Un maestro de escuela primaria fue detenido ayer para comenzar a cumplir una condena de 12 años de prisión por abusar de cuatro alumnas en el aula en la que daba clases de un colegio público de la ciudad de Buenos Aires. La detención se concretó ayer luego que la Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó el monto de la pena de prisión.
Fuentes judiciales informaron a Infobae que el condenado -sus datos se mantendrán en reserva para proteger la identidad de las víctimas menores de edad- quedó detenido tras el pedido de la querella que representa a las familias y la orden que dispuso el juez del Tribunal Oral Criminal 24 Marcelo Álvero.
La historia del hecho data desde el inicio de clases de 2016 hasta septiembre de ese año. D.G.S era el maestro de cuarto grado de una escuela primaria. Estaba a cargo del curso y una de sus alumnas le contó a sus padres lo que sucedía en el aula y que lo mismo ocurría con otras compañeras.
La menor contó que el maestro la llamaba al escritorio para corregirle las tareas y le tocaba la vagina y la cola. También le mostraba el pene y le pedía que se lo toque. La víctima relató que la misma le pasaba a otras compañeras. Los padres denunciaron el hecho y comenzó una causa judicial. Las menores declararon en Cámara Gesell y ratificaron los hechos. Una de las nenas contó que algunas veces se escondían debajo del escritorio y que allí el maestro les acercaba la cabeza a sus genitales. También les hacía tocamientos cuando pasaba por sus pupitres y todo pasaba frente al resto de la clase.
La investigación tuvo un elemento clave que fue un peritaje grafológico sobre dibujos y tareas escolares de las menores que confirmaron los abusos. “Las escrituras presentan síndromes gráficos compatibles con estados emocionales alterados por interferencias psicoafectivas. Es posible confirmar que las mismas, tanto en la escritura manuscrita como en el análisis grafológico de los dibujos, manifiestan síndromes gráficos atribuibles a niños que han sufrido abuso sexual”, concluyó el especialista de la Policía Federal.
En diciembre de 2016 el juez de instrucción Manuel de Campos ordenó la detención de D.G.S. y estuvo preso hasta septiembre de 2017 cuando fue liberado por la Cámara Nacional de Casación Penal. Desde entonces y hasta ayer estivo está en libertad. Fue procesado y enviado a juicio oral.
El Tribunal Oral Criminal 22 lo condenó en abril de 2019 a 16 años de prisión. Los jueces Gabriel Nardiello, Sergio Paduczak y Patricia Cusmanich lo encontraron culpable de los delitos de corrupción de menores y abuso sexual gravemente ultrajante en forma reiterada y por haber sido cometido por el encargado de su educación. La Fiscalía y los abogados de las familias pidieron su detención, pero el tribunal la rechazó hasta que la sentencia quede firme.
La Cámara Nacional de Casación revisó el fallo y confirmó los hechos, pero por mayoría de dos a uno de sus integrantes entendió que en el caso no se había cometido el delito de corrupción de menores. Ratificó el abuso sexual y ordenó que ante el cambio de delitos otro tribunal oral fije una nueva pena. El Tribunal Oral Criminal 24 estableció la condena de 12 años.
Allí la causa tomó dos caminos. Por un lado, se discutieron los hechos y los delitos que se debían aplicar y por otro la nueva pena. Todo llegó a la Corte Suprema. El 20 de febrero pasado el máximo tribuna, en un fallo que firmaron sus cuatro jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, confirmaron los hechos. Restaba la pena de 12 años de prisión que fue ratificada el jueves pasado. Con ese fallo no había nada más para discutir en la justicia.
Así, los abogados de las familias pidieron la detención que ordenó el juez Álvero y que se concretó ayer. D.G.S quedó detenido en una comisaría de la ciudad de Buenos Aires a la espera de su traslado a una cárcel del Servicio Penitenciario Federal. El abusador pidió que sea la unidad de Ezeiza para estar cerca de su familia. Ezeiza tiene un pabellón especial para detenidos por delitos sexuales.