Mario Valdez salió con su Fiat Punto desde Salvador Mazza, en la frontera salteña con Bolivia, con dirección a Buenos Aires. Casi 400 kilómetros después, a la altura de la localidad de Joaquín V. González -en el sur de Salta-, un control vehicular de la ruta provincial 30 a cargo del Escuadrón 45 de la Gendarmería Nacional lo detuvo luego de comprobar que, ocultos en su baúl, transportaba poco más de nueve kilos de cocaína y dos de marihuana. Tras la solicitud de la fiscalía, la jueza federal de Garantías de feria Mariela Alejandra Giménez imputó al conductor bajo el delito de transporte de estupefacientes y dictó su prisión preventiva.
Según informó el Ministerio Público Fiscal (MPF), el fiscal general Eduardo José Villalba y la auxiliar Roxana Gual dieron cuenta de lo sucedido durante la audiencia de formalización de la investigación penal: el imputado salió de su domicilio en Salvador Mazza y, horas después, por obra de un retén de seguridad ubicado en el kilómetro 1486 fue requisado y detenido.
“Al momento de revisar los papeles del automóvil modelo Fiat Punto que conducía, los gendarmes le pidieron abrir el baúl. En ese momento, sintieron un olor a pegamento que provenía de los paneles laterales, a la altura del sector donde se ubica las herramientas de auxilio mecánico. Ante ese estado de sospecha, y con el control judicial del caso, se procedió a una requisa más profunda, lo que permitió descubrir 19 paquetes de droga ubicados en los paneles laterales del baúl del auto”, publicó este martes el MPF.
El peso total de la carga transportada era de 9,542 kilos de cocaína y 2,156 de marihuana. Con esta información, la fiscalía decidió imputar al hombre por el delito de transporte de estupefacientes, inscripto en la ley de drogas 23.737, promulgada en 1989, cuyo artículo 5° -inciso c- reprime con prisión de cuatro a quince años y multa al que “sin autorización o con destino ilegítimo” incurra en el traslado de estupefacientes.
Para el fiscal Villalba, la imputación en cuestión se debía a “la gravedad del hecho, la logística puesta de manifiesto y el grave daño a la salud pública que representaba la carga que transportaba”. Y bajo esa misma premisa, requirió la prisión preventiva del sospechoso fundada en su “gran movimiento migratorio”, que conlleva -según sus términos- un mayor “riesgo de fuga” y “entorpecimiento procesal”.
También hizo énfasis en la escala penal del ilícito planteado -cuatro a quince años de cárcel-, que impediría la aplicación eventual de una condena de prisión condicional.
Así las cosas, tras la negativa de Valdez a declarar por los hechos que le endilga la acusación, la magistrada Giménez validó la imputación y ordenó la prisión preventiva solicitada. Además autorizó la realización de una batería de peritajes aún pendientes antes de elevar la causa a juicio oral.
Por otro lado, hace poco más de dos semanas -el 6 de enero pasado- el Escuadrón 45 de la Gendarmería secuestró en la misma ruta provincial 30, a la altura de la ciudad salteña de Joaquín V. González, un total de 20 kilos de cocaína escondidos en distintos sectores de un Toyota Corolla, que intentó escapar del control vehicular instalado por la fuerza de seguridad federal por medio de un giro en “U”.
Durante la requisa del auto se hallaron 39 paquetes rectangulares diseminados entre los paneles laterales, el tanque de nafta y el baúl. También se encontraron debajo de la palanca de cambios y dentro de los asientos traseros del vehículo. El narcotest producido sobre la sustancia confirmó la presencia de cocaína por un peso de 20,887 kilos.
Además del cargamento, los agentes de la Sección “Joaquín V. González” secuestraron dos pistolas calibres 54 mm y 9 mm junto con 21 municiones. El conductor quedó detenido y en la causa intervino la Unidad Fiscal de Salta.