El juez Eduardo Farah tendrá en sus manos la decisión de resolver si la causa por violencia de género de Fabiola Yañez contra Alberto Fernández se queda en los tribunales federales de Comodoro Py 2002. Según indicaron a Infobae fuentes judiciales, esta mañana llegó al segundo piso del edificio de Retiro la apelación del ex presidente para que el expediente pase a la órbita de la justicia federal de San Isidro. El caso recayó por sorteo en la Sala II de la Cámara Federal, donde también tramita la causa por los negociados con los seguros.
El pedido de incompetencia es uno de los puntos que el Código Procesal prevé que se tramiten de manera unipersonal. Una vez que el caso llegó a la Sala II, en manos de los jueces Martín Irurzun, Eduardo Farah y Roberto Boico, se sorteó a qué juez le tocaría intervenir en este incidente. La bolilla eligió al juez Farah, confirmaron las fuentes consultadas.
El próximo lunes se espera que la defensa plantee sus argumentos contra la resolución del fiscal Ramiro González y el juez Julián Ercolini, que entendieron que el caso debía tramitarse en los tribunales de Comodoro Py porque en su denuncia Fabiola Yañez incluyó hechos de violencia que habían comenzado en el departamento que compartía con Fernández en Puerto Madero, antes de que su pareja se convierta en presidente de la Nación.
Con el relato de Fabiola, el fiscal González estableció una hoja de ruta: imputó al ex mandatario por los delitos de lesiones graves doblemente agravadas por el vínculo y por darse en un contexto de género y amenazas coactivas en perjuicio de su ex pareja y ex primera dama. Según sostuvo, Yañez sufrió una relación atravesada por hostigamiento, acoso psicológico y agresiones físicas en un contexto de violencia de género e intrafamiliar” sobre una “relación asimétrica y desigual de poder que se ha desarrollado a lo largo del tiempo, la cual se vio acrecentada exponencialmente por la elección de Fernández como Presidente de la Nación y el ejercicio del cargo”.
El fiscal describió nueve hechos de violencia contra Yañez (“la golpeaba con la mano abierta a Fabiola Yañez, dejándole la mejilla ‘hirviendo’”) y dispuso una treintena de medidas de prueba. Allí ordenó investigar en un legajo separado a la ex ministra de Mujeres y Género Ayelén Mazzina. Y el fiscal planteó que el abogado Juan Pablo Fioribello le habría recomendado a su clienta no denunciar.
Antes de que se formalizara la declaración de Fabiola, la primera carta que jugó la defensa de Alberto Fernández fue reclamar que el caso pasara a los tribunales de San Isidro por entender que como todo ocurrió en la Quinta de Olivos debía analizarse en la misma jurisdicción donde logró cerrar con un acuerdo de conciliación la causa por la fiesta de cumpleaños de Fabiola en plena pandemia. Muchos de los personajes de aquella causa reaparecen en esta.
Tanto la querella como el fiscal entendieron que el caso debía sustanciarse en los tribunales federales porteños, por entender que era prematuro el pedido de la defensa. El juez Ercolini coincidió con esa postura.
Esta mañana, la defensora de Alberto Fernández, Silvina Irene Carreira, apeló esa decisión. “Debo hacer la aclaración que entre el tiempo transcurrido desde la interposición de la presente incidencia hasta la resolución de la misma ha ocurrido un devenir de la causa que sorprendió a esta parte y que hacen que no pueda dejar de asumir que esta investigación tiene ribetes en los cuales no interesan los derechos de mi representado. Se ha hecho una maniobra por la cual el Sr. Juez se quedó con la pesquisa a pesar de tener un conocimiento inicial de que los supuestos hechos habrían ocurrido en San Isidro”, afirmó la defensora en el escrito al que accedió Infobae.
Y añadió: “Como hipótesis primaria, la conducta adecuada del magistrado debería haber sido enviar a sorteo esta causa, pero a la Cámara Federal de San Martín, no a la de Capital Federal. Obviamente esto ocurrió con la aquiescencia del Sr. Fiscal a quien luego me referiré, quien pretende hacerse el ‘chicanero’ cuando se ha dedicado a ocultarle la prueba a esta defensa, que debió nutrirse de los medios de comunicación que mostraban la información que se encontraba supuestamente reservada en esa Fiscalía. Claramente solo era reservada para mí. Drásticamente hubo un cambio de actitud cuando peticioné en dos oportunidades al Juez Instructor que libre testimonios. Al día de la fecha, entiendo que nada se ha dicho respecto de esa petición. Por ello, hemos advertido que tanto el Juez como el Fiscal se quisieron quedar con la causa”.