El juez federal Julián Ercolini resolvió este martes el sobreseimiento del fiscal Carlos Stornelli, en un expediente que investigaba su presunta participación en una asociación ilícita conformada, entre otros, por el falso abogado Marcelo D’alessio, quien enfrenta actualmente un juicio ante el Tribunal Oral Federal 8 porteño por ese mismo delito junto al de extorsión y lavado de dinero.
Mientras ese debate se desarrolla en los tribunales de Comodoro Py, con la presencia de nueve acusados, entre los que se encuentran dos ex policías bonaerenses y un ex agente de inteligencia, el juez Ercolini, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal 10, cerró la investigación vinculada al fiscal Stornelli. Lo hizo luego de un escrito presentado por su defensa el 6 de febrero pasado para que se le dicte su sobreseimiento con relación a los casos “Terrorismo Irán”, “Brusa Dovat”, Pablo Erasmo Barreiro” y “Munin Talevi”.
En rigor, son cuatro hechos distintos vinculados con presuntas maniobras de extorsión y espionaje ilegal llevadas adelante por el falso abogado D’alessio con la presunta anuencia o aval de Stornelli para conseguir algún tipo de información. Esa fue la postura del juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, que en 2019 imputó al fiscal basándose en una serie de conversaciones de WhatsApp entre los dos. Allí lo procesó como responsable del delito de asociación ilícita en carácter de miembro en concurso ideal con la realización de tareas de inteligencia ilegales, entre otros.
El caso mantuvo idas y vueltas entre el juez de instrucción y la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata, que durante su intervención en el proceso resolvió revocar el procesamiento y dictar su falta de mérito a finales de 2020. Luego el trámite penal se radicó por una cuestión de competencia ante los tribunales del barrio porteño de Retiro en Comodoro Py al 2002.
La causa principal generó un gran revuelo en el verano de 2019 y cuenta con D’alessio, detenido hace cuatro años y medio, como sospechoso de formar parte de una asociación ilícita dedicada a realizar actividades de investigación, recolección, clasificación, ordenamiento, almacenamiento y análisis de información vinculada a personas, causas judiciales e integrantes de los medios masivos de comunicación. También se le endilgan delitos de extorsión, tráfico de influencias y lavado de dinero.
Pero no sólo está involucrado D’alessio en el debate que comenzó en septiembre pasado. Entre los acusados -son nueve en total- se encuentran los ex policías Ricardo Oscar Bogoliuk -quien reportó como espía- y Norberto Aníbal Degastaldi, y el ex agente de inteligencia Rolando Hugo Barreiro. Asimismo, están imputados Aldo Sánchez, Pablo Bloise, Marcelo Patricio González Carthy de Gorriti, Mariano Rubén Díaz y el ex prefecto Franco Pini. Pesa sobre ellos el cargo de haber integrado una banda delictiva que incurría en espionaje desde al menos el año 2016 hasta el mes de febrero de 2019. En el curso de la causa, además, se suicidaron otros dos acusados: Carlos Liñani y Eduardo Ariel Menchi, alias “Chispa”.
En el caso de Stornelli, tanto la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata como la Cámara Federal de Casación se habían expedido en un mismo sentido: desvincular definitivamente al fiscal de las actuaciones. Bajo ese contexto se presentó su defensa en febrero para plantear que, tras más de tres años, “ninguna prueba de cargo se había arrimado a la causa que permitiera revertir dicha situación procesal en sentido gravoso”.
El juez Ercolini, que ya dictado la falta de mérito del fiscal federal respecto a otros dos hechos que se le atribuían ligados al espionaje ilegal, analizó hecho por hecho a través de una sentencia de 30 páginas a la que tuvo acceso Infobae. Desgranó allí cada fecha, cada prueba y cada resolución ligada al derrotero de la causa. También estudió las piezas probatorias que habían vinculado oportunamente al fiscal Stornelli al expediente. “Bajo esta inteligencia -dijo el magistrado al momento de resolver- considero que no se cuenta en autos con elementos de prueba alguno, entendido como el dato objetivo incorporado legalmente al proceso, capaz de producir un conocimiento cierto o probable acerca de los extremos de la imputación delictiva, con la idoneidad conviccional que le otorgue relevancia y utilidad”.
Y concluyó: “tampoco restan por producirse otros elementos de prueba para dilucidar dichos eventos y la eventual participación que Carlos Stornelli pudiera tener, por lo que, a esta altura, ante la insuficiencia probatoria destacada por los distintos representantes del Ministerio Público, que comparto, corresponde dictar su sobreseimiento por no haberse acreditado que hubiera intervenido en la comisión de los hechos descriptos”.
Por otra parte, la Cámara Federal de Casación exhortó en febrero pasado al tribunal a cargo del juicio contra D’alessio con el fin de acelerar el desenvolvimiento del proceso. Además de los cargos de espionaje y extorsión, en el debate se intentarán ventilar los vínculos del falso abogado con periodistas, jueces y fiscales, junto también a la denominada “operación Fantino” y las tareas de contrainteligencia sobre la fallecida vedette Natacha Jaitt.