Alrededor de cien estudiantes de secundario de colegios públicos y privados de CABA y GBA participaron este miércoles en un simulacro de juicio oral y público en el Palacio de Justicia porteño como última actividad anual de una propuesta educativa que busca construir ciudadanía y acercar el Poder Judicial a las nuevas generaciones. Se trata del programa “La Justicia va a la Escuela”, con más de 20 años de rodaje, que a lo largo del año desarrolla talleres con magistrados nacionales y federales donde se debaten y profundizan temáticas como la independencia judicial, el proceso de toma de decisiones, la articulación entre los tres poderes del Estado y los valores intrínsecos de una república.
El programa, creado bajo el ámbito Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional (AMFJN) tiene como punto culminante cada año una experiencia inmersiva de los alumnos a través de la representación de un debate oral, donde los jóvenes asumen los roles de jueces, fiscales, defensores públicos, querellantes, secretarios, testigos, peritos y asistentes para desarrollar un caso en compañía -y con el continuo asesoramiento- de magistrados del Poder Judicial. En esta ocasión, el encuentro se llevó a cabo en el icónico Salón de los Derechos Humanos de la Corte Suprema de Justicia, sede en 1985 del histórico Juicio a las Juntas Militares.
La directora del programa, la ex jueza civil Virginia Simari, junto al juez y titular de la AMFJN, Andrés Basso y la especialista en gestión educativa, Lorena Vaccher, inauguraron la jornada pasadas las 9 ante la mirada atenta de decenas de estudiantes que durante un mes habían venido preparando lo que luego sería puesto en práctica en los estrados. Los profesores y tutores escolares, a los costados de la sala de audiencias, podían sentir, acaso, los nervios que atravesaban los menores ante la incipiente nueva experiencia.
El juez Basso fue el primero en tomar la palabra para saludar a los chicos y abrir el acto. “Lo primero que puedo decirles -expresó- es que este programa tiene múltiples beneficios: está dirigido expresamente a las nuevas generaciones, a los jóvenes estudiantes de colegios secundarios de CABA y GBA, además de la representación federal de muchísimas provincias de nuestro vasto territorio nacional. Esto es un gran acierto, porque de alguna manera permite acercar el Poder Judicial de la Nación y los Ministerios Públicos a ustedes. Permite que ustedes puedan participar, que puedan conocer el funcionamiento del servicio de justicia en general”.
Luego aseveró: “Esto no es menor, porque muchas veces uno habla de la importancia del Poder Judicial y de los Ministerios Públicos, y hacemos mucho hincapié en el resguardo de la independencia judicial, y gracias a este tipo de iniciativas, donde se involucran, participan y conocen el servicio de justicia, ustedes pueden entender el valor concreto de lo que se habla. (...) Estoy seguro de que programas tan importantes y exitosos como este permiten a ustedes adentrarlos en esta cuestión -referida al funcionamiento de la justicia- y mostrarles la necesidad de la independencia judicial”.
A su vez, al continuar enumerando las virtudes de “La Justicia va a la Escuela”, el presidente de la AMFJN señaló: “A nosotros, como integrantes de este poder del Estado, en momentos donde la ciudadanía nos interpela constantemente, nos resulta importantísimo acercarnos para mostrarle nuestra labor. Sabemos que la percepción de la sociedad es compleja en su visión del Poder Judicial, y este tipo de programas nos permite modificar esa imagen”. Y cerró: “Es importante formar jóvenes comprometidos con la república y con los valores que todos tenemos que defender, con instrucción cívica y compromiso. Ustedes son los verdaderos protagonistas”.
La educadora Vaccher agradeció a los docentes de los distintos establecimientos educativos por haber acompañado a los menores a lo largo de todo el ciclo 2024 del programa. Después les habló a los chicos: “Sin dudas hoy será un antes y un después, porque este programa, que hoy se corona con el simulacro, va a dejar una huella imborrable en cada uno de ustedes. (...) Aprovechen este espacio para disfrutar, pasarla lindo, pensar otras cosas, porque esta experiencia los invita a pensar otras cosas. Sigan apostando a una ciudadanía comprometida, porque jóvenes como ustedes van a transformar la realidad en la vida diaria y cotidiana. Gracias por venir”.
Antes de iniciar el juicio, la ex jueza Simari, inspiradora y directora del programa, expresó: “Quiero empezar felicitándolos por todo el camino que hicieron durante el año con los talleres presenciales en las escuelas. Todo esto constituye un conjunto que hace al programa. Quiero agradecerles a mis colegas, jueces, fiscales y defensores públicos, que brindan su tiempo con la convicción de que con esto están colaborando a construir una ciudadanía responsable y empática”.
“El propósito inicial del programa es acercar el Poder Judicial a la ciudadanía. Que la gente conozca de qué se trata de primera mano y en la interacción directa con magistrados, por qué la república tiene que tener jueces, fiscales y defensores, cuál es el rol de cada uno y cuál es el proceso de la toma de decisiones”, dijo la ex titular de la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina.
Para finalizar, Simari destacó la importancia de desarrollar “pensamiento crítico” ante la irrupción de la Inteligencia Artificial Generativa. “Esto es un elemento esencial de cara al mundo que viene -consideró-, porque la IA generativa es sin duda una herramienta que viene a resolvernos un montón de situaciones, y tiene una escala donde el mundo pasa a ser otro, pero así como es una herramienta que nos resuelve la vida, también es cierto que para que sea eficaz es preciso que seamos lectores agudos de la realidad, capaces de discernir frente a lo que la IA nos trae, para poder analizar, definir dónde pararnos, qué decisión tomar”.
Y remató: “Si no estamos preparados, -la IA- puede causar muchos problemas a nivel individual, social e institucional, pero si en nosotros germinó ese pensamiento crítico y esa capacidad de análisis, potenciará nuestras habilidades. (...) Sean gerentes de vuestras propias decisiones. Disfruten mucho, porque esa es ni más ni menos que la menor forma de aprender”.
Por medio de notas leídas al público, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rossati, y el titular de la Federación Latinoamericana de Magistrados, Marcelo Gallo Tagle, hicieron llegaron sus saludos, ponderaron la actividad educativa y les desearon suerte a los jóvenes que estaban a punto de comenzar a vivir el proceso.
A su término, los alumnos, vestidos formalmente, tomaron posición en los estrados. Una alumna, bajo el rol de jueza y directora del debate oral, tomó el micrófono y, con lenguaje solemne y voz firme, le encomendó a su compañero que lea, como secretario del tribunal, el requerimiento de elevación a juicio del caso que estaba por tramitarse. En la audiencia hubo preguntas, repreguntas y oposiciones con palabras asociadas al ámbito jurídico. Tanto la fiscalía como la querella y la defensoría defendieron con genuino interés cada postura. Los nervios iniciales, a lo largo de las más de 3 horas de sesión, fueron quedando de lado.