El juez electoral de la provincia de Buenos Aires, Alejo Ramos Padilla, alertó sobre la “falta de certezas” para las elecciones del año que viene en ese territorio y le reclamó a las autoridades políticas tomar definiciones “cuanto antes” para no poner en riesgo su organización y garantizar que los comicios se desarrollen sin dificultades.
El magistrado envió un informe ayer al jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos, al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y a las autoridades nacionales y bonaerenses que intervienen en la organización de las elecciones. El magistrado planteó cuatro escenarios posibles para los comicios del año que viene.
“Las certezas alcanzadas hasta el momento para el desarrollo de los próximos comicios 2025 son aún escasas. La incertidumbre sobre la modalidad de convocatoria a las elecciones provinciales (simultaneidad, concurrencia o desdoblamiento), a la que se le suma el anuncio sobre la posible suspensión o eliminación de las elecciones primarias, conocidas como PASO, en el orden nacional; son y han sido expuestas como una dificultad para la planificación y adopción de medidas concretas y necesarias para el desarrollo del proceso electoral PBA 2025″, señaló Ramos Padilla como conclusión tras las cuatro reuniones que en los últimos meses mantuvo con funcionarios de ambos distritos.
La incertidumbre surge como consecuencia de algunas definiciones. Por ejemplo, se utilizará por primera vez la boleta única de papel para los cargos nacionales -senador y diputado para la provincia- pero todavía no se resolvió si la Provincia desdoblará sus comicios o si se eliminarán las PASO.
El juez resaltó que el cronograma electoral comenzará los primeros meses del 2025 y que “es fundamental iniciar, cuanto antes, el proceso de capacitación, preparación, previsión y aprovisionamientos necesarios”. Sobre todo en un distrito como el de la provincia de Buenos Aires que tiene el 40 por ciento del padrón nacional y con números de magnitud: 14 millones de personas habilitadas para votar, más de 40 mil mesas de sufragio, 120 mil autoridades de mesa, siete mil establecimientos de votación. Todo eso en 135 municipios que tienen un extensión de 307.571 kilómetros cuadrados.
Así, Ramos Padilla planteó en su informe, al que accedió Infobae, cuatro escenarios electorales posibles y cada uno con sus particularidades.
El primero es el de elecciones simultáneas. Eso es que los comicios nacionales y provinciales se hagan el mismo día y con el mismo sistema, es decir con la boleta única. Para que eso ocurra el gobierno de Kicillof debería adherir a la boleta única.
El juez señaló que ese sistema es el más simple para la organización. Requiere una única capacitación para las autoridades de mesa, facilita la elección a los votantes y tiene un menor gasto. Sí advirtió que se necesita “al menos dos autoridades en cada mesa de votación el día de la elección, dado que, en cada mesa, se deberán gestionar dos urnas y dos talonarios de boletas: uno para las elecciones nacionales y otro para las provinciales”.
El segundo escenario es el de las elecciones concurrentes que se hacen el mismo día pero con sistemas distintos (la nacional con boleta única y la provincial con la tradicional boleta sábana). Allí se necesitan dos urnas distintas “con los inconvenientes de espacio y logística tanto para la etapa de distribución como su repliegue y custodia después del comicio”, también la instalación de dos lugares distintos para votar: una cabina o biombo para la boleta única y un cuarto oscuro para la boleta sábana.
También implica una mayor complejidad para el elector que deberá afrontar dos sistemas distintos y para los tiempos: “Es probable que esto prolongue los tiempos de la jornada electoral, ya que cada elector podría tardar más en completar su votación”. Lo mismo en la tarea de las autoridades de mesa.
El juez recordó que ese sistema se utilizó el año pasado en las PASO en la ciudad de Buenos Aires y trajo problemas. Para los cargos nacionales se votó con la boleta sábana y para los locales con voto electrónico. Muchas máquinas funcionaron mal lo que hizo que en algunos colegios se extendiera el horario de votación. Para las elecciones generales se eliminó el voto electrónico.
El tercer escenario es de elecciones desdobladas en fechas diferentes. “El desdoblamiento de las elecciones nacionales y provinciales podría representar el escenario más complejo y costoso desde la perspectiva de la gestión electoral en la Provincia de Buenos Aires”, sostuvo Ramos Padilla que recordó que desde 1983 con el regreso de la democracia nunca se desdoblaron las elecciones bonaerenses.
El juez señaló en ese caso la elección nacional estará bajo su organización y la provincial a cargo de la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires. Inevitablemente los cronogramas electorales se superpondrán lo que provocará que no se puedan compartir los recursos humanos y material. El magistrado lo definió como “un estrés considerable en el sistema electoral”.
La decisión de desdoblar o no las elecciones es de Kicillof y tiene como plazo máximo 60 días antes del comicio. Allí hay una disputa política entre el gobierno provincial y la ex presidenta Cristina Kirchner sobre qué decisión le conviene más a su espacio.
El cuarto y último escenario que plantea la justicia electoral es el de la eliminación de las PASO. Hay varios proyectos en el Congreso Nacional y es una idea que impulsa el gobierno de Javier Milei.
Si las PASO se elimina se evitaría un turno electoral, con lo que eso implica para la organización y la logística. El informe destaca que en ese caso son los partidos políticos los que deben definir internamente sus candidatos según sus cartas orgánicas. Pero muchos las modificaron para adecuarse a las PASO o no tienen mecanismos de elección interna.
El juez valoró como positivo de las PASO que permiten ordenar la oferta electoral y que se llegue a las elecciones generales con menos partidos y menos candidatos ya que deben obtener en las primarias un piso del 1,5 por ciento de los votos.
Ramos Padilla destacó que cualquiera sea el escenario de votación implicará la necesidad de aumentar la infraestructura para las urnas ya que se necesitarán el doble.
“Es urgente que las autoridades políticas brinden, cuanto antes, las certezas que permitan avanzar con la organización de los comicios para no ponerlos en riesgo”, concluyó el juez en su informe.