Por primera vez, en duros términos, la jueza María Eugenia Capuchetti puso en blanco sobre negro qué hay en la causa por el atentado a Cristina Kirchner sobre la llamada pista Milman y rechazó los reclamos de la querella sobre nuevas diligencias. “No le asiste verdad a la querella cuando asegura que no se han desplegado medidas para esclarecer este asunto”, dijo la jueza y resaltó que hasta ahora ningún testigo ha confirmado la versión del asesor del Frente de Todos, Jorge Abello, quien aseguró haber oído al diputado del PRO Gerardo Milman decir horas antes del ataque “cuando la maten yo estoy camino a la costa”.
Pero además la resolución resaltó que la querella hace una selección “antojadiza” sobre qué creerle a las secretarias que estaban con el legislador y que en todas sus declaraciones desmintieron haberle oído decir la frase incriminatoria.
“Aún si se acreditara que Milman, Carolina Gómez Mónaco e Ivana Bohdziewicz efectivamente se reunieron a borrar la información de su celular, ello no podría erigirse como prueba incriminante por sí sola, si toda la prueba reunida, de momento, apunta a que no habrían tenido participación en el atentado bajo escrutinio. Pero por fuera de todo este ejercicio, que se reitera, aún es hipotético, las demás pruebas sustanciadas también han desacreditado a Abello”, sostuvo la jueza en una resolución a la que accedió Infobae.
Y resaltó el dictamen de la fiscalía de Carlos Rívolo que sostuvo que “toda la prueba recabada hasta el momento impide considerar que haya existido una organización de cualquier tipo, partido político o partidario, persona o grupo de personas que hayan, de alguna manera, financiado, planeado, encubierto o contribuido de alguna forma con los imputados para llevar adelante el hecho investigado”. “Se advierte que el remedio procesal de la querella tiende a seleccionar antojadizamente fragmentos de la prueba incorporada, y por medio de su descontextualización, apunta a crear un marco fáctico distinto de aquél que el Ministerio Público Fiscal logró establecer”, añadió.
Todo esto quedó bajo la lupa de la Cámara Federal. La querella insiste en reclamar el avance de esas medidas de prueba.
Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo, los llamados “copitos”, comenzaron a ser juzgados hace unas semanas por el intento de homicidio a Cristina Kirchner ocurrido el 1 de septiembre de 2022 en medio de una multitud de simpatizantes kirchneristas. Sabag defendió su protagonismo exclusivo a la hora de querer matar a con la entonces vicepresidenta, con su todavía novia como “espectadora”; Brenda tuvo un insólito paso por el estrado al decidir declarar y luego se arrepentirse; y el jefe de ambos se puso a llorar y le pidió perdón a CFK diciendo que era inocente.
El próximo miércoles 14 de agosto, Cristina Kirchner declarará en el juicio oral por el intento de asesinato en su contra. Se descuenta que allí insistirá en las críticas a la investigación.
Mientras este juicio recién empieza, la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo avanzan en la hipótesis para saber si hubo alguien detrás del atentado. Y ha pedido el secuestro de los celulares de Milman. Uno de ellos está en el juzgado aún sin poder abrirse, y el Congreso tiene para resolver si también autoriza los que tenía antes del ataque y el que usa ahora. En ese contexto, la querella insiste en avanzar sobre diligencias en la llamada pista Milman y puntualmente sobre el análisis del borrado de los teléfonos de las secretarías.
La fiscalía rechazó el planteo al sostener que, por ahora, de los teléfonos secuestrados a las mujeres no habría surgido información de interés relativa al atentado contra Cristina Fernández de Kirchner en base a siete informes de DATIP (el área tecnológica del Ministerio Público) y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Afirmó que la información de los teléfonos de Bohdziewicz y Gómez Mónaco pudo ser recuperada y subrayó que Bohdziewciz declaró que “se bajó toda la información de índole personal que en mi declaración anterior mencioné que había borrado”. Y resaltó que antes de avanzar era necesario contar con los resultados de los peritajes de los celulares de Carolina Gómez Mónaco y Gerardo Milman que se encuentran pendientes de análisis.
Tal como detalló días atrás Infobae, la querella de CFK apeló una resolución del fiscal Rívolo. Dijo que los argumentos eran “insostenibles” y apuntó sobre el “asesoramiento del perito” ligado a Patricia Bullrich, hoy ministra de Seguridad.
Qué respondió la jueza
Capuchetti respaldó la postura de Rívolo al sostener que se trata de “una derivación razonada de las constancias de la causa, y del valor convictivo que han arrojado cada una de las pruebas reunidas”. No obstante, al fundar el rechazo a la reposición, la jueza dio un panorama de lo que se hizo sobre esta pista. expediente. “No le asiste verdad a la querella cuando asegura que no se han desplegado medidas para esclarecer este asunto, ni tampoco que la Alzada sistemáticamente le ha dado la razón, dada la grave arbitrariedad de las decisiones cuestionadas”, disparó.
Tras resaltar que la aparición de Abello en tribunales se concretó “más de veinte días después” del atentado, la jueza recordó que la Cámara Federal dio orden de avanzar “optando siempre por la alternativa que resulte menos lesiva para las garantías constitucionales en juego”. “No es cierto que la Sala I de la Cámara habilitara indiscriminadamente el avance sobre testigos que no se encuentran imputados, sino que, en armonía con la gravedad institucional del caso, ha marcado el estándar de proporcionalidad, razonabilidad y legalidad que se debe seguir para evacuar las dudas mediante la sustanciación de diligencias menos gravosas. En ese caso, la Cámara no habilitó el secuestro de los celulares que pretendía la querella: se encomendó a este juzgado realizar medidas previas para esclarecer el caso y reevaluar la medida, y fue en ese contexto, que las testigos aportaron voluntariamente los teléfonos”, resaltó.
“A partir de ese momento, y en esto se debe poner énfasis, el cuadro probatorio no ha permitido corroborar el relato de Abello. Cierto es que las cámaras de video de las inmediaciones del local gastronómico en que se habría pronunciado la frase en cuestión, ubican a los involucrados en la fecha y hora señaladas, y que un diputado nacional, Marcos Cleri, aseguró que Abello le habría hecho mención de la frase que había escuchado, poco después de que ello sucedió. Esto último, debe decirse, en contradicción con los dichos del propio Abello, que afirmó que no le había comentado a nadie lo sucedido”, afirmó la jueza.
Pero además Capuchetti subrayó: “de momento, el material probatorio que desacredita el evento, es más caudaloso y convincente: Gómez Mónaco (quien declaró bajo juramento dos veces en la causa) y Bohdziewicz (quien declaró bajo juramento cuatro veces en la causa), negaron rotundamente la participación de Milman en la planificación del hecho acaecido el 01/09/2022. De idéntico modo, negaron que el diputado nacional hubiera pronunciado la frase que motivó en primer lugar la existencia misma de toda esta línea investigativa. Esto no es menor, ya que a partir de lo ventilado por la última de las testigos mencionadas respecto al posterior ‘borrado del celular’, nació la afluente investigativa vinculada a lo ocurrido en las oficinas de Avenida de Mayo, que aquí nos trae por el recurso de la parte querellante”. Bohdziewicz había dicho que su amiga la citó allí para borrar su aparato, donde también estaba el diputado y un perito.
Sobre ese punto, la jueza afirmó: “en rigor, si se dota de credibilidad al relato de Bohdziewicz respecto a que se borraron los celulares en una oficina bajo la supervisión de Milman, no podría de forma antojadiza practicarse un seccionamiento selectivo de la verosimilitud y veracidad del relato, y olvidarse que la misma testigo aseveró la ajenidad de su otrora jefe en el hecho que perjudicó a la querellante, y en el pronunciamiento de la frase antes transcripta”.
“Y, siguiendo este ejercicio hipotético, si es verdad que las testigos borraron el contenido de sus celulares (como ellas aseguran, para preservar datos personales atento la sospecha que la opinión pública ceñía sobre ellas), pero también dijeron que Milman no pronunció esa frase, ni tuvo intervención en la planificación del luctuoso evento, cabe preguntarse si existe alguna utilidad esclarecer si Gómez Mónaco y Bohdziewicz se juntaron en un local de ‘Tienda de Café', o si luego concurrieron a una oficina a encontrarse con el diputado nacional -escribió-. Aún si se acreditara que Milman, Gómez Mónaco y Bohdziewicz efectivamente se reunieron a borrar la información de su celular, ello no podría erigirse como prueba incriminante por sí sola, si toda la prueba reunida, de momento, apunta a que no habrían tenido participación en el atentado bajo escrutinio”.
La versión de Abello y las pruebas que obran en la causa
“Pero por fuera de todo este ejercicio, que se reitera, aún es hipotético, las demás pruebas sustanciadas también han desacreditado a Abello”, sentenció. Remarcó que varias de esas medidas fueron hechas por la fiscalía antes de elevar la causa a juicio y allí se concluyó que “nada había permitido afirmar que existía financiamiento o autores ideológicos”, entre otras razones, por la propia modalidad rudimentaria del hecho.
Fue entonces cuando la jueza pasó revista: “Rende, cuñado del propio Abello, cuyo testimonio no se encuentra afectado por una cercanía a Milman, sino que resulta cercano al propio testigo que hizo nacer esta línea, recordó perfectamente la cita que mantuvieron en Casablanca. También recordó que se encontraban sentados de frente mirando hacia Milman, y que en el lugar había demasiado ruido. No escuchó la frase, ni tampoco Abello se la comentó. (Mario) Leito, diputado nacional, estaba sentado en la mesa contigua a Abello, y tampoco dio cuenta de dicha frase. Pero luego, se realizaron más medidas.
Dice la resolución: “a pesar de que la querella se aferra al borrado de los celulares, lo cierto es que (nuevamente, bajo juramento), la tercera de las declaraciones de Bohdziewicz se dio cuando ella adquirió un nuevo celular, y notó que la información que había borrado entre la primera y segunda declaración, se había vuelto a bajar de la nube. Es decir, según sus dichos juramentados, la información aportada en su tercera declaración, desvirtuó el borrado anterior. Dos celulares de esta testigo, y uno de Gómez Mónaco, fueron peritados, la información extraída y analizada, y nada corroboró la hipótesis de la acusación, aún a pesar de ciertos esfuerzos argumentativos”, dijo la jueza. Así se refirió a las conversaciones en el chat de la oficina de las secretarias y a la alusión a que en el calendario el día del ataque estaba marcado como “día festivo”. Se trata, precisamente, de cómo el Google calendar registra los feriados. A raíz del atentado, el Gobierno decretó feriado nacional.
La jueza afirmó que “se realizó un exhaustivo entrecruzamiento, con terceros comunes, entre las líneas de los imputados que hoy enfrentan el juicio ante el TOF N° 6, y el ‘entorno Milman’” y lo único que apareció fue “un interlocutor en común: una periodista que intentaba obtener información del evento”. Señaló que “también se exploraron las actividades comerciales de una de las asesoras de Milman”, Gómez Mónaco con Maria Alejandra Mroue, miembro del programa de Crónica TV, “y se compulsaron las extracciones de celulares de Brenda Uliarte, a fin de evacuar cualquier vinculación de esta imputada con Mroue, Gómez Mónaco, Milman, o Bohdziewicz. Ello arrojó resultado negativo”.
Tras hacer toda esta enumeración, la jueza le concedió a la querella la apelación. El asunto quedó en manos de los jueces de la Sala I del tribunal Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Mariano Llorens.