El edificio de los tribunales federales de Comodoro Py estuvo hasta media mañana sin el servicio de internet -ya restablecido- por diferentes hechos vandálicos que se dieron ayer a la noche y que también ocurrieron en los últimos días en el barrio porteño de Retiro, donde están ubicados los tribunales.
Fuentes judiciales informaron a Infobae que ayer a la noche fuera del edificio rompieron una caja de cables en busca de cobre para luego ser vendido y así fueron rotos los cables de fibra óptica de internet. Los cables no fueron robados porque no tenían cobre y los dejaron tirados en la calle. Pero el hecho dejó al edificio sin internet.
Por el tema trabajó el área de tecnología del Consejo de la Magistratura de la Nación -el órgano encargado entre otros temas de la administración del Poder Judicial- que mediante un sistema alternativo le dio conectividad a internet a Comodoro Py y comenzó a trabajar en los arreglos para normalizar la situación. Desde los tribunales harán la denuncia penal para que el hecho sea investigado y se va a pedir que se refuerce la seguridad en la zona.
Los hechos vandálicos en busca de cobre no solo afectó a Comodoro Py sino que ocurrieron en distintos lugares de la zona de Retiro. Por ejemplo, en los últimos días varios semáforos del barrio estuvieron sin funcionamiento.
El robo de cobre para ser vendido recrudeció en los últimos tiempos. El caso más resonante ocurrió hace menos de 10 días cuando Ezequiel Francisco Curaba, el ladrón que intentó robar cables de alta tensión en Rosario y terminó con el 90% del cuerpo quemado, murió el 13 de febrero en el centro de salud en el que permanecía internado en grave estado.
Curaba, de 21 años y que estaba en situación de calle , fue filmado por vecinos de la avenida Juan Domingo Perón al 6100 mientras salía caminando de intentar robar los cables de alta tensión. Su cuerpo, casi por completo, había sufrido quemaduras y su ropa había quedado rota producto de la explosión e incendio. Quienes estaban al momento del hecho lo increparon por haber dejado sin luz al barrio.
A lo largo de este verano, el robo de cables de cobre, tanto de alta tensión como telefónicos, se convirtió en una figura recurrente para las fuerzas de seguridad. Existe desde hace años, no es nada nuevo. Pero nunca fue tan lucrativo como ahora, una nueva variante para el hampa en la crisis económica. El precio del cobre en las metaleras a lo largo del país es la clave para explicarlo.
Hoy, según diversas fuentes, el kilo del metal se paga hasta 7 mil pesos en depósitos a lo largo del Conurbano.
Los avisos para comprarlo pueden encontrarse fácilmente en las principales plataformas online. Más aún: el precio literalmente se triplicó en un año. En enero de 2023, una metalera de Florencio Varela que publica sus tarifarios en redes sociales ofrecía 1950 pesos por el kilo de cobre. Hoy, en febrero de 2024, aumentó a 6700. La suba fue progresiva. En agosto, por ejemplo, ese mismo kilo se pagaba $4350.
El cobre es el metal más caro de todos. Vale más que el kilo de aluminio, que cotiza apenas 900 pesos en el depósito de Florencio Varela, el metal más fácil de obtener dada la existencia de latas de gaseosa. El acero vale literalmente la mitad, 450 pesos. El cobre, en el mapa del rebusque, desde ya es el más difícil de obtener, con la crisis que distorsiona cualquier evaluación entre riesgo y recompensa.