“Aumentan la demanda y la expectativa social, pero la oferta, que somos todos nosotros, disminuye, porque cada vez hay menos juezas y jueces, cada vez funciona menos el sistema. Estamos frente a un serio estrés institucional”. Con esa definición, el juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, resumió su mirada sobre lo que considera que es una crisis sistémica en el Poder Judicial.
Fue durante una disertación realizada en San Juan este jueves 29 de agosto, en el XXIV Encuentro Nacional de Jueces de Cámara de Tribunales Orales Federales de la República Argentina.
“Si nosotros miramos lo que ha pasado en estos 30 años que ustedes recuerdan, vemos que gradualmente el Poder Judicial, y muy particularmente los tribunales orales, han recibido una carga extraordinaria de temas. Si comparamos la agenda de hace 30 años a la actual, es absolutamente diferente. Y la sociedad y los demás poderes del Estado han trasladado al Poder Judicial una serie de demandas de altísima complejidad”, alertó Lorenzetti.
Luego explicó: “pensemos en el narcotráfico, que pasa a ser ahora un problema del Poder Judicial, pensemos en todos los temas de lavado de dinero, pensemos en los temas de seguridad, que se sigue discutiendo cuál es el estándar de seguridad aceptable, si es compatible o no con los derechos humanos. Temas que desde años venimos discutiendo, pero que nadie soluciona y que finalmente terminan en el Poder Judicial”, repasó.
Allí hizo foco en el cuello de botella en el que terminó convirtiéndose ese poder del Estado. “Finalmente, aumenta la demanda, la expectativa social, pero la oferta, que somos todos nosotros, disminuye, porque cada vez somos menos. A esto lo denominamos estrés institucional”.
Ante esta situación, Lorenzetti planteó: “Yo creo que tenemos que reaccionar, porque es un verdadero fin de ciclo lo que estamos viviendo en occidente, y en particular en nuestro país, porque nuestro pueblo ha dicho muy claramente que quiere cambios”. Y agregó: “Hay que hablar de estos temas seriamente con los demás poderes del Estado porque finalmente la carga va a ser del Poder Judicial y se va a pagar con costos de imagen”.
“Tenemos un verdadero estrés institucional. Lo que tenemos que hacer es plantear reformas institucionales para que las instituciones funcionen mejor. No podemos discutir tanto los cargos y las posiciones, porque en realidad lo que sucede es que no funcionan las instituciones, en la gestión, no son efectivas”, continuó el magistrado.
Más adelante aseguró: “ese es el problema real que tenemos en el Poder Judicial desde hace años y del cual tenemos que hablar: el estrés institucional. Yo creo que hay una agenda importante de reformas de la cual hay que hablar con seriedad. No hay reformas sin los recursos adecuados. Y creo que es un momento importante porque la sociedad lo necesita, los demás poderes están dispuestos, entonces seamos concretos qué reformas hay que hacer en cada una de las instituciones para que los grandes desafíos que tenemos los podemos llevar adelante”.
Las palabras de Lorenzetti fueron escuchadas por un auditorio conformado por el Gobernador de la Provincia de San Juan, Marcelo Orrego, el Vicegobernador Fabián Martín; el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Horacio Rossatti, el juez de la Corte, Carlos Rosenkrantz; el presidente de la Cámara Federal de Casación Penal, Mariano Borinsky, el presidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, Andrés Basso; el presidente de la Corte de Justicia de San Juan, Marcelo Lima, entre otros presentes.
En su introducción, el magistrado eligió una fórmula coloquial para introducir el tema. “Quería hablarles de un tema institucional, pero esta mañana alguien me mencionó que tenía un estrés personal, y creo que debemos hablar de estas cosas en algún momento: el estrés personal y el estrés institucional”, señaló, antes de comenzar a desarrollar su mirada sobre la problemática que observa en la Justicia.