La investigación por el choque que se produjo en la línea San Martín, en el barrio porteño de Palermo, el viernes pasado y provocó casi un centenar de heridos, se encuentra en pleno trámite: la Justicia encuadró el caso bajo la figura de “estrago” agravado por lesiones, pero la clave está en esclarecer es si fue culposo (sin intención) o doloso y, en todo caso, quiénes fueron los responsables. Los funcionarios buscarán determinar si hubo negligencia.
Fuentes judiciales señalaron a Infobae que por el momento no existe una imputación concreta, más allá de que se tomaron medidas preventivas que involucran directamente a los maquinistas implicados, los ayudantes y el personal de vías, de control, y señaleros. Entre esas medidas, explicaron las fuentes consultadas, aparecen el secuestro de los celulares de los empleados involucrados y el dosaje en sangre para saber si hay rastros de alcohol o drogas.
Pero además el juez Julián Ercolini dispuso inspecciones oculares, el secuestro de material de cámaras de seguridad y de grabaciones de modulaciones de radio. Otro de los puntos que buscan esclarecer, a través de peritajes accidentológico, es saber cómo estaban los frenos de los convoy, y el estado de las formaciones. Estas diligencias están en manos de la Junta de Seguridad de Transporte Ferroviario y Policía Federal. “Con el transcurso de los días tendremos un paronama más claro”, señalaron las fuentes consultadas.
El choque ocurrió el viernes de las 10.30 a la altura de Figueroa Alcorta y Dorrego cuando un tren de la linea San Martín con pasajeros chocó a una formación vacía y provocó el descarrilamiento de este último. Frente a este escenario se desplegó un amplio operativo en la zona. Hubo un centenar de heridos de distinta consideración, pero ninguna víctima fatal. Medio centenar fueron asistidos en hospitales.
“Control chocamos acá. Nos notificaron en Ocampos y chocamos acá, kilómetro 5 casi. Había un tren”, dice el maquinista a los trabajadores del control.
“Sí, sí, conductor, ahí me avisó la guarda que viene con el coche vacío. Eso es lo que sé, le estoy llamando a la auxiliar de Palermo que consiguió la vía”, dice uno de los controladores.
“¿Martín me escuchas? Ahí el auxiliar de Palermo te había dado la vía para el 53 porque ahí chocó con la liviana. Sí, sí, ahí me dieron la libranza, la 25, no sé si tomaste. Lo llamé varias veces hasta que me la dio y después me consiguió la vía. 9 6 4 tomate precaución, altura kilómetro 5 aproximadamente”.
Para los investigadores, hay coincidencia en que hubo falla humana en el marco de la falta de funcionamiento del sistema automático de señalización. El secretario de Transporte, Franco Mogetta, fue el encargado de precisar que “se analizan múltiples hipótesis”. Entre ellas, aparecen el robo de cables, la falta de señales, una falla en la comunicación y hasta una cadena de irresponsabilidades en la prevención de este tipo de siniestros.
Es que, como señala el audio que fue entregado a la Justicia, el maquinista que conducía la formación con pasajeros recibió la autorización para circular por esa vía, pese a que se encontraba en el camino la locomotora detenida. La notificación para avanzar los conductores la recibieron de manera escrita, ya que desde hace 10 días no hay señalización producto del robo de cables. Eso es algo a reconstruir para la Justicia.
Apenas ocurrió el choque, la dirigencia sindical apuntó a la desinversión y se puso en alerta ante la posibilidad de que la responsabilidad de lo que pasó recaiga sobre los trabajadores. Por su parte, el ministro del Interior Guillermo Francos afirmó que “lamentablemente tuvimos este accidente en ferrocarriles, que es un símbolo de lo que pasa en la infraestructura argentina que está muy caída” y opinó que “son años y años donde los ferrocarriles no han sido mantenidos, como las rutas o el alumbrado. Yo no puedo entender que pueda haber intencionalidad en este evento”.