El caso Skanska, considerado el primero de corrupción del kirchnerismo, comenzó hoy a ser juzgado casi 20 años después del hecho. El Tribunal Oral Federal 4 inició el proceso en los tribunales de Comodoro Py contra 31 acusados, entre ellos el ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido y el ex secretario de Obras Públicas José López. La primera audiencia dejó el dato de que la acusación es por el pago de casi 14 millones de pesos, lo que hoy serían 14 mil dólares.
El caso Skanska fue considerado el primero de corrupción del kirchnerismo. Se investigaron presuntos pagos ilegales por parte de la empresa multinacional sueca a funcionarios del gobierno nacional de Néstor Kirchner en 2004 para que le adjudicaran la ampliación de la construcción de los gasoductos norte (TGN) y sur (TGS) para el transporte de gas natural. Dos años después se inició la causa judicial.
La audiencia se realizó en la sala AMIA de los tribunales de Comodoro Py. El tribunal dispuso la presencialidad de los acusados pero algunos de ellos habían adelantado que por distintos motivos no iban a poder estar. Uno de ellos fue López que viajó a Tucumán a visitar a su familia -es oriundo de esa provincia- y sufrió un problema de salud que le impidió volver por lo que estuvo conectado por videoconferencia, al igual que otros imputados. De Vido estuvo presente.
La sala es conocida para De Vido y López. Allí tuvieron el juicio oral por la obra pública en Santa Cruz en el que López fue condenado junto con la ex presidenta Cristina Kirchner y De Vido absuelto. Ese fallo está siendo revisado actualmente por la Cámara Federal de Casación Penal. Allí De Vido fue condenado por la tragedia ferroviaria de Once y López por los bolsos con nueve millones de pesos con los que fue detenido en un convento en General Rodríguez. De Vido tiene otra condena por la compra de trenes chatarra a España y Portugal. Y ambos, entre otras causas, tienen pendiente el juicio oral por el llamado caso de “los cuadernos de la corrupción”, en el que López es arrepentido.
El juicio comenzó con la lectura de la acusación que hizo el fiscal federal Carlos Stornelli cuando el caso pasó a la etapa de juicio oral, en 2019. Allí se destacó que directivos de Skanska “extrajeron 13.949.829,87 pesos de la filial argentina de la multinacional sueca, con el objeto de destinar, al menos parte del total, a los funcionarios públicos que intervinieron en el proceso administrativo; entre los que se encontraban, al menos, Julio Miguel De Vido, José Francisco López y Néstor Alberto Ulloa”. Esa es la coima que se habría pagado en 2004 cuando el dólar estaba cerca de 3 pesos. Así el soborno habría sido de 4.600.000 dólares. El mismo monto de pesos hoy sería de 14 mil dólares. Según la acusación la empresa justificó ese dinero con facturas falsas.
La causa, que en sus inicios estuvo a cargo del fallecido juez federal Norberto Oyarbide, tuvo una prueba clave. Fue una grabación en la que Javier Azcárate, entonces responsable del área comercial de Skanska, reconocía que la empresa había pagado coimas a funcionarios del Ministerio de Planificación Federal para quedarse con el negocio y que se habían usado facturas falsas para los sobornos. Esa charla había sido registrada por el síndico de la compañía, Claudio Corizzo, que estaba haciendo una auditoría interna. Azcárate es uno de los imputados. En la grabación dijo que la coima fue de un 5 por ciento del monto del contrato más los costos de la operación.
El expediente se inició en 2006 y tuvo una primera tanda de procesados, pero luego la Sala I de la Cámara Federal de Comodoro Py declaró nula la grabación porque entendió que había sido obtenida de manera ilegal, ya que Azcárate no sabía que estaba siendo grabado. Por lo tanto, no podía usarse como prueba y así los procesamientos se cayeron.
El caso entró en una etapa de apelaciones en las que intervino la Cámara Federal de Casación Penal y la Corte Suprema de Justicia de la Nación. El máximo tribunal revocó la nulidad del uso de la grabación como prueba para la causa. Allí se consumió la mayor demora del expediente. Y con ese fallo, en 2016 la Cámara de Casación validó la grabación y el caso fue reabierto por el juez federal Sebastián Casanello. Así se dictaron nuevos procesamientos y en 2019 el caso fue elevado a juicio oral.
Los acusados son 31, 28 ex directivos de la empresa y tres ex funcionarios. Junto con De Vido, López y Azcárate otro de los imputados es el ex gerente del Fideicomiso Banco Nación Nelson Ulloa, entre otros ex funcionarios y directivos de Skanska. En el caso se juzgan los delitos de cohecho y administración fraudulenta. El caso está a cargo del Tribunal Oral Federal 4, integrado por los jueces Guillermo Costabel, Jorge Gorini y María Gabriela López Iñiguez. El fiscal es Abel Córdoba.
Tras la lectura de la acusación las partes comenzaron con los planteos de las cuestiones previas. La defensa de De Vido, a cargo de los abogados Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiro, pidieron la nulidad de la acusación de Stornelli. “Hubo un escándaloso corte y pega de la acusación”, dijo Rusconi que señaló que la imputación es la misma para cada uno de los ex directivos. “Es imposible que los 28 hayan hecho todo junto al mismo tiempo, por lo tanto la acusación está mal formulada y es nula”, planteó y solicitó que el pedido sea resuelto al final del juicio para no entorpecerlo.
Por su parte, la defensa oficial de López y Ulloa pidió la absolución por el aplicación de plazo razonable. “Pasaron 18 años que es más del triple de la pena que se prevé en caso de condenas”, dijo la defensa y también anunció que en sus alegatos pedirá la recusación del juez Gorini porque ya condenó a López en el caso de la obra pública. Ese planteo ya se hizo y fue rechazado.
La audiencia continuará el lunes 29 de abril cuando las defensas completen sus cuestiones previas. Luego serán las indagatorias y la siguiente etapa es la de testigos que están convocados 100.