En coincidencia con el aniversario del cumpleaños de la víctima, comienza este jueves la etapa final del juicio por la muerte de Alejandro Cohn (35) en los Tribunales de San Isidro. A partir de las 9, tanto la fiscalía como la querella realizarán sus alegatos de cierre, donde tendrán la oportunidad de formular sus respectivas acusaciones contra todos o algunos de los nueve médicos del Hospital Central de San Isidro, imputados por homicidio culposo del hermano de Mariano Cohn (48), reconocido cineasta de alcance internacional.
El proceso penal iniciado el 16 de abril camina hacia su término. En total fueron siete jornadas llevadas a cabo en la sala más grande de audiencias del edificio de tribunales de la calle Ituzaingó 340, ubicado en pleno centro de San Isidro. El juez Facundo Ocampo, titular del Juzgado Correccional N°4 de ese distrito, condujo el debate y recibió, a lo largo de la fase probatoria, decenas de declaraciones de testigos y peritos convocados por todas las partes.
Así las cosas, el fiscal Diego Molina Pico tendrá la palabra para plantearle al juez los hechos y circunstancias que tuvo por comprobados y las sanciones que considera pertinentes para aplicar en cada caso particular.
Los nueve profesionales que afrontan la acusación son Marcelo Toro Solano, Ana Sánchez, Carla Setti, María Quiroga, María Seijo, Marina Vogelin, Maximiliano Ragazzoli, Darío Campos y Martín Montagna. Y los delitos que se les atribuye son, en rigor, los de homicidio culposo y violación de elementos probatorios, cuyas penas no superan los cinco años de prisión e incluyen la inhabilitación especial de la matrícula.
También expondrá su postura el querellante Juan Carlos García Dietze, representante de la familia Cohn desde que inició el expediente en 2015 con la instrucción de la fiscal Carolina Asprella. Este abogado penalista tendrá a su cargo la responsabilidad de fundar su pedido con sustento en la valoración de las pruebas que se produjeron durante el debate. Al igual que el fiscal, deberá articular quién llevó a cabo qué acción y qué reprimenda le cabe por ello.
Ambos alegatos, en efecto, intentarán tejer el hilo de responsabilidades que llevaron a la muerte del Alejandro luego de que ingresara consciente, “lúcido y orientado” a la guardia del hospital municipal “Melchor Posse” como consecuencia de una descompensación diabética -era insulino dependiente- sufrida el 27 de julio de 2015 a la noche.
Tras una serie de intervenciones, estudios y, acaso, episodios inciertos, desde terapia intensiva se firmó el traslado del paciente al Hospital Italiano. Fue luego de dos días de internación en San Isidro y un insistente pedido de la familia para llevarlo a Capital Federal. Allí se descubrió que Alejandro presentaba muerte cerebral y, horas después de su arribo, se decidió desconectarlo de la asistencia mecánica respiratoria. La autopsia posterior revelaría golpes y múltiples fracturas en distintas partes del cuerpo.
La investigación comenzó con una denuncia por “muerte dudosa” articulada por las autoridades médicas del Hospital Italiano. Allí, entre una serie de omisiones, jamás se pudieron encontrar las hojas de enfermería donde debería consignarse cómo llegó el paciente y qué tratamiento se le practicó en ese momento.
Tampoco quedó registro del horario de ingreso a la guardia, es decir, no se sabe fehacientemente cuánto esperó el paciente hasta ser trasladado al área de shock room, donde recibió diferentes intervenciones críticas -una cricotomía y maniobras de reanimación por paro cardiorespiratorio- y fue derivado a la unidad de terapia intensiva, donde permaneció medicado y bajo coma inducido.
Los siete abogados de los nueve acusados -hay dos defensores que representan a dos médicos cada uno- iniciarán sus alegatos el próximo martes 28 de mayo. A partir de este jueves se sabrá quiénes alegarán, ya que eso depende de las imputaciones que esbocen las partes acusadoras. En cualquier caso, al comienzo del juicio gran parte de las defensas adelantaron que pedirán la absolución de sus clientes.
Finalizados los alegatos, el Código Procesal Penal de la provincia de Buenos Aires establece que el juez deberá preguntarle a los imputados si tienen algo para “manifestar” antes de concluir el debate. Con esas últimas palabras, que son opcionales, se da por finalizado el proceso y el titular del Juzgado Correccional 4 pasará, así, a deliberar. De allí surgirá el veredicto condenatorio o absolutorio respecto a cada uno de los médicos.