En la cuarta jornada del juicio por la muerte de cinco bebés recién nacidos y el presunto intento de homicidio de otros ochos en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba, declaró el exministro de Salud Diego Cardozo. En su testimonio aseguró que no tenía conocimiento sobre la reunión entre un fiscal y directivos del área sanitaria.
Mientras transita una enfermedad oncológica, el exministro de Salud se presentó ante la Justicia para declarar en la causa donde se encuentra imputado. Con el barbijo puesto, Cardozo dio su versión sobre las muertes de los recién nacidos.
Luego de declarar, afirmó en diálogo con El DoceTv que “es una semana difícil, no es nada grato estar en estos espacios. Es lo que nos toca”. De inmediato se dirigió a los padres de las víctimas para expresar su solidaridad ante un momento tan doloroso.
“Quiero contarles desde mi persona mi relato, cómo fueron las cosas desde el momento que tomé conocimiento. Todo está en escrito en mi declaración desde hace dos años. Yo guardé un silencio respetuoso porque entiendo su dolor”, aseguró Cardozo respecto al motivo por el que no estableció contacto con las madres.
En junio del año pasado, la Justicia definió cerrar la causa paralela contra el fiscal Guillermo González y el médico forense David Dib al considerar que la reunión desarrollada tras la muerte de bebés; y donde participó el exsubdirector administrativo del hospital, no implicó un delito.
El fiscal de la Cámara de Acusación, Jorge Leiva fue el responsable de enviar al archivo la causa, y los familiares de las víctimas cuestionaron la decisión. En cuanto a dicho encuentro, el exministro de Salud indicó que desconocía la reunión que tuvieron el exvicedirector de Gestión Hospitalaria del Neonatal, Alejandro Escudero Salama, el fiscal Guillermo González y el médico forense David Dib.
En tal sentido, Cardozo reafirmó: “Lo quiero dejar claro, conciso y concreto: nunca tomé conocimiento de esa reunión, sino hasta fines de agosto”.
Consultado sobre su vínculo con los familiares de los bebés, el exministro afirmó que “no los puedo ver, ni saludar”. Sin embargo, aclaró que “si me dejan ellos, me gustaría saludarlos y solidarizarme, que sepan que quiero que se sepa la verdad”.
Frente a la imputación que enfrenta, Cardozo afirmó “querer estar en paz” y para lograrlo “hay que esclarecer el caso. Yo venía bien de mi patología y tuve una recaída después de esto. Yo sé el pronóstico que tengo, es difícil transitar una patología oncológica en la que tuve recaída”.
“Sin lugar a dudas, a mí me afectó de una manera tremenda. Esta causa me robó la vida, parte de mi vida. Necesito paz y que esas madres tengan paz, que se sepa la verdad”, concluyó el médico.
Por otra parte, la médica Claudia Elizabeth Ringelheim, imputada por omisión de deberes de funcionario público y encubrimiento doblemente calificado, señaló que una funcionaria del Ministerio de Salud provincial estaba al tanto de los hechos un mes antes de que se presentaran las denuncias.
Ringelheim declaró que el 8 de junio de 2022 se llevó a cabo una reunión de emergencia en el hospital, apenas un día después de que ocurrieran las últimas dos muertes de recién nacidos. En esa misma fecha, también se registraron dos casos de bebés que sufrieron descompensaciones graves pero lograron sobrevivir.
Durante la reunión se presentó una “línea de tiempo” que detallaba los eventos ocurridos desde el 18 de marzo hasta el 6 de junio de ese año. Según la médica, esta presentación estuvo a cargo de Marcela Yanover, directora de Maternidad e Infancia del Ministerio de Salud provincial, y de Genoveva Ávila, directora de Enfermería del mismo organismo.
El testimonio ha generado un fuerte contrapunto con la médica Adriana Moralez, también imputada en el caso, quien en medio de la audiencia solicitó la palabra para desmentir parte del testimonio de su colega.
Según Moralez, nunca existió tal línea de tiempo, sino una presentación de los 13 casos para los que no encontraban explicaciones claras. Un intento por establecer que, para esa fecha, no había un hilo que uniera a las cinco muertes y las ocho descompensaciones. Pese a la contraposición, ambas coincidieron en que el Ministerio de Salud estaba al tanto de la situación y tenía en carpeta las sospechas de que algo estaba pasando en el Neonatal.