Germán Moldes, una de las figuras fuertes de los tribunales de Comodoro Py, falleció en las últimas horas a los 77 años. Había renunciado a su cargo como fiscal general ante la Cámara Federal porteña en 2019, luego de una intervención quirúrgica. Sin embargo, su nombre continuaba teniendo relevancia en el edificio de Retiro, que hoy se sorprendió con la noticia de su muerte.
Su salud se había deteriorado en los últimos meses. Será velado desde esta tarde en una casa de sepelios de la calle O’Higgins y sus restos serán inhumados mañana, en el cementerio privado de Pilar.
Hincha de San Lorenzo y amante de la cultura y el arte romano, Moldes ocupaba desde 1995 uno de los cargos clave en el engranaje de la justicia federal, donde se investigan-entre otros- los casos de corrupción cometidos por funcionarios públicos de la administración nacional. La fiscalía de Cámara tiene la facultad de sostener los recursos presentados por los fiscales de primera instancia contra las decisiones de los jueces o de desestimarlos. Y tiene la facultad de apelar ante la Cámara de Casación las decisiones tomadas por la Cámara Federal. Esa fiscalía es, por tanto, una de las llaves más importantes para impulsar o cerrar causas en la justicia federal.
Designado en su cargo por el gobierno de Carlos Menem, no tuvo una mala relación funcional con el kirchnerismo en los tiempos de Néstor Kirchner. Esa sintonía se rompió en la segunda presidencia de Cristina Kirchner. Eran tiempos de intento de “democratización” de la justicia y avanzada desde el Ejecutivo cuando las investigaciones penales contra sus funcionarios comenzaban a crecer.
Moldes tuvo un bajo perfil público hasta principios de 2015. Fue uno de los organizadores e impulsores de la marcha que se realizó el 18 de febrero de aquel año para pedir que se aclare el modo en que murió el fiscal Alberto Nisman. “Hay que desratizar el Poder Judicial”, sostuvo luego de la negativa a abrir la investigación por el Memorándum con Irán. “No todos los que actualmente tienen el honor de llamarse jueces, lo merecen, no todos son rescatables, es necesario una desratización y una fumigación de este ambiente tan corrompido”. “A mí me da vergüenza, esto es una parodia, una farsa”, subrayó Moldes.
A partir de entonces criticó duramente a la expresidente de la Nación y hasta llegó a pedir su detención en la investigación por corrupción conocida como Caso Cuadernos. Desde el kirchnerismo cuestionaron con vehemencia varias de las decisiones que tomó como fiscal de Cámara. “Las causas de corrupción avanzan, pero hay un límite para eso. Hay algunos jueces que no están dispuestos a llegar al nivel de Cristina. Con el nuevo Gobierno se reciclaron porque si hay un tipo que tira bolsos con dinero por arriba de una pared, es más difícil”, sentenció.
El 16 de septiembre de 2019, Moldes fue operado en el Sanatorio de la Trinidad porque tenía la carótida derecha obstruida. Había tenido 23 micro infartos cerebrales previos a la cirugía a la que fue sometido. Su estado de salud selló su renuncia. Se había alejado del mundo judicial, aunque sus amigos y allegados seguían en contacto. Pero en los últimos meses su salud se había deteriorado. En su cuerpo y en su ánimo. No quería reuniones ni visitas. Sus familiares lo acompañaron hasta último momento.