Infobae reveló, días atrás, la denuncia penal de la jueza María Servini contra una de sus empleadas que se tomó una licencia médica de 12 años: desde 2012 hasta noviembre del 2023. Es decir, que de 2667 días hábiles, la mujer asistió solamente 414 días, según la presentación a la que accedió este medio. Nunca dejó de cobrar su sueldo por el que recibe unos dos millones de pesos solo por antigüedad.
¿Cómo logró Gabriela Dunzelmann Novaro sostener en el tiempo el cargo como jefa de despacho del juzgado electoral porteño? Gracias a los 68 certificados médicos que presentó con la firma del ex Psiquiatra Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Andrés Alberto Mega, por un cuadro de bipolaridad. La jueza también lo denunció.
A Servini no solo le llamó la atención la cantidad de recaídas de Dunzelmann, sino también la cantidad de viajes que realizó cuando debía estar bajo tratamiento. En 2012, viajó a Brasil en dos oportunidades. En 2013, regresó a las mismas playas. En 2014, estuvo en la temporada alta del verano europeo. Durante 2016 fue a Uruguay, a España y Chile. Ya para 2018, en su cuenta de Instagram, la empleada subió fotos por Europa y Punta del Este.
Mega, por su lado, no solo se desempeñó en la Corte, según sus antecedentes comerciales también trabajó en el Ministerio de Salud bonaerense, en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y en la actualidad lo hace en el Ministerio de Justicia y Seguridad porteño. De acuerdo a su LinkedIn, es Presidente del Capítulo de Responsabilidad Profesional en Asociación Argentina de Psiquiatras (AAP).
A la vez, continúa desarrollando su actividad de perito forense de forma privada. En otras palabras, actúa como perito de parte en causas penales, una de ellas, la del ex peluquero de Néstor Kirchner que fue atacado a tiros por un cliente el 18 de mayo de 2022.
Ese día, el empresario Lucas D’Adamo, detuvo su BMW negro frente a la casa de la casa de Carlos Monteverde -que también le cortó el pelo a Diego Maradona- y descargó una ráfaga de once tiros contra la fachada. Los plomos impactaron en una ventanilla del auto que estaba en la puerta del garaje, en una reja y en la ventana del living donde el estilista y su esposa miraban televisión.
D’Adamo, dueño de una fábrica de cristales blindados, fue detenido con un arsenal e imputado por abuso de armas agravado en tentativa, amenazas agravadas, portación ilegal de arma de fuego de uso civil y portación ilegal de arma de guerra en tentativa.
La pelea judicial, desde entonces, se dio en la arena pericial. ¿Era el empresario inimputable? Y es aquí donde aparece Mega, como perito de la defensa, en una primera instancia en manos del ahora ministro Mariano Cúneo Libarona.
En un primer análisis, solo con el testimonio de la hermana del empresario, peritos oficiales del Departamento Judicial de La Matanza afirmaron que el agresor padecía un cuadro delirante paranoide, que se desencadenó con el fallecimiento de su padre y que el cuadro se vio agravado por el consumo de cocaína.
El examen concluyó que el empresario padece una patología del orden de las psicosis y que no pudo actuar con voluntad ni libertad de conciencia. En síntesis, determinaron que no comprendía sus actos y fue declarado inimputable.
Los abogados de la víctima cuestionaron el examen y pidieron a la fiscal Alejandra Núñez una nueva pericia psiquiátrica oficial, luego de que su perito, el doctor Rafael Herrera Milano, detectara “contradicciones y errores insalvables” en la pericia oficial.
Pero el mayor cuestionamiento a la actuación de los miembros del gabinete pericial de La Matanza vino de la mano de Mega. El 10 de marzo del 2023 posteo imágenes en sus redes sociales de un grupo de personas que poseen la misma remera deportiva de color azul con inscripción “dream team 2023″.
En el centro de la escena aparece él y a su derecha, de rodillas, Patricia Edith Farina, una de las psiquiatras que firmó la pericia oficial que declaró inimputable a D´Adamo. La postal se repitió en la mesa de un asado, presuntamente, en la casa del médico de Dunzelmann. El episodio generó un pequeño escándalo en la Justicia bonaerense e hizo evidente el vínculo de amistad que lo unía a Farina.
La querella pidió que se aparte a todo el gabinete oficial y que se declare inválida a la pericia, que se repitió otras dos veces con idéntico resultado e iba a una cuarta. La fiscal pidió elevar la causa a juicio y que se dirima en el debate la imputabilidad del agresor. Sin embargo, el caso no llegará al estrado debido a un arreglo económico entre el estilista y el empresario.