Argentina-Venezuela: las diferencias entre los sistemas electorales que el fraude expuso

El comicio del domingo en el régimen de Nicolás Maduro contrasta con el mecanismo de nuestro país en el que no hay proscripción de candidatos, los partidos políticos tienen control de todo el proceso y los resultados se conocen el mismo día de la elección

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Las diferencias entre el sistema electoral de Argentina y de Venezuela
Las diferencias entre el sistema electoral de Argentina y de Venezuela

Todo sistema siempre es mejorable pero en la comparación con lo que ocurrió el domingo en Venezuela, el mecanismo electoral en Argentina tiene los controles y la transparencia que hacen que ningún comicio desde el regreso de la democracia se haya puesto en duda.

La amplia participación de candidatos sin proscripciones, la posibilidad de los partidos políticos de controlar cada paso de una elección y la difusión de los resultados el mismo día de la elección son algunos de los puntos centrales de ese sistema en nuestro país. Todo lo contrario a lo ocurrido en la Venezuela del régimen de Nicolás Maduro, que se autoproclamo ganador sin dar a conocer las actas con los votos de cada mesa de votación.

Estas son algunas de las diferencias claves entre ambos sistemas

Desde el regreso de la democracia en 1983, en Argentina no hay antecedentes de candidatos que hayan sido proscriptos por la justicia electoral. Incluso se han dado discusiones sobre algunas postulaciones en donde se primó dar lugar a una amplia participación. Un caso fue el del ex presidente Carlos Menem. En 2017 buscaba su reelección como senador nacional por La Rioja pero fue objetado por las dos condenas por corrupción que tenía. La Cámara Nacional Electoral lo inhabilitó por “incompatibilidad ética” por esas condenas. Pero luego la Corte Suprema de Justicia de la Nación lo habilitó porque esas condenas no estaban firmes. En el país hay una discusión en el Congreso sobre “ficha limpia” para los candidatos.

Otro caso fue en 2009 por los llamados “candidatos testimoniales”. Néstor Kirchner, Sergio Massa y Daniel Scioli encabezan la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires pero que no tenían la intención de asumir el cargo. Inclusive Scioli era entonces gobernador. La oposición impugnó las postulaciones pero la justicia electoral los habilitó con votos diferentes en la Cámara Electoral.

Eso no ocurre en Venezuela. Para esta elección “Vente Venezuela”, la alianza opositora, pudo llevar como candidato a presidente a su tercer postulante. Primero María Corina Machado y después Corina Yoris fueron inhabilitadas por la Contraloría General para ser candidatas. Finalmente Edmundo González Urrutia fue el candidato. Pero en elecciones presidenciales anteriores también habías sido proscriptos Leopoldo López, Henrique Capriles y Juan Guaidó.

María Corina Machado, la candidata inhabilitada, y Edmundo González Urrutia, quien fue el postulante de la oposición (Foto: REUTERS/Maxwell Briceno)
María Corina Machado, la candidata inhabilitada, y Edmundo González Urrutia, quien fue el postulante de la oposición (Foto: REUTERS/Maxwell Briceno)

En esa línea, otra diferencia es que en Argentina los partidos políticos tienen sus apoderados ante la justicia para poder realizar un control cruzado sobre otras agrupaciones y sobre la organización de la elección. Además de tener fiscales en cada mesa de votación. Como ejemplo de ese control en la elección presidencial del año pasado se dio un caso. “La Libertad Avanza”, el partido del presidente Javier Milei, pidió que las urnas de cada escuela pueda ser custodiada por sus fiscales de su partido. La justicia lo autorizó porque lo permite la ley.

En Venezuela la oposición denunció que el día de la elección en varios centros de votación a sus fiscales -allá se denominan testigos de mesa- no pudieron entrar o que no se les permitió estar en el recuento de votos sin poder llevarse el acta de la mesa.

El régimen de Maduro no les permitió a veedores y observadores internacionales ingresar al país para presenciar la elección. Muchos de ellos llegaron al aeropuerto y fueron deportados. Solo pudieron estar quienes son afines al gobierno. En Argentina son varias las delegaciones de organismos internacionales, asociaciones civiles y delegaciones de jueces de distintas partes del mundo que participan de la elección.

Venezuela ha vivido en los últimos años un masivo éxodo de personas. Según datos de distintos organismos son cerca de ocho millones de personas que dejaron el país. Sin embargo, poco menos de 70 mil de ellos fueron habilitados a votar. En Argentina pudieron hacerlo 2.638. Eso es porque 2018 el gobierno de Venezuela no actualiza el padrón de los que viven en el exterior.

Los argentinos que viven en el exterior pueden votar desde 1993 para cargos nacionales con la sola inscripción en un registro especial y el cambio de domicilio en el documento. En las elecciones presidenciales del año pasado 449.909 argentinos que residen en el extranjero estuvieron habilitados para votar.

Hace tres días que el gobierno de Nicolás Maduro no muestra las actas de votación
Hace tres días que el gobierno de Nicolás Maduro no muestra las actas de votación

La diferencia más visible es la transparencia en los resultados. En Venezuela la Comisión Nacional Electoral (CNE) dio el domingo a Maduro como ganador de la elección con el 51 por ciento de los votos. Pero el oficialismo no dio a conocer ningún acto de votación y esa situación se mantiene a tres días de la elección. De hecho, el sitio web de la CNE -donde se deben publicar las actas- está caído desde el domingo a la noche. De hecho fue la oposición que publicó en un sitio web las actas a las que pudo acceder.

En Argentina en las últimas elecciones los resultados de las elecciones se conocieron de manera completa siempre antes de la medianoche del comicio. Los telegramas de cada mesa de votación llegan a dos centros de cómputos donde se cargan. Esa carga es controlada por fiscales y peritos tecnológicos de cada partido político y se publican en una pagina web donde todos los ciudadanos pueden constatar el acta de cada mesa de votación. Ese es el escrutinio provisorio que tiene valor informativo, luego la justicia electoral hace el definitivo que es el que tiene valor legal y por el que se proclama a los ganadores. Ese segundo escrutinio también tiene el control de los partidos.

En toda elección hay reclamos de candidatos y partidos por robo de boletas o por situaciones que pueden entorpecer la elección. Son más de índole política ya que muy pocas veces se traducen en denuncias concretas. Tampoco hubo denuncias de irregularidades en los escrutinios.

Todo sistema siempre es mejorable. En Argentina se discute si la tradicional boleta de papel debe ser reemplazada por la boleta única, ya que se usa en varias provincias. Inclusive en Salta y en la ciudad de Buenos Aires está el mecanismo de voto electrónico. Pero lo que no hay dudas es que en el sistema electoral argentino no genera dudas de que el resultado de la elección fue la voluntad popular.

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