Once largos días después de quedar retenida y de dormir en la zona de preembarque del Aeropuerto Internacional de Ezeiza sospechada de ser una “falsa turista”, Aigul Riskaliyeva, oriunda de Kazajistán, logró la admisión de la Dirección Nacional de Migraciones (DNA) para ingresar al país.
El permiso de “Desembarco Provisorio” en favor de la mujer de 53 años fue dictado este miércoles por la DNA luego de que el caso se judicializara hasta la máxima instancia penal federal. Tanto el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional 2 de Lomas de Zamora, subrogado por el juez Ernesto Kreplak, como la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata habían rechazado el hábeas corpus presentado por el abogado de la ciudadana kazaja tras considerar que había elementos para que la entidad migratoria sospechara de los motivos de su ingreso al país.
Y es que cuando Aigul llegó el 12 de enero a las 22:25 en un vuelo desde San Pablo comentó a los agentes fronterizos que su intención era visitar a su hija Muldr Abdullayeva, de 32 años, y a su nieto nacido en octubre pasado. Pero su pasaje de regreso era para el mes de abril próximo, y los kazajos sin visa, por un acuerdo entre la República de Kazajistán y la Argentina, solo pueden permanecer en el país como máximo 30 días. Eso encendió las alarmas. Luego, para peor, al chequear el sistema se corroboró que Muldr, en rigor, había ingresado al territorio de manera irregular en julio del año pasado y no contaba con residencia legal.
Con esos elementos la DNA labró un “acta de rechazo”, que la mujer recibió sin entender una palabra del castellano. Desde entonces intervino el abogado Christian Rubilar Panasiuk, quien interpuso un planteo de hábeas corpus donde solicitó su ingreso al territorio nacional “por razones humanitarios” o, en su defecto, que se le devuelva el pasaporte y se la deporte a Brasil “mientras interpone el recurso de reconsideración consular”.
“No existe ningún motivo para no dejarla pasar. Ninguno. El único motivo para no dejarla pasar sería que tenga una causa penal, que no tiene. Eso es lo que establece el derecho internacional”, había dicho Rubilar Pasanisuk a Infobae.
Y en esa misma ocasión refirió: “Una abuelita que viene a conocer a su nieto no es un peligro para la seguridad pública. Ella cometió una serie de errores tontos, pero fácilmente subsanables: vino con un pasaje de vuelta que ya fue modificado. No había pedido de residencia legal para la hija, ya la pedimos. Fueron todos problemas administrativos menores que quedaron solucionados”.
En efecto, cuando saltaron las alarmas en los controles de Migración, Muldr Abdullayeva decidió tramitar el certificado electrónico de residencia precaria para validar su permanencia efectiva en el país. Además, poco después, Aigul cambió su pasaje de vuelta para el 6 de febrero con destino a Estambul, Turquía.
Mientras el caso se debatía en tribunales, la pasajera proveniente de Asia Central vivió en la zona de tránsito de la terminal de Ezeiza, donde una mañana recibió asistencia médica y tuvo que ser hospitalizada por signos de deshidratación. Su hija, incluso, llegó a sacarse un pasaje a Brasil -y no abordarlo- para pasar el día junto a ella.
Pero un giro judicial salió a su favor. El lunes pasado la Sala de Feria de la Cámara Federal de Casación resolvió anular la confirmación del hábeas corpus dispuesta por la Cámara de Apelaciones de La Plata en tanto “las circunstancias que la Dirección Nacional de Migraciones tuvo en cuenta al día de la llegada de Aigul Riskaliyeva al país han variado”.
“Se observa (...) que los elementos descriptos -el nuevo pasaje de Aigul y el certificado de residencia precaria de su hija- fueron oportunamente incorporados al expediente para su valoración por la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata, mas no se desprende que dicho órgano los haya sopesado en su decisión del 18/1/2024, situación que impide considerar a lo resuelto como una derivación razonada del derecho vigente, pues prescinde de extremos que podrían ser relevantes y conducentes para la adecuada solución del caso”, resolvieron los camaristas de la Sala integrada por Ángela Ledesma, Javier Carbajo y Diego Barroetaveña.
Además de la anulación, el máximo tribunal penal del país ordenó remitir el expediente a la Cámara platense para que dicte un nuevo fallo en virtud de las nuevas circunstancias. Eso ocurrió este martes, donde los jueces César Álvarez y José Antonio Michilini resolvieron enviar las actuaciones a la DNA “por intermedio del juzgado de origen” para que, dentro de un plazo de 24 horas, “con las nuevas constancias acompañadas al expediente, adopte una nueva decisión respecto del ingreso a la República Argentina de Aigul Riskaliyeva”.
La nueva decisión se concretó ayer por la mañana, cuando la Dirección Nacional de Migraciones, un organismo descentralizado perteneciente al Ministerio del Interior, le otorgó a la pasajera kazaja un “desembarco provisorio” con el que autorizó finalmente su ingreso al país.
En diálogo con Infobae, el abogado que representó en la Justicia a la mujer retenida durante estos once días dijo que su defendida estaba “muy aliviada e incrédula” y que desde que recibió la noticia “no deja de dar las gracias”.