La Corte Suprema de Justicia rechazó un planteo presentado por la defensa del médico anestesista Gerardo Ismael Billiris, condenado por intento de homicidio agravado por violencia de género, abuso sexual agravado y suministro de estupefacientes reiterado en dos casos. El recurso de queja en cuestión había sido interpuesto por Billiris en otro expediente, donde también se lo condenó a prisión por facilitarle distintos tipos de drogas a una joven de 18 años.
El caso de Billiris, que adquirió una amplia notoriedad pública, se remonta a hechos ocurridos entre febrero de 2013 y septiembre de 2014. Durante ese período, el médico, de entonces 38 años, suministró estupefacientes a una joven de 18 años, a quien había conocido a través de una propuesta laboral. La relación inicial, que comenzó como una oportunidad profesional, rápidamente derivó en una convivencia y una relación sentimental que se desarrolló en el departamento del imputado, ubicado en la calle Beruti 4543 del barrio de Palermo, en la ciudad de Buenos Aires.
De acuerdo a las actuaciones de este expediente, que quedó en manos del Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOCF) N°8 porteño, Billiris proporcionaba a la víctima cocaína combinada con otras drogas como midazolam, propofol y fentanilo, sustancias a las que tenía acceso privilegiado debido a su profesión de anestesista. Esta práctica se volvió casi diaria a medida que la relación avanzaba, lo que aumentó la dependencia y la vulnerabilidad de la joven.
El 24 de agosto de 2021, el tribunal oral condenó al anestesista a tres años y medio de cárcel por el delito de suministro de estupefacientes a título gratuito para consumo personal, en concurso ideal con el mismo delito en su condición de médico. Esa sentencia consideró que la relación entre Billiris y la víctima había estado marcada por una notoria desigualdad en términos de edad, situación profesional y económica, y que todas esas condiciones facilitaron una dinámica de control y abuso. También describió múltiples formas de violencia ejercidas por el médico, que incluyeron humillaciones, descalificaciones, agresiones físicas, y abuso emocional y económico.
El 14 de septiembre de 2022, la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal revisó parcialmente esa sentencia y aceptó un planteo de la querella para anular el punto vinculado con el monto de la pena impuesta. Así, la causa fue remitida otra vez al TOCF 8 porteño para que fijara una nueva condena. Esa decisión motivó un recurso extraordinario federal por parte de la defensa de Billiris, que al ser rechazado optó por recurrir a una queja para llegar de forma directa hasta la Corte Suprema de Justicia, donde los ministros Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti resolvieron su desestimación en tanto el planteo no se dirigió contra una sentencia definitiva.
Con la resolución del Máximo Tribunal, firmada este martes, se girarán las actuaciones nuevamente a la instancia de juicio para que determine una pena distinta contra Billiris con base en todo el caudal probatorio recogido durante la investigación.
El médico ya cuenta con una condena a 14 años de prisión y 10 de inhabilitación especial dictada en marzo de 2019 por el Tribunal Oral Federal N°8, integrado por Gabriela López Iñiguez, Sabrina Namer y Nicolás Toselli. En esa ocasión se lo responsabilizó por ser autor del delito de homicidio en grado de tentativa y suministro de estupefacientes para uso personal, reiterado en dos oportunidades respecto a una joven de 21 años que lo denunció. Además, se lo encontró culpable de “abuso sexual agravado por haber mediado acceso carnal” contra otra denunciante de 23 años, a quien también le suministró estupefacientes.
Ese caso salió a la luz por la denuncia de Belén Torres, que difundió en las redes sociales un video donde aparecía con la cara desfigurada como consecuencia de un ataque de Birilis cometido en su departamento, donde ambos habían consumido drogas. Tras esa revelación, el anestesista, de entonces 41 años, quedó detenido el 31 de enero de 2017. El escándalo creció con la posterior aparición de la segunda denunciante, una modelo, cantante y empleada de una cadena de gimnasios que apuntó contra el médico por un episodio de abuso sexual perpetrado en 2012.
La denuncia también incriminaría al relacionista público Juan Martín Mercado, quien resultaría coimputado junto a Birilis y condenado a seis años de cárcel por “suministro de estupefacientes para uso personal” y la “facilitación de un lugar para el suministro de estupefacientes”.