En el marco de un fuerte operativo policial en la ciudad de El Calafate, Santa Cruz, comenzó esta mañana el juicio por el crimen del ex secretario presidencial del matrimonio Kirchner, Fabián Gutiérrez. De los tres jóvenes imputados por “homicidio calificado por ensañamiento y alevosía”, cuya pena prevé prisión perpetua, decidió declarar Pedro Monzón (22), quien brindó su versión de los hechos e implicó a Facundo Zaeta (23) como el principal responsable de un asesinato signado por la violencia corporal y la asfixia.
El cadáver del ex secretario de Néstor y Cristina Kirchner fue hallado el 4 de julio de 2020 en una cabaña del barrio Aeropuerto Viejo. Su cuerpo tenía distintos signos de violencia en el cuerpo. Golpes en el ojo, el rostro y la cabeza. Tres puntazos con un cuchillo tramontina en el cuello. Señales de asfixia mecánica por el uso de un cable.
En rigor, según sostiene la fiscal del juicio Verónica Zúvic, Gutiérrez fue asesinado el 2 de julio a la noche en su propia casa y luego enterrado debajo de un árbol en un patio de un complejo de cabañas de la ciudad santacruceña. Los tres acusados, actualmente en prisión preventiva, son Facundo Zaeta, Facundo Gómez (23) y Pedro Monzón. El móvil del delito se presume que fue económico. De hecho, se sospecha que los jóvenes se aprovecharon de la víctima con el fin de que les revelara dónde tenía el dinero. Por eso la calificación penal es la de “homicidio doblemente calificado por ensañamiento y alevosía y para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito o para asegurar sus resultados o procurar la impunidad para sí o para otro, o por no haber logrado el fin propuesto al intentar otro delito”.
A casi cuatro años del hecho, y luego de dos suspensiones, el debate oral tuvo su inicio formal cerca de las 9 de la mañana en la sede del Centro Cultural de El Calafate, un teatro acondicionado especialmente para lo que será un juicio de gran magnitud, con casi 60 testigos convocados para declarar en el recinto, entre los que se encuentran peritos oficiales y de parte, amigos y familiares del ex secretario presidencial y allegados de los tres acusados.
El juez Joaquín Cabral fue el encargado de conducir el devenir del proceso, que comenzó con la sustanciación de cuestiones preliminares planteadas por las partes. Al lado del magistrado tomaban apuntes sus colegas Jorge Daniel Yance y María Alejandra Vila. En tanto, la acusación y las querellas de la madre y la hermana de la víctima -representadas por los abogados Lucio Giordano, Natalia Crnkovi y Sandro Levín-, junto a la querella del padre de Gutiérrez, se ubicaron en uno de los costados del salón, enfrentados a las defensas de los tres imputados, a cargo de Carolina Scamperti, Romina Gueri, Lucas Barrios, Tomás Rodríguez, Alejandro Monzón, Carlos Telleldín y Sabrina Burrueco.
La víctima del crimen que comenzó a juzgarse este lunes fue secretario de la Presidencia de la Nación, entre mayo de 2003 y mayo de 2005, y secretario adjunto de la Presidencia entre diciembre de 2007 y enero de 2010. Antes había trabajado como asistente en distintas áreas del Gobierno de Santa Cruz. Al momento de su asesinato, en plena pandemia, ya había dejado de trabajar con el matrimonio presidencial, estaba procesado por el delito de lavado de dinero y se había presentado -luego de su paso por prisión- como imputado arrepentido en el caso conocido como el “Cuaderno de las coimas de Centeno”.
Según informó Señal Calafate, Pedro Monzón fue el único de los imputados que tomó la decisión de declarar frente a la Justicia de Santa Cruz como forma de mantener su estrategia -seguida también en la instrucción penal- de presentarse como abierto colaborador de la investigación. Él fue, en su momento, quien le confesó a la policía dónde estaba enterrado el cuerpo durante las primeras horas de la búsqueda. Los otros dos acusados, en tanto, reservaron su derecho a declarar en otro momento del juicio.
Monzón, el más joven de los imputados, recibió preguntas de todas las partes sentado en el centro del salón. Allí contó que en la época del hecho trabajaba en el negocio de Facundo Gómez, ligado al arreglo de autos, y que aquel 2 de julio de 2020 su jefe le pidió que luego de terminar con su horario laboral no se fuera “porque tenía que ayudarlo con otro trabajo”.
De acuerdo a sus dichos, él creyó que ese pedido se relacionaba con el hecho de tener que remolcar un vehículo o algo similar “porque Gómez llevaba una soga y una linga”. De ahí fueron juntos hasta la casa del ex secretario Gutiérrez, aunque él no sabía ni adónde iban ni “qué iban a hacer”, publicó Señal Calafate.
Luego el imputado rememoró que al llegar a la casa de Gutiérrez ingresaron por una ventana y que adentro se encontraba Facundo Zaeta con un cuchillo en la mano. Poco después vio a la víctima en el baño, que, según comentó, ya estaba sin vida.
“¿Quién mató a Gutiérrez?”, indagó el juez Cabral en una declaración realizada a puertas cerradas. “No lo sé con certeza, pero a mi opinión fue Facundo Zaeta”, contestó Monzón.
Por otro lado, el declarante confesó haber participado del momento en que sacaron el cuerpo de la casa del ex secretario para subirlo a la camioneta de la víctima. También dijo que él y Zaeta se dirigieron hasta la cabaña del Aeropuerto Viejo, donde sería enterrado, en tanto Facundo Gómez se bajó unas cuadras antes para buscar su auto.
El imputado a su vez dejó asentada una postura clave en su relato. Dijo que siempre fue “obligado” por Zaeta para actuar como actuó, incluso para volver al domicilio de la víctima para limpiar la escena. Luego de esa limpieza, se retiraron -Zaeta y él- a pie y, unas cuadras después, llamaron a un remis que los llevó hasta las cercanías del barrio 50 Viviendas, donde se separaron.