José Alperovich apeló su condena por violación y abuso sexual y le pidió a la Corte Suprema su libertad

La defensa planteó que se “omitió por completo un análisis concreto y fundado” de sus argumentos. Pidió que se revoquen los 16 años de prisión. Además, reclamó ante el máximo tribunal por su detención

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José Alperovich el día que fue condenado (Foto: Nicolas Stulberg)
José Alperovich el día que fue condenado (Foto: Nicolas Stulberg)

El ex gobernador de Tucumán José Alperovich apeló la condena a 16 años de prisión por el abuso sexual y la violación de su sobrina y secretaria privada para que sea revisaba por la Cámara Nacional de Casación Penal. En paralelo, también su defensa se presentó en la Corte Suprema de Justicia de la Nación para pedir su libertad ya que se encuentra detenido desde el 18 de junio pasado cuando fue condenado.

Fuentes judiciales informaron a Infobae que Augusto Garrido, abogado del tres veces gobernador de Tucumán y ex senador nacional, presentó una apelación de más de 400 páginas. “La sentencia omitió por completo un análisis concreto y fundado de los fundamentos de la defensa y el descargo del imputado”, sostuvo en uno de los tramos para objetar el fallo del juez Juan Martín Ramos Padilla.

Alperovich está detenido en la cárcel federal de máxima seguridad de Ezeiza. La noche del 18 de junio fue trasladado al penal luego que fuera condenado a 16 años de prisión por los delitos de abuso sexual simple reiterado en tres oportunidades, dos hechos en grado de tentativa y otros seis hechos de violación, mediando intimidación, abuso de una relación de dependencia, de poder y de autoridad. Los hechos ocurrieron entre 2017 y 2019 en la ciudad de Buenos Aires y Tucumán y la víctima fue su sobrina quien había comenzado a trabajar como su secretaria privada y luego en la campaña para volver a ser gobernador.

En sus fundamentos, el magistrado consideró que “Alperovich abusó de su sobrina segunda valiéndose de la asimetría de poder que tenía frente a ella. Él era su jefe, detentaba un poder político de inmensa magnitud en la provincia”. “Gracias a todos esos mecanismos que el condenado utilizó –humillaciones, degradación privada y pública, afectaciones a la autoestima y cosificación, entre otros-, logró perpetrar los hechos que, como dije, han tenido una clara evolución creciente en cuanto a su modalidad, duración, intensidad y, sobre todas las cosas, gravedad”, explicó Ramos Padilla.

La defensa apeló el fallo con varias objeciones. Respecto de la asimetría de poder, sostuvo que “más allá que obviamente el Sr. Alperovich era una persona más ´poderosa´ que M.F.L., no existió ningún abuso coactivo en los términos que exige la ley penal”. “Todos los testigos la identificaron como una mujer empoderada; la segunda en la estructura del grupo de trabajo; que todos los restantes miembros respondían a ella (un testigo dijo que los tenía ´cagando´); que incluso manejaba los fondos de la campaña; y lo más importante que Alperovich no ostentaba su mayor poder. Al contrario”, explicó.

El abogado Garrido también señaló la prueba que se valoró de los testigos que declararon en el juicio oral “omitió pasajes medulares para la reconstrucción de los hechos que hicieron referencia los testigos, y que fueron ejes centrales de los alegatos finales, lo cual decididamente conspira contra la reconstrucción judicial de los hechos de acuerdo a la verdad material objetiva y el debido proceso adjetivo que le asiste al condenado”.

Los jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación
Los jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación

“Por otra parte, el Tribunal valoró de modo infundado determinada prueba de cargo. En especial, el peritaje psicológico (parcial) realizado, realizando conclusiones inexactas y, a la par, omitiendo brindar tratamiento a las numerosas objeciones planteadas sobre el examen, que se consideró dirimente”, planteó la defensa. Y agregó que “la sentencia brilla por la omisión de analizar y dar respuesta fundada al descargo del imputado acerca de cómo sucedieron realmente los hechos, lo cual conspira con el derecho de defensa en juicio, el debido proceso adjetivo y el derecho al juicio previo”.

Ahora el planteo será analizado por la Cámara Nacional de Casación.

En paralelo a la apelación de la condena la defensa busca la libertad del ex gobernador. La decisión de Ramos Padilla de detenerlo tras la condena fue ratificada a mediados de julio por la misma Cámara de Casación. Los jueces Daniel Morín, Jorge Rimondi y Mauro Divito señalaron que la condena a 16 años de prisión “per se importa un incremento significativo del riesgo de fuga como correlato de la pérdida de expectativas en una decisión favorable” y que cuenta con los medios necesarios para evadirse de la justicia en caso de recuperar la libertad. “No caben dudas de que Alperovich cuenta con sobrados medios para eludir el resultado del proceso, lo que torna las derivaciones del juez de mérito respecto del riesgo de fuga por demás razonables”, consideraron los magistrados.

La defensa había planteado que Alperovich cuenta con arraigo, siempre estuvo a derecho en la causa judicial, que tiene 69 años y problemas de salud. También que no hay riesgo de que en libertad se fugue. “No cuenta con una red de contactos políticos. Si algo resultó del juicio fue, precisamente, que toda la política tucumana le dio la espalda. Se trata de una persona condenada por supuestos delitos sexuales, cuya red de contactos es nula, a excepción de su familia directa”, señaló y agregó que no salió del país durante todo el trámite de la causa.

Alperovich presentó un recurso de queja para que intervenga la Corte Suprema de Justicia de la Nación y le otorgue la libertad.

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