Ileana Salamanco (47) era la nuera de Hugo Muguerza, el dirigente radical que se cruzaba en los cajeros de La Plata con Julio “Chocolate” Rigau. Hace ocho años cobra un sueldo del Senado bonaerense, pero nunca pisó ese edificio. Ante la fiscal Betina Lacki, que investiga el caso de “Chocolate” y sus derivaciones, la mujer declaró que trabaja en su casa “armando viandas”. ¿Cuál es el destino de esas viandas? “Comedores o algún bloque político que me pidan, o desayunos así”, fue su insólita repuesta.
Salamanco postergó su testimonio durante varias semanas, como otros dueños de las tarjetas, y finalmente declaró este jueves ante la fiscal Lacki. En su relato, al que tuvo acceso Infobae, confirmó que comenzó a cobrar un sueldo del Senado porque tenía un vínculo afectivo con Leonardo Muguerza, hijo del dirigente radical. Esa relación se terminó en el 2000. Pero igualmente sigue recibiendo las transferencias. Actualmente, su sueldo ronda los $650 mil.
La mujer intentó justificar ese ingreso por las viandas que prepara en su casa. Un trabajo, si realmente existe, que nadie controla.
Pese a su relación con el hijo de Muguerza, Salamanco no pudo reconocer a su ex suegro en las imágenes que le mostró la fiscal. Eran capturas de las cámaras de seguridad del Banco Provincia donde fue grabado el dirigente radical junto a su pareja, María Ortellado.
Muguerza se presentó ante a la Justicia a mediados de febrero luego de una investigación del diario La Nación. La Justicia ya comprobó que retiraba dinero con 39 tarjetas de débito ajenas. Y por eso citó a cada uno de los dueños de esas tarjetas, que ahora desfilan por Tribunales.
Otro de los testigos que declaró esta semana es Jonathan Ivan Villegas. Fue a la Fiscalía junto a su abogado, Javier Percow, el mismo que defiende a Muguerza. Cuando le preguntaron dónde trabajaba, respondió: “Para Hugo, con la política radical”. ¿Que funciones cumplía?”, insistieron los investigadores. “Hacía trabajo de campo, iba a marchas, entregaba volantes, entregaba mercadería”, fue la respuesta de Villegas. Otra vez, supuestas tareas que nadie controlaba.
Villegas aseguró que ya no cobra un sueldo del Senado bonaerense. Dijo que le dio “miedo” por el escándalo público y se dio “de baja”. Pero no supo contestar dónde ni cuándo presentó esa supuesta renuncia.
Lo más llamativo de su declaración fue cuando respondió por qué le entregó su tarjeta a Muguerza: “Por comodidad, me la traía Hugo porque no contaba con los horarios para retirar la plata”. El argumento, aunque sea insólito, ya había sido planteado por algunos de los dueños de las tarjetas de “Chocolate” Rigau.
Con los datos aportados por el Banco Provincia, se comprobó que Muguerza se cruzó con Rigau el 18 de agosto de 2023, a las 5:30 de la madrugada, en el cajero de la calle 47. De las imágenes se infiere que se conocían. También hay registros del 17 de agosto y del 11 de agosto de ese año. En todos los casos hay un intercambio de miradas y de gestos.
El 5 de septiembre, cuatro días antes de la detención, Rigau se volvió a cruzar con Muguerza y su mujer en el cajero de Plaza San Martín. En ese caso hubo un saludo al pasar. La pareja se retiró del lugar a las 06:04 pero “Chocolate” siguió sacando dinero hasta las 07:19.
El sistema de recaudación era muy similar. En el caso de Rigau, la Justicia convocó a los 48 dueños de las tarjetas y ahora está interrogando a funcionarios y empleados de la Cámara de Diputados que están vinculados a la contratación de los empleados. El último que declaró esta semana fue el jefe de Personal, Pablo Parente.
Mientras tanto, Rigau sigue detenido. Esta semana, la Cámara de La Plata confirmó el rechazo de la prisión domiciliaria que habían intentado sus abogados en base a supuestos problemas de salud. La Justicia solo accedió a que reciba controles médicos todas la semanas en su lugar de detención.
Pese a las revelaciones de los testigos, la línea de investigación del Senado todavía no tiene detenidos. Uno de los últimos testimonios, anticipado por TN, también admitió haber ingresado a la Cámara alta de la mano de Muguerza. “Es el ex suegro de mi hermano, Sebastián Benzo”, apuntó Yamila Benzo. Al igual que otros testigos, la mujer intentó justificar su sueldo con supuestas tareas fuera del edificio del Senado. “Estaba en el partido político, trabajaba para Juntos por el Cambio”, dijo.
La fiscal Lacki mantiene su hipótesis inicial: que los empleados prestaban su nombre a cambio de algunos beneficios sociales y previsionales, pero no se quedaban con el dinero.
Solo en el caso de Diputados, la estafa al Estado habría sido de al menos $400 millones. Un informe pericial realizado por la Policía Federal determinó que las cuentas correspondientes a las 48 tarjetas secuestradas recibieron $395.474.849 en los últimos dos años. De ese total, se extrajeron por cajero $ 369.887.794. Pero la pericia no terminó. La Justicia quiere saber si la operatoria se remonta hasta 2012.