La Justicia le dio este viernes un nuevo revés a Fernando Espinoza, en el marco de la causa en la que está procesado por supuesto abuso sexual a su ex secretaria Melody Rakauskas. El intendente de La Matanza había solicitado un permiso para viajar a Barcelona, España, pero el juez Luis Alberto Schelgel, a cargo de resolver la presentación, le negó la salida del país por no haberse presentado esta semana a una pericia psiquiátrica.
En la cronología, Espinoza había hecho su pedido el 18 de octubre. En el mismo, expuso que deseaba viajar el próximo lunes 28 de octubre para quedarse en Barcelona desde el día siguiente hasta el 9 de noviembre “a fin de participar como expositor en el Congreso ‘SmartCity Expo WorldCongress’”.
Si bien la idea de la fiscalía era concederle el permiso, al haberse corrido la pericia a la que no se presentó el intendente para el mismo 28, el juez consideró que “de diferirse el permiso al día lunes y autorizarse, se imposibilitaría cualquier impugnación que desee efectuar la querella. Del mismo modo, si por el contrario, se deniega, se impide cualquier impugnación que desee efectuar la defensa, ni tampoco existiría la posibilidad de sustanciar un nuevo pedido”.
“Debiendo adoptar una decisión en el día de la fecha conforme lo solicita la defensa y teniendo en consideración, como antecedente gravoso que, más allá de los pretendidos argumentos de la defensa, no hay contradicción en cuanto a que Espinoza no se presentó en la oficina correspondiente de la sede del Cuerpo Médico en la fecha indicada, a la hora de la citación ni con posterioridad, a cumplir con el peritaje que ordenó la Sra. Fiscal, habiendo sido notificado fehacientemente, resuelvo no autorizar la salida del país de Tomás Fernando Espinoza”, expuso Schelgel.
Para la querella, existen “riesgos procesales de fuga y de entorpecimiento de la investigación, haciendo mención a los recursos económicos con los que cuenta el procesado, el cargo como intendente del municipio de La Matanza y la cantidad incontable de contactos”. Además, los representantes de Rakauskas recordaron “su comportamiento de absoluta impunidad en el Fuero Civil, donde no se presentó a la citación de la justicia”.
“Demuestra a las claras que es un sujeto que está acostumbrado a no respetar la ley, no respetar al Cuerpo Forense. No respetó a sus peritos, no respetó a su señoría, no respetó nada”, señaló la querella.
El Ministerio Público Fiscal, por su parte, consideraba que correspondía hacer lugar a la autorización solicitada.
“Ha mantenido una conducta procesal adecuada. Además, se corroboró su voluntad de apego al proceso, desde el inicio de la investigación, encontrándose a derecho. Sumado a ello el nombrado carece de antecedentes penales, considerando la suscripta que no existen sospechas fundadas de que el imputado intentará eludir el accionar de la justicia. Además, ha explicado y acreditado a la instrucción que el motivo de su viaje es de índole laboral, adjuntando una copia de la ‘Agenda FAM’, donde surge el itinerario del congreso donde el peticionante participará como expositor y aportó también una copia de los pasajes aéreos, siendo que las fechas de los vuelos coinciden con el permiso de viaje solicitado”, se indicó.
Ante una nueva presentación de la defensa en la que se exigía definir este mismo viernes la cuestión, fue que el juez debió tomar una decisión teniendo en cuenta todas las posiciones y también la pericia pospuesta. Finalmente, la balanza se inclinó ante la negativa a la solicitud y Espinoza deberá permanecer en Argentina y cancelar las reservas que tenía hechas en el Hotel Catalonia Plaza Catalunya.
La causa por abuso sexual contra Espinoza
Espinoza tiene un procesamiento confirmado por abuso sexual y por desobediencia a una orden judicial ya que tenía una prohibición de contacto por cualquier medio con la víctima y, a pesar de eso, habló por teléfono y envió a un funcionario de La Matanza para que la mujer firmara la desestimación de la denuncia penal.
“Tanto las manifestaciones de Melody Jacqueline Rakauskas como los restantes elementos de convicción reunidos fueron evaluados desde una perspectiva regida por la sana crítica y la amplitud probatoria para acreditar los hechos denunciados”, señalaron los jueces de la Cámara del Crimen Juan Cicciaro y Rodolfo Pociello Argerich en una resolución de principios de julio en el que ratificaron el procesamiento de Espinoza que había sido dictado por la jueza de instrucción María Fabiana Galetti. También se confirmó el embargo de 1.500.000 de pesos sobre los bienes del intendente.
La causa contra Espinoza se inició por la denuncia que Raskaukas hizo en persona en la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación a principios de junio de 2021. Relató que por Gustavo Cilia, su entonces pareja y amigo de Espinoza, la llevó a trabajar en la secretaría privada del intendente. Contó que el 10 de mayo de ese año Espinoza le dijo que iba a ir a cenar a su casa. Y que allí ocurrió el abuso.
En la denuncia contó que durante la cena Espinoza le dijo que estaba contracturado y le pidió masajes. Ella le dijo que no y lo mandó a descansar, pero la respuesta fue: “No tengas miedo, dale”. De manera intimidante se desabrochó la camisa, afirma la denuncia. Le dijo que no tuviera miedo porque “las mujeres de sus amigos tenían bigote”.
“Fernando, no sé qué vas a hacer, pero te pido que no, te pido que te vayas de mi casa”, le dijo la mujer. Pero Espinoza “una vez dentro de la habitación se quitó el pantalón, la camisa que previamente se había desabotonado y quedó en ropa interior”. Cuando volvió a pedirle que se fuera, “el imputado la sujetó fuertemente, indicando la víctima que no recordaba exactamente cómo pasó, pero que él logró terminar encima de ella en la cama”.
Y durante ese lapso, Espinoza comenzó a besarle la zona de sus pechos y a tocarla por encima de la ropa mientras le decía “quedate tranquila, siempre te tuve ganas, va a estar todo bien”, y le pedía que le practicara sexo oral, intentando a su vez quitarle las prendas que vestía en contra de su voluntad, lo que habría llevado a que le rompiera la camisa que ella tenía puesta, además de intentar bajarse su propia ropa interior, lo que no consiguió porque la víctima hacía fuerza para impedirlo. “Bueno, listo, ya está, se terminó todo, me voy, ya está, no te preocupes. Sos una boluda, no sabés lo que te perdés, pero bueno, allá vos”, le respondió Espinoza.