En el marco de una causa que lo juzga como líder una banda dedicada a cobrar coimas a cambio de beneficios procesales, el destituido juez federal de Mendoza Walter Bento denunció que dos imputados arrepentidos fueron “coaccionados” por el fiscal Dante Vega para declarar en su contra y construir así un caso basado “en mentiras y sin pruebas sólidas”.
En una nueva declaración indagatoria, el ex titular del Juzgado Federal N°1 de Mendoza se refirió a una novedad reciente vinculada a una denuncia que realizaron los abogados Martín Ríos y Matías Aramayo, acusados de integrar una asociación ilícita liderada por Bento, cuya presunta finalidad era la de obtener ganancias en contraprestación de determinadas concesiones en favor de imputados en esa sede jurisdiccional. Ambos, representados por el abogado Pablo Cazabán, denunciaron la semana pasada supuestas coacciones para intervenir como colaboradores y mentir en la causa dentro de lo que sería un “pacto” con quien fue el fiscal instructor, Dante Vega.
En rigor, Walter Bento se desempeñaba como juez federal y tenía a su cargo la investigación de causas de crimen organizado, además de la competencia electoral que recae sobre ese juzgado. En 2023, fue enviado a juicio político y suspendido por unanimidad por el Consejo de la Magistratura acusado de mal desempeño de sus funciones y en noviembre fue destituido por mayoría, lo que Bento apeló a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Aún así quedó detenido en el expediente que afronta junto a otra treintena de personas por una serie de delitos como asociación ilícita, cohecho pasivo, omisión y retardo de justicia, enriquecimiento ilícito, lavado de activos de origen delictivo, prevaricato y falsedad ideológica. Allí está acusado de valerse de diferentes abogados para cobrar coimas a imputados para beneficiarlos y manipular procesos judiciales.
En ese marco, Bento se presentó a declarar este viernes frente al tribunal que preside la jueza Gretel Diamante, donde, en relación con las denuncias de coacción de los imputados colaboradores, expresó: “Voy a referirme a algo que salió recientemente a la luz, y si bien es algo que todos sabíamos, es algo que no puede pasar inadvertido por lo grave, por lo gravísimo que es”. Allí recordó en febrero de 2021, Diego Barrera, uno de los testigos arrepentidos, aseveró haber realizado un “pacto” con el fiscal Vega para mentir en su contra. “Así se fue construyendo esta causa. No con pruebas, no con pruebas”, repitió.
Ayer Ríos expuso ante el TOF 2 y se esperaba que a lo largo de su declaración indagatoria diera más precisiones sobre la denuncia que presentó respecto a las supuestas coacciones ocurridas en junio de 2021. Sin embargo, decidió no hablar de ese asunto y se dedicó a negar los cargos de cohecho que se le atribuyen en el debate oral. Así es que Bento este jueves interpeló públicamente al abogado que representa a los denunciantes:” Yo le pediría al doctor Cazabán, que está acá presente, que los traiga a declarar cuanto antes -a Ríos y a Aramayo-. Basta de estrategias, que vengan a declarar y no tengan miedo de ser detenidos. Por la verdad los hará libres”.
Según aseveró el juez destituido, la denuncia de coacción por parte del representante del Ministerio Público Fiscal resultó ser “algo que todos sabíamos, pero no puede pasar inadvertido por lo gravísimo que es. Los imputados arrepentidos Ríos y Aramayo reconocieron y denunciaron haber sido coaccionados durante la instrucción por el fiscal Vega para declarar contra mí”. Y más tarde, con vehemencia, manifestó: “Es demasiado grave la injusticia de esta causa, que no es una causa judicial, es una vergüenza judicial; esta causa es un escándalo”.
“Espero que sea el tribunal el que tome cartas en el asunto, puede ser que las pruebas que justificaron toda la injusticia hoy no existan y sigamos igual, como si nada hubiera pasado”, dijo el ex juez al cerrar su declaración de modo presencial. Luego fue trasladado a la cárcel de Almafuerte, donde cumple prisión preventiva desde el 8 de noviembre pasado.