En una resolución dictada por unanimidad, el Tribunal Oral Criminal Federal de Corrientes condenó a diez años de prisión a un teniente primero del Ejército por el delito de abuso sexual con acceso carnal contra una subordinada de la fuerza. El hecho ocurrió en julio de 2023, cuando la víctima fue atacada mientras dormía en su habitación en el Batallón Monte 12 de la ciudad de Goya.
El fallo, emitido este miércoles por los magistrados Víctor Antonio Alonso, Fermín Ceroleni y Juan Manuel Iglesias, estuvo en línea con el requerimiento de pena formulado por el fiscal general Carlos Schaefer y la auxiliar fiscal Tamara Pourcel. La defensa había pedido la absolución del imputado.
Durante el juicio, desarrollado entre el martes y el miércoles de esta semana, los representantes de la acusación imputaron al teniente primero Pedro Roberto Trogliero de ingresar al cuarto de la subteniente A.N.T., ubicado en el Casino de Oficiales de ese Batallón del Ejército, y abusarla sexualmente mientras dormía, en la madrugada del 16 de julio de 2023.
Según publicó el portal del MPF, Schaefer y Pourcel señalaron que los elementos de prueba recogidos durante el debate oral llegaron a acreditar tanto el hecho como la responsabilidad del acusado, jerárquicamente superior a la damnificada dentro del escalafón militar. Entre las evidencias, mencionaron la denuncia presentada por la víctima, quien en dos entrevistas detalló con precisión las circunstancias de tiempo y lugar del episodio. Asimismo, una pericia psicológica reveló síntomas compatibles con una “experiencia traumática de contenido sexual”.
En el marco de los alegatos de cierre, la fiscal auxiliar Pourcel subrayó que esta clase de delitos sexuales, al perpetrarse en ámbitos privados y sin testigos, exigen “un análisis en el cual la prueba indirecta resulta dirimente”. A su vez, hizo énfasis en el acta de denuncia que inició el expediente, donde la subteniente relató que aquella madrugada despertó desnuda en su habitación con un hombre encima que la estaba abusando. Como no supo cómo reaccionar, señaló que se quedó inmóvil hasta que preguntó quién era.
Siempre de acuerdo a dicha acta, Trogliero se identificó con su nombre, y eso le permitió a la víctima reconocerlo. Tras echarlo del dormitorio, el acusado le envió un mensaje invitándola a pasar a su cuarto. La mujer también dio cuenta de que varios suboficiales de la unidad militar le habían alertado antes sobre el imputado, ya que había tenido un conflicto con otra camarada de la fuerza y había sufrido un arresto por tocar mujeres en un boliche.
La fiscalía consideró en su exposición que el ilícito juzgado vulneró los derechos de la víctima, en tanto significó para ella un “sometimiento” y una “humillación” ligada a una “relación asimétrica” con el agresor. Además, señaló que el ilícito comprometió “a las instituciones del propio Estado Nacional, el cual es el encargado de velar por el respeto de los derechos humanos de las mujeres en función de todos los compromisos internacionales”.
Así las cosas, Schaefer y Pourcel pidieron que el caso fuera considerado un acto discriminatorio y de violencia de género, en línea con la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y la Convención de Belem do Pará, de aplicación a nivel nacional. Solicitaron también una batería de diligencias con el fin de “evitar la impunidad y que este tipo de hechos vuelvan a repetirse”.
Entre ellas, requirieron que la información genética de Trogliero fuera incorporada al Registro Nacional de Datos Genéticos y que, además, el Ministerio de Defensa de la Nación remita al Batallón Monte 12 un protocolo de actuación aplicable en casos de violencia de género con el propósito de garantizar “la protección integral de las víctimas”.
Los jueces estuvieron de acuerdo en un todo con la formulación fiscal. Luego de dictar la condena a prisión del oficial, el tribunal correntino aclaró que los fundamentos de la sentencia se conocerán el 6 de febrero al mediodía.