La Corte Suprema de Justicia rechazó un recurso de queja y dejó firme la condena de 45 años de prisión que un tribunal de Mendoza impuso al sacerdote Horacio Corbacho Blank por abuso sexual agravado y corrupción de menores en un instituto religioso en esa provincia, informaron fuentes judiciales. Los abusos de los que fueron victimas niños y adolescentes sordomudos e hipoacúsicos, ocurrieron entre 2005 y 2016 en el instituto Antonio Próvolo, en la localidad mendocina de Luján de Cuyo.
El 25 de noviembre de 2019, la justicia de Mendoza condenó a los curas Nicolás Bruno Corradi a 42 años de prisión y a Horacio Corbacho Blank a 45 años. El jardinero Armando Ramón Gómez, por su parte, recibió 18 años de cárcel. El caso llegó al máximo tribunal de la Nación luego que la Suprema Corte de Mendoza rechazara un recurso contra el fallo dictado por el Tribunal Penal Colegiado 2 de esa provincia
Hubo un segundo juicio que terminó con la absolución de nueve imputadas: las monjas Kumiko Kosaka y Asunción Martínez, las exdirectoras y empleadas del Instituto Graciela Pascual, Gladys Pinacca, la cocinera Noemí Paz, Valeska Quintana, Laura Gateán, Cristina Leguiza y la psicóloga Cecilia Raffo.
En septiembre de 2018, el ex monaguillo Jorge Bordón, también exempleado administrativo en el Instituto Próvolo, confesó la autoría de los hechos y recibió una pena de 10 años de prisión.
Los abusos en el Próvolo, cuya denuncia y condena fueron noticia y ejemplo de justicia a nivel mundial, se conocieron en 2016 cuando se escuchó por primera vez a Luis Batistelli, profesor de Lengua de Señas, quien, ayudado por un intérprete de señas, contó en la Legislatura de Mendoza los hechos aberrantes que ocurrían en la institución religiosa. Fue un 18 de noviembre de 2016, en medio de una charla sobre los Derechos del Niño en la Legislatura de Mendoza, cuando una senadora tomó coraje y llevó la denuncia a la justicia.
Una veintena de denuncias pesaron sobre la causa mendocina contra los sacerdotes del Instituto Próvolo, cuyas víctimas son sordomudos o discapacitados que asistieron a esa entidad. A lo largo de los 49 días que duró el proceso, uno de los testigos sostuvo ante los jueces del tribunal, que Gómez lo tocó en sus partes íntimas y afirmó que fue abusado sexualmente por una persona que quedó desligada del expediente al ser declarada ininmputable.
Ente las victimas de Corbacho, aparece una víctima que nació en Misiones y tenía 8 años cuando entró al instituto religioso para chicos sordos Antonio Próvolo de Mendoza. A esa edad comenzaron también sus peores padecimientos. De los casos que fueron llevados a juicio en el Tribunal Penal N° 2, el suyo demostró un nivel de atrocidad particular: según su relato, fue violado al menos ocho veces mientras estuvo en el instituto, en ocasiones hasta llegaba a desmayarse por el dolor que sufría durante esos ataques. La filmación de la declaración en cámara Gesell, hecha en 2017, del joven fue proyectada en la sala a comienzos de septiembre, uno de los relatos más crudos en todo el proceso. Prefirió no repetirla en persona.