El próximo 30 de octubre, a las 9 de la mañana, con motivo de la clausura del ciclo 2024 del Programa “La Justicia va a la Escuela” se realizará un simulacro de juicio oral y público protagonizado por alumnos de colegios secundarios y magistrados de la Nación.
Esta iniciativa es un programa educativo dirigido a estudiantes secundarios que tiene como propósito brindar conocimiento acerca de cómo funciona el Poder Judicial, cómo es el proceso de toma de decisiones y las razones por las que es necesario contar con una Justicia independiente. Asimismo se propone contribuir a la transparencia y a la cercanía de los magistrados con el resto de los actores de la sociedad.
La metodología de trabajo es participativa mediante la modalidad de talleres en los colegios con la presencia de jueces, fiscales y defensores públicos en las aulas interactuando con los estudiantes. Esta actividad está enfocada en el desarrollo del pensamiento crítico, lo que de cara a la irrupción de la Inteligencia Artificial Generativa constituye además un aporte relevante en la formación y desarrollo de los jóvenes.
El Simulacro de Juicio Oral es la tercera y última etapa de cada ciclo lectivo del Programa “La Justicia va a la Escuela” y a ese fin los alumnos que participaron de los talleres durante el año se preparan durante un mes para llevar adelante los roles de querellante, víctima, fiscal, defensor, testigos, jueces y peritos. El acto se llevará a cabo en la Sala de los Derechos Humanos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación el próximo 30 de octubre.
Este programa creado en el ámbito de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional fue declarado de Interés Educativo por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Participan colegios secundarios públicos y privados de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, del Gran Buenos Aires y de varias provincias. El equipo que lleva adelante la realización de esta iniciativa está integrado por jueces, fiscales y defensores públicos.
Para conocer más sobre el Programa “La Justicia va a la Escuela”, Infobae dialogó con su creadora y Directora, la Dra. Virginia Simari, ex jueza civil.
- Dra. Simari ¿Cómo surgió la idea de La Justicia va a la Escuela?
- La idea surgió a partir de una preocupación. La confianza de la sociedad en el Poder Judicial venía alcanzando niveles muy bajos y ello contribuye a debilitar a la institución. La situación requería una respuesta proactiva. Es sabido que la desconfianza se nutre entre otras cosas, del desconocimiento por lo que el modo de ayudar a neutralizarla, en todos los casos es transparentar, dar a conocer aquello en lo que no se confía. Frente a ese escenario, resultaba imperativo actuar.
- ¿Cuál es la finalidad del Programa?
- La finalidad del Programa es visibilizar el rol del Poder Judicial dentro de la estructura de la República, dar a conocer cómo se resuelven los conflictos y cómo es el proceso de toma de decisión. Ello contribuye a permitir comprender en definitiva para qué hay jueces, fiscales y defensores y a partir de allí y sobre todo, por qué es esencial que ellos puedan realizar su trabajo de manera independiente.
- ¿Cómo se implementa y dónde?
- Se implementa a través de Talleres que se llevan a cabo en colegios secundarios. El ciclo anual del Programa consta de tres partes conformadas por dos Talleres que se realizan en las aulas de cada uno de los colegios participantes y un evento final, el Simulacro de Juicio Oral y Público del que participan en simultáneo cada año todos los colegios intervinientes.
En el primer Taller, que es coordinado por un magistrado, cada estudiante toma el rol de juez y propone y fundamenta una decisión. Cabe destacar aquí que el propósito no es que logren conocimientos técnico jurídicos sino que desarrollen el juicio crítico.
El segundo Taller es llevado adelante con una coordinación pedagógica que propone profundizar la discusión sobre el valor justicia y sobre la responsabilidad de cada ciudadano al respecto. El ciclo anual del Programa concluye con el Simulacro de Juicio Oral en el que los alumnos encarnan los diversos roles asignados: acusan, defienden, prueban, debaten y deciden. El Simulacro tiene lugar en la Sala de los Derechos Humanos de la Corte Suprema de Justicia.
- ¿En cuántas escuelas se llevó adelante?
- El Programa se realiza de modo continuo desde hace 20 años, ya llegó a varias decenas de escuelas públicas, privadas, en la Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Paraná, Rosario, Mendoza, Bell Ville en tanto que en ediciones anteriores se realizó además en Posadas, Comodoro Rivadavia, San Nicolás, Bariloche, Ushuaia, Salta. La convocatoria está abierta de modo continuo, siguen sumándose escuelas y magistrados; el Programa sigue creciendo.
- ¿Qué repercusión ve que tenga el Programa?
- El impacto del Programa sobre los alumnos que participan es inmediato. Resulta muy elocuente la diferencia de criterio y de razonamiento que exhiben entre el comienzo del primer Taller y al cabo de esa misma jornada, luego de haber participado de la actividad. Sus aportes evolucionan partiendo a menudo de afirmaciones prejuiciosas hacia elucubraciones abiertas a la reflexión.
- ¿Cómo atravesó el Programa la pandemia?
- Ante la situación suscitada con la pandemia nos propusimos y logramos garantizar la continuidad del Programa. Trabajamos para convertir los Talleres a la modalidad virtual y de ese modo pudimos seguir llevándolo adelante sin solución de continuidad. En este punto es preciso destacar la disposición de los magistrados partícipes del Programa y de los colegios para colaborar en la adaptación de la actividad a lo que la realidad exigía.
- ¿Cuáles son las expectativas del Programa a futuro?
- Las expectativas son continuar trabajando para seguir contribuyendo a la formación de juicio crítico en los jóvenes, dando a conocer de qué se trata la tarea del Poder Judicial y porqué es esencial para la República contar con una magistratura independiente. Ahora bien, sabemos que estamos frente a una tarea de largo aliento.
Logramos la continuidad a lo largo de veinte años y ello es muy importante, sin embargo entendemos que el logro del propósito inspirador del Programa requiere que su mensaje escale y para eso resulta vital la difusión que contribuya a replicarlo. En ese sentido, entendemos que los medios pueden contribuir al propósito que en definitiva ha de beneficiar al fortalecimiento institucional al potenciar la tarea que desde hace veinte años llevan adelante los magistrados que participan con entusiasmo y compromiso en el Programa.