El vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Carlos Rosenkrantz, y el ministro de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Juan Martín Mena, visitaron este jueves la Unidad 48 del penal de San Martín, donde presenciaron el trabajo de la Fundación Espartanos. Esta organización sin fines de lucro tiene como misión “transformar la vida de las personas privadas de su libertad” a través de un enfoque integral que incluye el rugby, la educación, la espiritualidad y la inserción sociolaboral.
La visita fue organizada por los Espartanos, una fundación que supo ganarse renombre por su capacidad para reducir los índices de reincidencia entre las personas privadas de libertad, logrando bajar esta tasa a un 5%, según datos de la organización. Espartanos replicó su modelo en 60 cárceles de todo el mundo, de las cuales 44 se encuentran en Argentina y 16 en países como España, Kenia, Chile, El Salvador, Uruguay y Perú.
La jornada, promovida por Eduardo Oderigo, cofundador de la Fundación, y Dolores Irigoin, directora ejecutiva, fue una oportunidad para que las autoridades judiciales y del sistema penitenciario pudieran conocer de primera mano cómo los Espartanos trabajan en conjunto con los internos en su reintegración social. Se desarrolló un entrenamiento de rugby, que fue la actividad central del evento, en la cual Rosenkrantz y Mena observaron cómo los internos participan de manera activa en el programa.
Durante la visita, las autoridades pudieron observar de cerca las actividades deportivas y educativas que se llevan a cabo en la Unidad Penitenciaria 48. Además, los Espartanos han logrado consolidar un programa integral que no solo se enfoca en el deporte, sino también en la formación académica y espiritual, ofreciendo una segunda oportunidad a los internos.
Esta actividad, promovida por la fundación, también permitió un espacio de diálogo privado entre los tres ministros, quienes discutieron temas clave de la agenda judicial y de gestión institucional. Según contaron a Infobae fuentes que estuvieron presentes, la fundación nunca se interesó por causas de los presos. El encuentro no tenía que ver con eso. Si no con mostrar cómo los detenidos tratan de trabajar por la reinserción.
La visita también fue una oportunidad para discutir sobre los desafíos institucionales en torno a la seguridad ciudadana y la necesidad de fortalecer políticas públicas que fomenten la reinserción laboral y la creación de oficios para las personas que cumplen su condena. Los presentes destacaron la importancia de generar mayores oportunidades de empleo para los ex convictos, como una medida esencial para reducir los niveles de reincidencia y mejorar la seguridad pública en general.
El ministro Mena, que ofició de anfitrión, señaló la importancia de iniciativas como la de Espartanos, que ayudan a las personas privadas de su libertad a reconstruir sus vidas, enfocándose en su reintegración social a través del deporte y la educación. Aunque no hubo declaraciones formales de los asistentes, fuentes cercanas indicaron que el diálogo entre las máximas autoridades judiciales fue constructivo y positivo.
La jornada concluyó con una evaluación del trabajo realizado hasta ahora por Espartanos y un reconocimiento al esfuerzo conjunto de las instituciones involucradas en mejorar las condiciones de reinserción de los internos. Las actividades de la fundación, que comenzaron hace más de una década, se han consolidado como un modelo exitoso y replicable para otras instituciones penitenciarias en Argentina y el mundo.
El trabajo de Espartanos sigue mostrando cómo, a través de una combinación de deporte, educación y espiritualidad, es posible generar un cambio profundo en la vida de las personas privadas de libertad, brindándoles una oportunidad real de reinsertarse en la sociedad.