ser mejor, le tengo mucha fe a los chicos que están empezando”, cerró.
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