Oscar Centeno, el chofer clave en la causa por los llamados Cuadernos de la corrupción, se presentó este miércoles en el Palacio de Tribunales para cumplir con el peritaje caligráfico que la semana pasada había dispuesto el Tribunal Oral Federal 7, que llevará adelante el juicio oral, tal como lo había revelado Infobae. Con gorrita y fuertemente custodiado -porque sigue bajo el programa de Protección de Testigos e Imputados Colaboradores, al chofer lo hicieron escribir en un cuaderno de similares características a los originales varios de los tramos de aquellas escrituras para cotejar y corroborar si él fue al autor de esos manuscritos. La ex presidenta Cristina Kirchner mandó su perito para presenciar el procedimiento.
Incluso, señalaron a Infobae fuentes judiciales presentes, varias veces le pidieron escribir frases y direcciones que ya fueron puestas en duda en una causa paralela: la que impulsó el empresario Armando Loson, procesado en el expediente principal, quien aseguró que en las menciones que lo aludían había tachaduras y enmiendas que no había hecho el propio Centeno. Un peritaje privado y luego uno ordenado por el juez Marcelo Martínez De Giorgi determinó que la letra de esas enmiendas pertenecería a un amigo de Centeno, Jorge Bacigalupo, el ex policía y remisero que le entregó los relatos de Centeno al periodista de La Nación Diego Cabot.
El trámite se hizo en el marco de una ampliación de indagatoria que dispuso el tribunal. Por eso se le recordaron sus derechos y que podía negarse a participar del peritaje. La fiscal Fabiana León estuvo presente en la audiencia y el defensor oficial de Centeno Sergio Steizel.
La perito oficial es la segundo Comandante Lilia Patricia Sendra Schamne. Como peritos de parte asistieron los de Cristina Fernández, del propio Centeno y de los empresarios Juan Carlos De Goycoechea, Mario Maxit, César Arturo De Goycoechea, Hugo Alberto Dragonetti, además del perito de las defensas de los empresarios Armando Roberto Loson, Jorge Guillermo Neira y Gerardo Luis Ferreyra.
Al inicio de la causa de los Cuadernos, Centeno declaró primero en indagatoria y luego como arrepentido y confesó haber escrito el relato de esos viajes que hacía Baratta, uno de los funcionarios del entonces ministro de Planificación Julio De Vido, en los que -según afirmó- se buscaban bolsos con dinero. Muchos ex funcionarios y empresarios, también al declarar como arrepentidos, confirmaron esos pagos.
Por esa causa, Cristina Kirchner está acusada de ser la jefa de una asociación ilícita que se dedicaba a recaudar coimas. Además, decenas de empresarios de primer nivel -entre ellos Ángelo Calcaterra, primo de Mauricio Macri- fueron acusados de “cohecho”. Todo se conoció públicamente en agosto de 2018, cuando el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli llevaron adelante las primeras detenciones. El expediente se transformó en una megacausa, en la que hay 174 acusados. El viernes pasado, finalmente, el TOF 7, a cargo de Enrique Mendez Signori, Fernando Canero y Germán Castelli, ordenó que el debate oral comience el 6 de noviembre del 2025. Pero al disponer el llamado al debate oral, también ordenaron avanzar con el peritaje sobre los manuscritos. Y por eso la citación para la prueba caligráfica.
En una declaración en otra causa, Centeno confirmó la autoría de los manuscritos: “Escribía porque era una costumbre castrense que solía tener formada de anotar todo lo que se hacía con el vehículo. El horario de salida y de entrada, y el lugar al que se iba, además de otras cosas personales”, dijo. No hubo anotaciones entre 2010 y 2011. “Dejé de escribir porque había fallecido el doctor Néstor Kirchner y pensé que no se iban a hacer más estos viajes, y además porque tenía un poco de temor porque yo sacaba fotos y videos”, afirmó.
Esos cuadernos recuperados quedaron a disposición del TOF desde que aparecieron en 2019, pero los jueces se habían negado a entregar los originales para que fueran peritados por el juez Marcelo Martínez De Giorgi, quien investigaba las irregularidades denunciadas por el empresario Armando Loson en las hojas que aludían a él. La denuncia fue hecha sobre la base de un peritaje privado en el que se detectaron enmiendas en las menciones que lo comprometían. El juez ordenó un peritaje caligráfico oficial y confirmó que otras manos escribieron en los cuadernos, además de las de Centeno. Ordenó chequear con la letra de Hilda Horowitz, la ex mujer de Centeno, y con la de Bacigalupo. Y allí, según se informó, se encontraron coincidencias.
Bacigalupo fue allanado, llamado a indagatoria y procesado por Martínez De Giorgi hace un año. Pero en julio pasado la Cámara Federal revocó ese procesamiento y ordenó llevar adelante un nuevo peritaje sobre esos escritos, aunque esta vez sobre los originales que aparecieron dos años después del inicio de la causa y quedaron incorporados al expediente. No solo se busca analizar las enmiendas, sino confrontarlas con manuscritos “indubitables” que haya hecho el ex policía investigado. A la espera de esos peritajes que solo aluden a Loson, el Tribunal Oral ahora pasará a chequear la letra de Centeno.