En una nueva audiencia del juicio contra el ex gobernador de Tucumán José Alperovich por abuso sexual, declaró como testigo la madre de la víctima, quien recordó las sospechas que tuvo mientras su hija trabajaba como asesora del ex senador denunciado: “Sabía que algo estaba pasando y era con José”, dijo María Claudia. También declararon otras cuatro personas ligadas a la víctima que dieron cuenta de su estado físico y mental durante la época de los hechos.
Las declaraciones tuvieron lugar este lunes en la sede del Tribunal Oral Federal 29, donde el juez José Ramos Padilla lleva adelante el proceso que empezó el lunes 5 de febrero y que cuenta con un listado de más de 80 testigos para reconstruir los hechos que se juzgan.
En ese contexto, el tribunal escuchó a María Claudia, madre de la joven F.L., quien denunció haber sido “violentada sexual, física y psicológicamente” por parte de Alperovich desde diciembre de 2017 hasta mayo de 2019, cuando ella trabajaba como asistente y secretaria del entonces senador nacional.
En rigor, la acusación se centra en los supuestos abusos sexuales perpetrados por Alperovich contra la joven, tanto en sus oficinas en Tucumán como en la Ciudad de Buenos Aires. La imputación que se presentó en el juicio sostiene que el ex gobernador cometió estos actos “mediante abuso de poder y autoridad”, generando un sometimiento sexual ultrajante a la víctima.
Bajo ese marco, y según publicó Noticias Argentinas, María Claudia declaró que su hija le contó que un día fue a desayunar a la casa de la madre del tres veces gobernador de Tucumán y la mujer le dijo: “Tené cuidado con este”.
“Sabía que algo estaba pasando y era con José”, recordó de aquellos años, cuando su hija daba muestras de estar “absorbida” por el trabajo al llevar “todo el tiempo el teléfono encima” y exhibir síntomas como la pérdida significativa de su peso y la caída del pelo.
“Cuando ella puede, cuenta porqué estaba como estaba; lo cuenta no solamente a mí sino a la familia. Manifestó todo sin contar detalles porque no es necesario. Es tremendo victimizarla y más siendo madre”, expresó la testigo en una sala de la planta baja del edificio judicial ubicado en la calle Paraguay 1536 de la Capital Federal.
Luego, al referirse a la denuncia presentada por su hija ante la Justicia, la mujer dijo: “Le creo y era una persona que estaba abusada por todos lados y la considero vulnerable”. Además, según informó Télam, la madre de la víctima le dijo al tribunal unipersonal que desde que ocurrieron los hechos F.L. “no volvió a ser la misma persona”.
“Antes de que nos contara, yo me daba cuenta de que ella estaba mal, que le pasaba algo pero jamás me hubiera imaginado que era esto. Lo que sí, ellos (por su hija y el acusado) iban a desayunar siempre a lo de la madre de José -Alperovich-, que un día le dijo a mi hija ‘Tené cuidado con éste que te va a querer...(refiriéndose a un sometimiento sexual)’. Cuando después ella lo contó como una broma, a mí se me instaló la sospecha”, agregó la testigo.
Minutos más tarde describió la relación laboral de su hija con el ex senador como “abusiva”. En esa línea contó que “ella fue desapareciendo de la vida familiar, porque estaba totalmente absorbida”. ”Si él tenía que salir en bicicleta, ella tenía que ir también. Además, ella andaba con su pastillero para darle cada pastilla que tomaba y hasta la mandaba a llevar su saco a la tintorería, a pesar de que había sido contratada para otro tipo de tareas”, expresó.
Luego recordó: ”Mi hija ya no tuvo más un sábado o un domingo de descanso, un día de la madre o feriado. Su vida estaba entregada a esa función, cosa que me parecía un exceso, que no era normal”.
En otra parte de su declaración judicial, la madre de la víctima contó cómo su hija en un determinado momento comenzó a estar “a la defensiva”, ya que “no me miraba a los ojos y parecía que había algo que nos quería decir y no se animaba”. “Estaba extremadamente flaca, se le caía el pelo, se le pusieron feas las uñas y le temblaban las manos. Cualquiera se podía dar cuenta que esa no era ella porque su cuerpo hablaba”, dijo.
Luego confesó que, en un primer momento, cuando la víctima logró “contar a su familia todo lo que estaba pasando”, ella no estuvo de acuerdo con hacer la denuncia. “¿Sabes con quién te metés?”, contó la madre que le preguntó al enterarse de la intención de su hija de recurrir a la Justicia. “Va a quedar en la impunidad, el poder de esa persona, todos los jueces de Tucumán los puso él”, le dijo en ese entonces.
”Hoy siento que lo que ella hizo fue un ‘¡basta!’ gigante, y a partir de esto me he empezado a preguntar yo misma cuántas veces justifiqué o permití situaciones que han sido abusos en mi vida”, expresó después de consignar su admiración por su hija “porque es sumamente valiente y no ha molestado a nadie, ella se hizo cargo de lo que le pasaba y ha buscado a la gente idónea para que la ayude”.
A su término, pasó a declarar una amiga de la denunciante, quien rememoró que en junio de 2018 la víctima les contó a ella y a otras amigas “que había sido violada y acosada varias veces” por el funcionario provincial. También comentó que mucho antes F.L. “había puesto en un chat grupal que tenía miedo de que él entrara a su cuarto, que no se sentía segura” pasando la noche en el departamento de Alperovich de Puerto Madero, donde se estaba alojando de manera momentánea por sus actividades de campaña.
A lo largo de la jornada, la tercera del juicio oral y público, también fueron llamados a declarar -esta vez por videollamada- otra amiga de la denunciante, un periodista al que ella acudió antes de presentar la denuncia y un ex compañero de trabajo vinculado a los equipos de campaña del ex mandatario tucumano. Todos dieron cuenta de los padecimientos físicos y mentales de la víctima durante la época de los hechos.
El debate oral está previsto que se extienda entre tres y cuatro meses y tiene entre sus múltiples testigos al ex gobernador tucumano Juan Manzur. El primer día declaró el acusado, quien negó las acusaciones y afirmó que se trataba de una causa “armada”.
“Soy un hombre de 67 años, esposo, padre y abuelo. ¿Voy a arruinar mi vida a esta edad? Yo no abusé de ella”, manifestó frente a las miradas del fiscal Sandro Abralde, un fiscal auxiliar y la titular de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), Mariela Labozzeta. También seguían sus declaraciones sus defensores Augusto Garrido y Mercedes Rodríguez Goyena.
La víctima, que hizo pública su denuncia -con 29 años- en 2019 a través de una carta abierta donde expresó que su “tío segundo y jefe” fue el responsable de las violaciones a mi integridad física y sexual”, declaró frente al juez en una audiencia a puertas cerradas.
Según las actuaciones, la joven F. L. comenzó a trabajar en la función pública de Tucumán en 2011 y seis años más tarde pasó a ser asistente y secretaria del entonces senador Alperovich. El segundo hecho ocurrió también en Puerto Madero, el 27 de diciembre de 2017, en el departamento de Alperovich. La denuncia sostiene que el 9 de febrero de 2018 Alperovich volvía con su sobrina de un acto de campaña en la localidad de San Pedro de Colalao y allí intentó abusarla. Lo mismo sucedió al día siguiente cuando volvían de Simoca y el 12 de ese mismo mes.
Los hechos más graves ocurrieron durante el mes de marzo de 2018 en la casa que Alperovich tenía en la localidad de Yerba Buena, cuando cometió en cuatro días distintos hechos calificados como de abuso sexual con acceso carnal. La joven renunció el 24 de mayo de 2019.