El anuncio del gobierno nacional de Javier Milei sobre la reestructuración de la Casa de Moneda encendió las alarmas en la justicia electoral. Es porque el organismo se encarga desde hace más de una década de la impresión de los padrones que se usan en las elecciones nacionales y cualquier cambio debe saberse con la suficiente antelación para que no afecte a los comicios legislativos del año que viene.
Esa preocupación manifestaron ante Infobae las fuentes de la justicia electoral consultadas desde que se conoció la decisión del gobierno. “Es una tarea muy específica, muy técnica que Casa de Moneda conoce muy bien”, sostuvo una de las fuentes consultadas sobre la impresión de los padrones. Por eso la expectativa de qué ocurrirá en el organismo y si habrá algún cambio que se sumaría a otro que ya es un hecho para las elecciones del 2025: la implementación de la Boleta Única de Papel que la Cámara de Diputados convirtió en ley.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció ayer que el gobierno decidió disolver la Compañía de Valores Sudamericana, la ex Ciccone Calcográfica -por la que el ex vicepresidente de la Nación Amado Boudou fue condenado por corrupción- y reestructurar la Casa de Moneda. “La mala administración de la gestión anterior representó un verdadero despilfarro de recursos con deudas que hoy ascienden a 371 millones de dólares”, dijo Adorni y definió a la Casa de Moneda como “una imprenta estatal con severas ineficiencias que se encarga de imprimir billetes, pasaportes, patentes de autos y estampillas”. “Cabe resaltar que la decisión del kirchnerismo de negarse a emitir billetes de mayor denominación desde el año 2020 se gastaron 4.700 millones de dólares en importar billetes. Por si no se entiende, se gastaron 4.700 millones de dólares en importar billetes para solventar la Casa de Moneda, que es quien debería haber abastecido a la Argentina de estos billetes”, agregó sin especificar cómo será la reestructuración.
El anuncio generó una protesta de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) en la sede del organismo en defensa de los puestos de trabajo.
Lo que pasó desapercibido es que la Casa de Moneda se encarga de la impresión de los padrones electorales, una tarea clave para cada comicio. Desde 2013 ese organismo es el único que imprimía los padrones. Antes también lo hacían empresas privadas como Bolt o Ciccone. “En 2013 cambió el formato de padrón y desde entonces siempre fue Casa de Moneda. No hay obligación legal de que sean solo ellos pero sí tienen la experiencia y trabajan muy bien”, explicó una fuente de la justicia electoral.
Por eso hay preocupación por el futuro del organismo para las elecciones legislativas en todo el país del año que viene. La preocupación es tanto por si se cierra o por si la sociedad cambia de formato a privada o mixta. Y ahí los tiempos son claves. Ya en febrero la Cámara Nacional Electoral -el máximo tribunal del país- comienza a diagramar los operativos con los juzgados electorales de cada provincia. “Antes de fin de año deberíamos tener una situación clara de cómo se van a imprimir los padrones”, explica la fuente: “Si tenemos que trabajar con una nueva imprenta tenemos que conocer los tiempos, sus máquinas, si tienen la capacidad de hacer los troquelados, sus espacios para nuestro control”, detalla.
Los padrones en las elecciones nacionales se imprimen para todas las provincias del país. Y en el caso de las elecciones locales se hace para cada jurisdicción y en esos casos las provincias firman convenios puntuales con la Casa de Moneda. El tema ya fue tratado informalmente en comunicaciones entre la Cámara Electoral y la Dirección Nacional Electoral (DINE), un organismo que depende de la Secretaría de Interior. En esas charlas desde la DINE no tenían información sobre la reestructuración de la Casa de Moneda.
Así se esperan las definiciones sobre el anuncio del gobierno. La Casa de Moneda depende del Ministerio de Economía, a cargo de Luis Caputo, pero se descarta que tendrá intervención el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, que comanda Federico Sturzenegger. La justicia electoral y la DINE ya tienen por delante un desafío para las próximas elecciones. Es la implementación de la Boleta Única de Papel. Por primera vez en la historia se dejará de votar en comicios nacionales con la boleta de lista sábana y se pasará a este sistema donde todos los candidatos están en una única boleta y el votante marca la opción que desea votar. Ese sistema ya rige en Córdoba, Mendoza y Santa Fe, cada uno con sus diferencias. El modelo que aprobó el Congreso Nacional es el de Mendoza.