“Humillaciones, degradación pública y cosificación”: los fundamentos de la condena a Alperovich por abuso sexual

El magistrado Juan Ramos Padilla habló de un “sinfín de pruebas” para dar por corroborados los nueve episodios cometidos contra su sobrina y ex asistente privada. Según aseveró en su fallo, el ex gobernador de Tucumán se aprovechó de la víctima “valiéndose de la asimetría de poder” que existía entre ellos

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El exgobernador José Alperovich al
El exgobernador José Alperovich al momento de su detención en junio pasado (Nicolas Stulberg)

Dos meses y dos días después de que José Alperovich (69) fuera condenado a 16 años de prisión por nueve hechos de abuso sexual contra su sobrina y ex secretaria privada, el juez Juan Ramos Padilla difundió los fundamentos de su decisión, donde destacó la existencia de una “asimetría de poder” que derivó en un “abuso coactivo e intimidatorio” de la víctima 35 años menor que el tres veces gobernador de Tucumán. “Alperovich -afirmó en su fallo- abusó de su sobrina segunda valiéndose de la asimetría de poder que tenía frente a ella. Él era su jefe, detentaba un poder político de inmensa magnitud en la provincia”.

El titular del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional (TOCC) N°29 dio cierre a un proceso que comenzó en febrero de este año y que implicó un total de 15 audiencias con más de 80 testigos. La condena se produjo el 16 de junio y responsabilizó al ex senador nacional como autor de tres hechos de abuso sexual simple y seis de abuso sexual agravado por haber sido cometidos con acceso carnal entre 2017 y 2018. La denunciante había dado a conocer los episodios por medio de una carta pública a fines de 2019 que llevó al condenado a renunciar a su banca legislativa.

Para el magistrado, en el vínculo entre la denunciante F.L. y el ex funcionario “medió violencia, abuso coactivo e intimidatorio de una relación de dependencia, de autoridad y de poder, aprovechándose de que la víctima no haya podido consentir los actos”. Y en ese sentido, abundó: “Alperovich abusó de su sobrina segunda valiéndose de la asimetría de poder que tenía frente a ella. Él era su jefe, detentaba un poder político de inmensa magnitud en la provincia”.

El juez Juan Ramos Padilla
El juez Juan Ramos Padilla dio a conocer los fundamentos de su condena a 16 años de prisión contra José Alperovich por abuso sexual (Maximiliano Luna)

La víctima, además de ser su sobrina, trabajaba para él en la campaña política electoral que intentaba reubicarlo por cuarta vez en la gobernación de Tucumán en las elecciones de 2019. Según quedó constatado, los delitos ocurrieron entre el 14 de diciembre de 2017 y el 26 de marzo de 2018 en las ciudades de San Miguel de Tucumán y Yerba Buena, y en uno de los dos departamentos de Alperovich en el barrio porteño de Puerto Madero, momento en el que ocupaba una banca en el Senado nacional.

El juez hizo una descripción exhaustiva de los hechos corroborados durante el debate oral, y destacó el testimonio pormenorizado de F.L. ante el tribunal a puertas cerradas. “Lo que debe destacarse de su relato, esencialmente, son las cuestiones vinculadas a la relación que mantenía con Alperovich. No solo era su secretaria, sino también su sobrina segunda. Y Alperovich aprovechó esta extrema cercanía para poder cometer todos y cada uno de los hechos que aquí se le atribuyen, a partir de su enorme poder económico, político, social y funcional, que denotan una asimetría en todos estos aspectos que inexorablemente nos llevaron a los tipos penales en los que precisamente se calificaron sus conductas”.

Entre los testigos que fueron convocados por la Justicia asistieron distintos familiares de la denunciante, como sus padres y su abuela. También amigas y ex compañeros de trabajo. Todos se dieron cuenta de su notorio deterioro físico, psíquico y emocional durante la época en que F.L. trabajó para el entonces senador nacional.

El exsenador fue condenado por
El exsenador fue condenado por nueve hechos de abuso sexual contra su sobrina segunda y exsecretaria privada

De las audiencias también formaron parte distintos peritos, psicólogos y especialistas de la salud. Entre todos ellos, el magistrado hizo hincapié en la experta del Cuerpo Médico Forense y en las profesionales que atendieron a la joven para dar sustento a la denuncia con un “sinfín de pruebas” de “indiscutible eficacia probatoria”.

La defensa del ex gobernador, a cargo de Augusto Garrido, siempre abonó la teoría de una causa “armada” u “orquestada” y negó la existencia de todos y cada uno de los hechos. A lo largo de las jornadas, también intentó postular que el que estaba detrás de las maniobras para ensuciar la imagen del ahora condenado era Carlos Cisneros, actual diputado nacional y reconocido adversario político del ex senador. Todo eso quedó descartado por el juez tras considerar que no había elementos para apoyar esa hipótesis.

A su vez cargó contra Alperovich respecto a sus intentos de acuerdo con la víctima y su entorno para detener el avance de la causa penal. En ese marco, el juez unipersonal dijo: “Por lo demás, veremos que el que pretendió negociar fue Alperovich, primero con el fin de evitar la denuncia y, al final del debate oral, declamando que era víctima de una operación política y un intento de extorsión para sacarle cinco millones de dólares, sin aportar ningún elemento de prueba que avale esa falsedad”.

El tres veces gobernador pasa
El tres veces gobernador pasa sus días en una celda individual del penal de Ezeiza

Según describió en la resolución de 389 páginas, Alperovich hizo valer su jerarquía y “asimetría de poder” porque “fue tres veces gobernador de la provincia, senador nacional, ministro provincial, con amplias relaciones sociales, políticas, con una inmensa fortuna, con una diferencia de edad importante, entre otras cosas”. Luego añadió: “Todo eso, frente a una joven que para entonces contaba con apenas 27 años, poca experiencia laboral, que trabajaba por primera vez en el ámbito de una campaña política, y a quien se le asignaron tareas relevantes”. También explicó que el ex senador “detectaba la especial vulnerabilidad” de la joven denunciante y se aprovechaba de eso “para dañarla”.

En esa misma línea, Carolina Cymerman y Pablo Rovatti, integrantes de la querella, durante los alegatos habían expresado: “José Jorge Alperovich es el autor de todos los hechos (...), que ocurrieron en diferentes domicilios ubicados tanto en esta ciudad como en San Miguel de Tucumán y en el vehículo de Alperovich. Para cometerlos, el imputado se valió de su enorme poder que detentaba a nivel laboral, familiar y político en toda la provincia. Él había sido elegido tres veces gobernador y era, para la época de los hechos, senador nacional y asesor ad honorem para la provincia”.

Y en sintonía, el representante del Ministerio Público, Sandro Abraldes, en esa misma instancia había dicho: “Este juicio es un juicio de la impunidad del poder” y “José Alperovich estuvo siempre ubicado arriba, en una posición de poder amplio, y F.L. muy por debajo, en un área de sometimiento. Para el fiscal, el ahora condenado, cuando vio a la denunciante -por primera vez, en un evento político-, decidió que debía sumarla a su equipo porque “su belleza física le provocó un gran impacto. No la quería para trabajar con él, la quería para la cama”.

Para el juez Padilla, Alperovich
Para el juez Padilla, Alperovich se aprovechó de la situación de vulnerabilidad de la víctima, con quien tenía un vínculo donde había "asimetría de poder"

Para el juez “quedó muy claro” porqué la víctima “se encontraba paralizada, sometida, cosificada, angustiada e intentaba mantener silencio por siempre, y, al mismo tiempo, se exhibía brillante y eficaz en su desempeño laboral. Aparecieron así los abusos de poder y el aprovechamiento de la situación de dependencia sólidamente comprobados. Por la trayectoria de quien fue tres veces gobernador, senador nacional, un hombre con relaciones políticas, importante solvencia económica y una personalidad avasallante, a quien nadie le podía decir que no”.

Por otro lado, el titular del TOCC 29 porteño, que llevó adelante las largas audiencias en la sede judicial de Paraguay al 1500, señaló la importancia de recordar que “gracias a todos esos mecanismos que el condenado utilizó –humillaciones, degradación privada y pública, afectaciones a la autoestima y cosificación, entre otros-, logró perpetrar los hechos que, como dije, han tenido una clara evolución creciente en cuanto a su modalidad, duración, intensidad y, sobre todas las cosas, gravedad”.

Ya en los últimos tramos del fallo, Ramos Padilla volvió a hacer énfasis en las maniobras que desplegó el demandado para hacer valer su situación de poder frente a la víctima en virtud de su calidad de político reconocido y “dueño de varias empresas”. “En este sentido, no puedo pasar por alto el aprovechamiento de esa situación por parte de Alperovich. Porque a partir de la confianza que tanto en el ámbito laboral como familiar le dio a -F.L-., traicionó ese lazo de afinidad -mediante el cual, por sí o por sus intermediarios, a la par que sucedían los hechos, le prometía que siempre la cuidaría y que a su lado siempre estaría protegida- y así perpetró los hechos en cuestión”.

“Alperovich abusó de su sobrina
“Alperovich abusó de su sobrina segunda valiéndose de la asimetría de poder que tenía frente a ella", afirmó el juez

Luego cerró: “Sabido es que la calidad de funcionario público implica, frente a toda la sociedad, un deber de obrar con una exigencia mayor a la de los demás en lo que hace al cumplimiento de las normas que rigen nuestro ordenamiento. Sin embargo, Alperovich abusó de su inmenso poder e influencias y, contrariando las expectativas que existen en cuanto al comportamiento que un servidor público debe tener, cometió los hechos en cuestión, imprimiéndole siempre a sus acciones una sensación de total impunidad en función del poder que ostentaba”.

Alperovich se encuentra en una celda individual del penal de Ezeiza. Su defensa intentó la excarcelación pero fue descartada en julio por la Casación Nacional. Ahora, con los fundamentos de la condena, el abogado perteneciente al estudio jurídico Cúneo Libarona podrá apelar para revertir el fallo o morigerar su situación procesal.

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