Este martes la Cámara Federal de Casación Penal llevó adelante, junto a la Asociación de Abogados Judíos de la República Argentina (AAJRA), una capacitación sobre la “Protección del Ejercicio de la Libertad de Expresión y las Garantías de no Discriminación”. El encuentro se realizó en los tribunales de Comodoro Py y contó con la participación de distintos oradores especialistas en la materia.
La capacitación, apoyada por la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) y el Centro Simón Wiesenthal, comenzó a las 14.30 en la Sala AMIA de los tribunales federales de Retiro, con más de 200 asistentes presenciales y vía Zoom. Allí estuvieron los camaristas Carlos Mahiques y Gustavo Hornos; los jueces de la Cámara Federal porteña Eduardo Farah y Roberto Boico y el magistrado del TOFC 4 Néstor Costabel. También se sumaron diferentes líderes de organizaciones civiles, funcionarios judiciales, abogados, personal del ámbito de la Justicia y público en general.
El evento se inició con la presentación del juez Mariano Hernán Borinsky, titular del máximo tribunal penal del país, quien resaltó que este evento se trató del primer encuentro con la AAJRA organizado con la Cámara. Luego realizó un repaso por el escenario global, recordó que ayer se conmemoró un nuevo aniversario del holocausto e hizo mención a los atentados del grupo terrorista Hamas perpetrados el 7 de octubre de 2023.
A su vez, Borinsky enfatizó la “vital importancia” de la libertad de expresión para las democracias modernas, aunque también destacó la necesidad de seguir trabajando sobre la temática para evitar su libre uso para la proliferación de “discursos de odio” y “prácticas discriminatorias”.
A su término, tomó la palabra el presidente de la AAJRA, Hernán Najenson, quien brindó unas palabras de bienvenida e hizo entrega, junto al titular de la DAIA Jorge Knoblovits, de una placa de reconocimiento al camarista Borinsky -en representación de todos los jueces de la Casación- por haber adherido el pasado 12 de abril a la definición de “antisemitismo” aprobada por la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA, por sus siglas en inglés). Dicha definición, a la que adhirió también el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Nación, fue adoptada por el máximo tribunal penal federal a través de la Resolución N° 129/24 y en virtud de la invitación realizada por el Centro Simón Wiesenthal para América Latina.
Minutos después, la primera exposición estuvo a cargo de la jueza Sabrina Namer, integrante del Tribunal Oral en lo Criminal Federal 8, quien disertó acerca de la colisión entre la libertad de expresión y la garantía de no discriminación. Para ello invocó jurisprudencia nacional e internacional y destacó puntos centrales del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y la Corte Internacional de Derechos Humanos.
Luego expuso la Directora de Derechos Humanos del Rectorado de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Valeria Thus, quien desarrolló el concepto del “negacionismo” desde la óptica de libertad de expresión y cómo puede transformarse ésta en una práctica discriminatoria para ciertos grupos vulnerables de la sociedad. Por último, Andrés Mexandeau, profesor de Garantías Constitucionales -entre otras materias- de la UBA, se explayó sobre la construcción de “la otredad” como base de la posterior negación de derechos individuales de personas pertenecientes a un grupo, como condición necesaria para la comisión de delitos y crímenes de odio.
Vale recordar que la AAJRA fue fundada en el año 2005, se encuentra integrada por abogados judíos de todo el país, cuenta con una mirada apartidaria y abierta a la diversidad de opiniones e ideologías, y está estructurada a partir del respeto y promoción de los valores del pueblo judío, del Estado de derecho, la igualdad de género y la preservación de la democracia y los derechos humanos.
La asociación, a su vez, integra la Asociación Internacional de Abogados y Juristas Judíos -IJL, por su siglas en inglés-, una entidad fundada en 1969 por el Premio Nobel de la Paz, René Cassin, autor de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y juez contencioso administrativo francés. De esa fundación participaron también los entonces presidentes de la Corte Suprema de Estados Unidos y de Israel, Arthur Goldberg y Haim Kohn, respectivamente.
En rigor, la IJL es una organización que cuenta con cientos de asociados en más de 30 países y tiene como propósito la lucha por los derechos humanos, la vigencia del Estado de derecho y la aplicación de la regla del debido proceso en todo el mundo. Se dedica, entre otros asuntos, a impulsar causas frente a casos de antisemitismo y antisionismo ante la Justicia. También ofrece colaboración profesional a instituciones de la comunidad judía argentina y asesora de manera gratuita a víctimas de violencia de género.