El sábado pasado, cerca de las 5 de la mañana, el fiscal Roberto Mallea, de la provincia de San Juan, iba manejando su auto cuando un control de tránsito lo detuvo al azar en una avenida. Los efectivos de la policía y de la Agencia Nacional de Seguridad Vial le solicitaron, conforme al protocolo, un test de alcoholemia. El resultado causó un revuelo mediático de alcance provincial: el funcionario llevaba en sangre el triple de alcohol permitido por la legislación local. Su vehículo fue incautado en el acto, y él quedó sometido a un proceso a cargo de un juez de Faltas. Días después, con su firma, el representante del Ministerio Público emitió un comunicado donde reconoció el episodio, pidió perdón y adelantó que aceptará las medidas que se le apliquen a nivel legal y disciplinario.
“Este ocasional y desagradable hecho, que jamás hubiese querido protagonizar, espero no sea suficiente para ensombrecer una trayectoria como persona y como funcionario apegada a los más elementales principios éticos”, expresó el fiscal sanjuanino en uno de los siete puntos de su escrito reciente que llevó el logo del Ministerio Público Fiscal de San Juan.
En rigor, “el muy lamentable suceso protagonizado por mí”, según escribió Mallea, ocurrió en la madrugada del sábado 24 de agosto en la Avenida Libertador General San Martín de la capital sanjuanina, donde un operativo de tránsito detuvo su camioneta VW Amarok y, prueba mediante, constató un resultado de 1.44 gramos/litros de alcohol en sangre, casi el triple del tope legal fijado por la legislación de San Juan, que se ubica en 0.50 g/l.
Según publicó el reconocido funcionario, célebre en su provincia por haber formado parte de la selección argentina de fútbol en algunos amistosos de la era César Luis Menotti de cara a los Juegos Olímpicos de Rusia 1980, el martes pasado se reunió con el Fiscal General Eduardo Quattropani, su superior directo, a quien le reconoció “la ocurrencia del hecho que se me atribuye” e hizo saber “mi actitud respetuosa para con los funcionarios que cumplían -ese sábado- con su deber”.
“He expresado al Sr. Fiscal General que, desde ya, acepto toda medida que crea -que- corresponda tomar dentro de sus atribuciones disciplinarias”, dijo después del encuentro con Quattropani. Luego añadió: “Aceptaré sin cuestionamiento alguno toda medida que tome el Sr. Juez de Faltas actuante dentro del marco de la ley”. Y señaló: “He expresado mi pedido de disculpas y mi pesar, que hago extensivo a todos los integrantes del Ministerio Público Fiscal, del Poder Judicial todo y de la sociedad”.
Además de desempeñarse como titular de la Unidad Fiscal de Investigación ANIVI -Centro de Abordaje Integral de Niños, Niñas y Adolescentes Víctimas-, “Roquiño” Mallea presidió durante 10 años el Club Atlético de la Juventud Alianza, conocido como “El Lechuzo”, histórico en la provincia sanjuanina.
Antes de emitir su comunicado, Mallea concedió una entrevista a Canal 13 de San Juan, en la que ofreció detalles sobre lo que ocurrió el fin de semana pasado. Allí explicó que había asistido al cumpleaños de su hijo, donde consumió varias copas de alcohol. “Por ahí uno relativiza tomar una o dos copas de más, o tres copas de más, pensando en que se siente bien, porque sinceramente no es que haya estado perdido, no es que haya estado totalmente inconsciente, pero cuando pasan estos controles suceden esas cosas, como muchos me han dicho solidarizándose conmigo, diciéndome que a cualquiera le puede pasar”.
El fiscal comentó que lleva más de 12 años como acusador y un total de 40 en los Tribunales labrando “una trayectoria intachable”. Sin embargo, expresó que el hecho en cuestión le servirá de aprendizaje y agradeció que “no haya ocurrido nada más grave” con su “error” de manejar alcoholizado. “Estoy arrepentido, como le dije al fiscal General. Estoy reconociendo el hecho y aceptando las consecuencias”, aseguró.
“Esto me sirve de experiencia -reflexionó-, ya que, gracias a Dios, más allá de que no soy tan irresponsable como decir que he manejado totalmente consciente, pudo haber pasado algo más grave, pero afortunadamente no pasó”. Por otro lado, negó rumores vinculados a sus presuntos problemas con el alcohol y, para terminar, desmintió que haya intentado coimear a los agentes de tránsito para saltearse el test de alcoholemia. “Trabajaron excelentemente”, cerró.