“Va la segunda vez que Fabiola se cae en el baño…Por qué no le dice al Presidente …”, le dijo el ama de llaves al intendente de Olivos, Daniel Rodríguez. Así lo reveló el propio testigo al declarar en la causa por violencia de género que impulsó Fabiola Yañez contra Alberto Fernández. Durante casi seis horas, Daniel Rodríguez, allegado a Alberto Fernández, estuvo declarando ante el fiscal Ramiro González, la defensa del ex presidente y la querella de la ex primera dama. Él aseguró que no vio golpes, pero sí admitió que la relación entre la pareja estaba rota.
Según indicaron a Infobae fuentes judiciales, Rodríguez afirmó que no vio “personalmente hechos de violencia física, pero sí gritos”. En su exposición, desmintió que haya tenido que intervenir personalmente, como había trascendido. “El ánimo estaba caldeado”, describió.
El testigo afirmó que “la relación entre Alberto y Fabiola cambió notablemente luego de la publicación de la foto de la Fiesta de Olivos”. “La ruptura de la relación entre ellos fue evidente”, dijo. A partir de ese momento, señaló, las relaciones de Fabiola y el contacto con otras personas “casi desapareció”. Según describió, ya no se vio más al entorno de Fabiola luego de la publicación que generó el escándalo que puso en crisis el gobierno de Alberto Fernández.
Entre ese entorno estaba Sofia Pacchi, la asesora de imagen de Fabiola que se distanció de la ex primera dama tras el escándalo y que está citada como testigo en esta causa. Cuando a Rodríguez le preguntaron si había una relación entre esa joven y el presidente, el testigo respondió: ”Era un rumor extendido en la quinta”.
“No he tenido jamás vínculo sentimental con él”, sostuvo a través de un comunicado Pacchi en las últimas horas. “Todo cuanto se infiera al respecto es una mentira de la peor calaña, sin asidero alguno y con la evidente intención de injuriarme. Del mismo modo, aseguró: “No he sido yo quien filtró fotos del cumpleaños de Fabiola Yañez ni tampoco he sido informante sobre esa reunión ni en ámbitos públicos ni privados”.
Fabiola había descripto entre sus situaciones de maltrato la discusión que tuvo con el ex presidente por Sofia Pacchi. “El 11 de agosto de 2021, luego de una discusión originada por los mensajes que Alberto Fernández le remitió a Sofía Pacchi, el nombrado zamarreó a Yañez de sus brazos, provocándole una lesión en una de sus extremidades y la sujetó con sus manos del cuello”, describió el fiscal en el listado de imputaciones luego de la declaración de la ex primera dama.
Se espera la declaración de Pacchi, que había sido postergada a pedido de la testigo porque recientemente fue mamá. Fuentes judiciales señalaron que se programó su citación para el 12 de septiembre.
Durante su declaración, Rodríguez precisó que Fabiola comenzó a frecuentar el chalet de huéspedes después de la publicación de la foto por su cumpleaños en medio de la pandemia. Y que se instaló definitivamente allí a principios de 2023. Fue después de encontrar una serie de videos en el teléfono que el entonces presidente le había dado a Francisco, su hijo de dos años.
El testigo confeccionó un croquis de la Quinta con ubicación, uso y distancia entre edificios. Vale recordar que la fiscalía había pedido una inspección a la residencia oficial pero había sido denegada por el juez Julián Ercolini. El testigo explicó que existían, al menos, unos puestos en los cuales no se registraban entradas/salidas de la Quinta, ni de Alberto ni de Fabiola.
Según aclaró, la Casa Militar tenía sus registros, lo mismo que la Unidad Médica Presidencial. El dato no es menor: el próximo testigo será el 5 de septiembre Federico Saavedra, el titular de esa unidad que habría atendido a Fabiola cuando tenía un ojo en compota.
Y hasta señaló que en el último año ya no vivía en la quinta. Hacía su trabajo en el horario que le tocaba, pero se iba a dormir afuera de la residencia. Precisamente fue en 2023 cuando la ama de llaves le contó que Fabiola se había caído dos veces en el baño. “Va la segunda vez que Fabiola se cae en el baño…¿Por qué no le dice al Presidente …?”, dijo Rodríguez en boca de la ama de llaves.
La fiscalía acusó al ex presidente de lesiones leves y graves, doblemente agravadas y amenazas coactivas, luego de escuchar a Fabiola Yañez relatar los distintos hechos de violencia que dijo haber sufrido desde 2016, cuando vivía en Puerto Madero, y que después se fueron incrementando tras el escándalo de la Fiesta de Olivos y cuando se acercaba a abandonar el poder. El fiscal dispuso llamar a declarar a seis testigos para que declaren bajo juramento de decir verdad.
El jueves, fue el turno de la periodista Alicia Barrios y de María Cantero, la secretaria de Alberto Fernández, que guardaba en su teléfono las conversaciones con Fabiola Yañez cuando la entonces primera dama le contaba que había sido golpeada por el jefe de Estado. Esas conversaciones fueron encontradas por la Justicia cuando le secuestraron el celular en el marco de las causas por el escándalo de los seguros. Como testigo, Cantero ratificó que esos diálogos que aparecen en su teléfono -revelados en su totalidad por Infobae- eran ciertos. No obstante, no pudo aportar mucho más: “Alberto no hablaba de su vida privada. Como yo a Olivos casi no iba, muy pocas veces, por lo que vi, bastante bien, ni gritos ni peleas. Cuando ella lo venía a ver a él, era sólo a él y nada más. Alberto no contaba nada de su relación con ella”.
Hoy, la expectativa estaba puesta en Daniel Rodríguez, una de las personas de máxima confianza de Alberto Fernández. Fue chofer, cadete, secretario, y hasta cuidador de Dylan. Pero también trabajó para Héctor Martínez Sosa, el broker que se hizo millonario con los contratos del Estado. Precisamente, en uno de los allanamientos a las propiedades de Martínez Sosa, la Policía se encontró a Rodríguez. Su teléfono quedó secuestrado en el marco de esa investigación por contratos con los seguros.
En su declaración, Rodríguez se encargó de decir que no era amigo de Alberto Fernández, más allá de la buena relación que tenían. Y aclaró que el ex presidente no le hablaba de su vida privada.
Minutos antes de las 10 de la mañana, con anteojos lejos y un pañuelo que le cubría casi toda la cara, Rodríguez se apareció por el quinto piso de los tribunales. Había esquivado a los fotógrafos que lo esperaban afuera del edificio, al entrar por otra puerta. Pero se los terminó topando a más cronistas cuando tuvo que entrar a la fiscalía.
Después de dos horas de declaración en medio de un profundo hermetismo, Rodríguez tuvo que pedir ir al baño. Sabiendo que afuera aguardaban los periodistas, el fiscal Ramiro González y un secretario salieron primero de la oficina. Se dirigieron al baño público en vez de al privado que usan los funcionarios. Apenas unos minutos después, el ex intendente de Olivos salía del despacho para ir al baño de la fiscalía. Los periodistas lo esperaron enfocando sus cámaras para cuando saliera. Una vez más, no dijo nada.
Eran casi las 16 cuando finalmente se retiró de la fiscalía. Ya conocía el camino de salida y también que los periodistas volverían a rodearlo. Los policías lo acompañaron hasta el ascensor en medio del tumulto. Hasta se sumó “Zorrito”, el perrito de Comodoro Py que suele desfilar por los pasillos de tribunales sin tener que pedir permiso.