A pesar de la transpiración y el cansancio que le dejó la victoria ante Croacia, Luis Scola atendió a la prensa con una calma sorpresiva. Su tranquilidad se debe a la satisfacción de la producción de la Generación Dorada, y el segundo triunfo consecutivo fue una muestra de ello.
"Nos sentimos cómodos y comprometidos, pero van a venir maldades pronto", le dijo Luifa a Infobae, y argumentó que "no siempre se puede jugar tan bien".
"Esperemos mantener la intensidad para que, esos días, lo podamos compensar con actitud. Tenemos que estar preparados para cuando vengan las derrotas", disparó una de las figuras de la noche.
A su lado, Emanuel Ginóbili mantuvo la misma línea que su amigo. "Fue un partido fundamental, pero ahora tenemos que dar otro golpecito", confesó Manu, del mismo modo que Facundo Campazzo, quien destacó la importancia del resultado: "Conseguimos algo muy bueno contra un gran equipo, demostramos que estamos a la altura".
En cambio, Sergio Hernández se encargó de analizar el cotejo con su habitual sinceridad y claridad. "Estamos molestando mucho a los rivales con un bloque muy alto y aprovechamos muy bien los errores que cometen. Sabemos que estamos con suerte y que no tenemos que bajar el ritmo, porque es lo que más le molesta a los europeos", advirtió.
Además, la Oveja reconoció que "los últimos siete minutos fueron cualquier cosa". "Nosotros hicimos lo que pudimos y ellos nos tiraron con todo", explicó el entrenador sin omitir cuáles fueron sus preocupaciones en el Arena de la Juventud: "La rotación fue más corta, en un momento Scola no tenía piernas; el Chapu estaba muy cansado (con muchas faltas personales) y el técnico de ellos puso a 4 aleros en la cancha. Tuvimos que terminar con Delfino de cuatro para emparejar".
Las dos victorias consecutivas despiertan la ilusión en los hinchas. Sin embargo, los protagonistas optaron por la cautela. "Sólo ganamos dos partidos, todavía podemos quedar afuera del grupo. Estamos contentos, pero faltan España, Brasil y Lituania", dijo Scola.
"Es normal que con estos partidos nos empiecen a considerar más, pero tenemos que mantener la calma, la cabeza y la humildad. Sabemos que todo nos cuesta un huevo y que para quedar entre los tres primeros nos vamos a tener que raspar mucho", agregó Manu y le agradeció al público el cambio de actitud que tuvo en relación al debut ante Nigeria: "Cuando hicimos el calentamiento noté que había aliento a favor nuestro y no en contra de equipos a los que no enfrentamos, fue una fiesta".
Luifa, otro de los referentes que había pedido más respeto por los brasileños, también reconoció el apoyo porque "cada uno puede hacer lo que quiera". "Nosotros no le decimos qué hacer a nadie, sólo dimos una opinión. La gente cantó de otra manera y me pareció mucho más divertido, más agradable y me sentí mucho más identificado", explicó.
El próximo jueves a las 22:30 Argentina hará su tercera presentación frente a Lituania, un rival que superó a Brasil y a Nigeria en sus dos encuentros previos. Sin embargo, la dificultad que significará ese duelo todavía no está en la cabeza de Sergio Hernández. "Todavía no sé lo que voy a comer y vos me preguntás por ese partido", concluyó el DT, antes de ir a festejar con sus dirigidos.