Triangulación de llamadas, mini celulares y falsas embarazadas: los nuevos métodos de los jefes narcos

Un informe de la PROCUNAR reveló cómo los líderes de organizaciones criminales buscan evadir los controles de comunicación desde las cárceles para poder seguir manejando sus negocios

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Un celular que entra en la palma de una mano y que se halló en prisión
Un celular que entra en la palma de una mano y que se halló en prisión

La justicia federal advirtió sobre los nuevos métodos de comunicación que usan los jefes de organizaciones criminales para evadir los controles desde las cárceles y poder seguir manejando sus negocios desde las prisiones. Desde triangulación de llamadas a celulares que entran en la palma de una mano y falsas embarazadas.

Así consta en el último informe que elaboró la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) y que fue la base para que la semana pasada se le prohíba a los jefes de la banda rosarina “Los Monos” tener cualquier tipo de comunicación, excepto con sus abogados.

“Se han advertido nuevas tácticas para sortear las limitaciones impuestas sobre las comunicaciones. Por un lado, se han detectado equipos de telefonía celular que son ingresados al establecimiento penitenciario mediante visitas, encomiendas o con connivencia penitenciaria; por el otro, se advirtieron formas de incluir en las conversaciones con líneas permitidas a otras líneas (y personas) con quienes no tiene autorizado comunicarse”, señala el informe de este mes al que accedió Infobae.

Desde 2021, la PROCUNAR, a cargo del fiscal Diego Iglesias, elabora trabajos que dan cuenta cómo desde las cárceles los jefes de organizaciones criminales siguen manejando sus negocios a pesar de las prohibiciones que tienen. Desde el negocio de la droga hasta organizar crímenes y amenazas. El año pasado el narco rosarino Esteban Lindor Alvarado planeó desde la cárcel de Ezeiza su fuga en un helicóptero.

Desde entonces se hicieron distintas propuestas para evitar el uso de celulares, como por ejemplo que se instalen inhibidores de señal, algo que está establecido por ley, pero que no se puso en práctica. En el inicio del gobierno de Javier Milei el Servicio Penitenciario Federal (SPF) pasó del Ministerio de Justicia al de Seguridad y la ministra Patricia Bullrich estableció el “Sistema Integral de Gestión para Personas Privadas de la Libertad de Alto Riesgo” que toma varias de las recomendaciones hechas y fija más controles sobre los presos más peligrosos.

Una de ellas es un límite a la cantidad de personas que los detenidos pueden llamar desde los teléfonos públicos de los pabellones. Tienen que hacer una lista que debe ser aprobada. Sin embargo, se detectó cómo se viola ese método. Es a través de lo que la PROCUNAR llamó “triangulación de llamadas”. Los detenidos llaman desde el pabellón a una de las personas con las que fueron autorizadas a comunicarse y, a su vez, esta persona desde su celular utiliza una opción predeterminada que tienen los móviles para llamar a una tercera.

Otro método fue denominado “pegan los tubos”. “Quien recibe la llamada junta de forma material su teléfono celular o tubo del teléfono fijo a otro dispositivo que está comunicado con otra persona. De este modo, se incorpora un tercer abonado (o más) a la conversación sin estar añadido digitalmente, pero sin estar físicamente presente”, explica el informe. También se detectó que quien recibe la llamada está físicamente con otra persona.

“Se advirtió que la triangulación también fue con personas detenidas”, destaca la PROCUNAR y agrega que “en algunas oportunidades se han identificado indicaciones para la comisión de actividades ilícitas fuera del establecimiento penitenciario”.

Ariel "Guille" Cantero, el jefe de "Los Monos"
Ariel "Guille" Cantero, el jefe de "Los Monos"

El sistema fue descubierto a través de intervenciones telefónicas que se hicieron en causas judiciales. Uno de los casos que cita la PROCUNAR es el de Ariel “Guille” Cantero, jefe de “Los Monos” y preso en la cárcel federal de máxima seguridad de Marcos Paz.

— Cantero: Andá vo’, decile que la llame por, por... ¿cómo es? Por línea.

— Interlocutor: Sí.

— Cantero: Y que le pregunte si saben unir, y si saben unir, decile que la llame y que le diga que yo, cuando apenas estén, yo la llamo al celular; me pueden unir.

— Interlocutor: Bueno.

Por esta situación, el juez federal de Morón, Jorge Rodríguez, dictó un fallo la semana pasada en la que le prohibió a “Guille” Cantero y a Uriel “Lucho” Cantero toda clase de comunicación telefónica, excepto con sus abogados, y excluyó a personas que estaban autorizadas a visitarlos.

Celulares y embarazos

“Existe evidencia de esto en una gran cantidad de comunicaciones, donde se escucha cómo planifican la confección de elementos para esconder los teléfonos y meterlos en la instancia de visita”, señala el trabajo.

Uno de ellos son los dobles fondos de distintos elementos. Se encontró un celular en el doble fondo de una olla. En una escucha se supo que se buscaba ingresar un cargador dentro de una máquina para cortar el pelo.

Sobre los celulares, el informe destacó que hallaron teléfonos celulares tan pequeños que entran en la palma de una mano. “Otra forma para ´mover´ elementos (equipos telefónicos y estupefacientes) dentro del penal es mediante la complicidad del personal penitenciario y/o de otros detenidos”, agrega el trabajo. La complicidad de los agentes es primordial para que la mayoría de estos hechos se puedan cometer.

El doble fondo de una olla en la que se intentaba ingresar un celular
El doble fondo de una olla en la que se intentaba ingresar un celular

Otro caso es el de las falsas embarazadas. En las cárceles, las visitas pasan por un escáner de Rayos X para controlar que no llevan nada dentro del cuerpo. Por su estado, las embarazadas no pasan por ese control. En una escucha se halló cómo “Guille” Cantero habla de una chica que tiene “los papeles de embarazada, pero que no estaba embarazada”.

“Pese a los avances realizados por las autoridades del Ministerio de Seguridad y del SPF, las recomendaciones emitidas y las resoluciones judiciales favorables en relación a la implementación de las medidas de seguridad complementarias y específicas, existen indicadores que demuestran que la situación se mantiene. Los antecedentes apuntados demuestran la permanencia del manejo de organizaciones dedicadas al tráfico ilícito de estupefacientes por parte de personas que se encuentran privadas de la libertad. Asimismo, evidencian las tácticas emprendidas por los detenidos para continuar sorteando las limitaciones surgidas de las medidas de seguridad”, concluye el trabajo de la PROCUNAR.

En el paper se reiteró como “urgente” que los establecimientos penitenciarios dependientes del SPF “cuenten con bloqueadores e inhibidores de frecuencia” y el “desarrollo de tecnología que impida las comunicaciones no autorizadas”.

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