La fiscal Betina Lacki le pidió esta tarde información al Senado bonaerense, a cargo de Verónica Magario, sobre un total de 39 personas que formarían parte de otro circuito de recaudación ilegal, que funcionaba en paralelo al que tiene como protagonista a Julio “Chocolate” Rigau, abastecido con contratos de la Cámara de Diputados.
Esas 39 personas (21 hombres y 18 mujeres) fueron identificadas por el Banco Provincia tras un análisis de las cámaras de seguridad de los cajeros automáticos que frecuentaba Rigau. Las imágenes revelaron que el puntero del PJ se cruzaba con un hombre y una mujer que también retiraban dinero con tarjetas de débito ajenas. En un principio, se habló de 33 personas involucradas, pero ahora la fiscal pidió datos de 39.
Lacki quiere saber si esas personas trabajan en el Senado. En ese caso, también reclamó que le manden “copia de los contratos de locación de servicios y legajo personal de cada uno de ellos desde su ingreso”. Algo similar había solicitado al comienzo de la investigación con los 48 “empleados” de la Cámara de Diputados que le entregaban sus tarjetas a Rigau.
En el “tour” que realizaba por los cajeros de La Plata, el puntero del PJ se cruzó varias veces con un hombre y una mujer que hasta ahora no pudieron ser identificados. Las cámaras de seguridad revelaron que hubo un contacto el 18 de agosto, a las 5:30 de la madrugada, en el cajero de la calle 47. De las imágenes se infiere que se conocían. “Pasado un minuto del inicio del video se advierte que arriba al lugar Julio Segundo Rigau, circunstancia ante la cual el sujeto del sexo masculino se inclina hacía atrás y mira hacía el nombrado, en un gesto que puede interpretarse como un saludo”, detalló la fiscal Lacki en un dictamen.
No fue la única vez que se cruzaron. También hay registros del 17 de agosto y del 11 de agosto. En todos los casos hay un intercambio de miradas y de gestos.
El 5 de septiembre, cuatro días antes de la detención, Rigau se volvió a cruzar con ese hombre y esa mujer en el cajero de Plaza San Martín. En ese caso hubo un intercambio de saludos. La pareja se retiró del lugar a las 06:04 pero “Chocolate” estuvo sacando dinero hasta las 07:19.
El 12 de diciembre, la fiscal recibió un informe del Banco Provincia que reveló que esa misteriosa pareja manipulaba tarjetas de 39 supuestos empleados del Senado bonaerense. Lacki analizó esa información y ahora activó los pedidos de informes. Además del Senado, le mandó un oficio al Banco para conocer el domicilio de cada uno. Todo indica que sería el primer paso antes de citarlos a declarar.
La jugada también indica que la fiscal no tiene previsto abrir otra investigación paralela sobre los “ñoquis” del Senado, al menos en el corto plazo, como especulaban algunas de las defensas involucradas en la causa de Rigau.
El expediente hasta ahora tiene tres detenidos que se encaminan al juicio oral: Rigau, el ex concejal Facundo Albini y su padre, Claudio Albini. A fines de diciembre, el juez Guillermo Atencio ordenó la prisión preventiva de los Albini, aunque esa medida ya fue apelada por su abogado defensor, Gustavo Galasso, ante la Cámara de La Plata. No habría novedades hasta febrero.
La defensa de Rigau, en tanto, apunta a conseguir la prisión domiciliaria. Tampoco habría novedades durante la feria de enero porque antes se realizará una pericia médica, prevista para la primera semana de febrero.
Claudio Albini ingresó a la Legislatura bonaerense en enero del 2000, cuando la provincia de Buenos Aires era comandada por Carlos Ruckauf. Su primer contrato, a pedido del bloque del PJ, llevaba la firma del entonces presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Ferro, y del vice, Alejandro Mosquera.
Pasó más de una década hasta que logró comandar el área de Personal, al menos en los papeles. En diciembre de 2015, tras el triunfo de María Eugenia Vidal en la Provincia, fue nombrado como Director de esa área estratégica. Tampoco duró mucho en ese cargo: en enero de 2017 pasó a la Subdirección de Personal, un cargo que depende directamente de la Secretaría Administrativa. La última resolución con su nombre lleva la firma de Manuel Mosca, por entonces presidente de la Cámara.
Actualmente ya no cobra su sueldo en la Legislatura, según pudo saber Infobae.
Al momento de pedir la detención de Claudio Albini, la fiscal Lacki mencionó varias conversaciones del puntero donde lo ubicaban como el supuesto receptor de las recaudaciones.
Albini no solo era aludido en los chats sino que su firma, como subdirector de Personal de la Cámara de Diputados, aparece en varios partes de recepción de las tarjetas de débito que utilizaba Rigau para retirar dinero. La defensa de Albini quiere que la Cámara de Diputados informe quiénes recibieron las otras tarjetas.
A diferencia de su padre, cultor del bajo perfil, Facundo Albini tenía decenas de mensajes con Rigau y era muy activo en las redes sociales, donde publicaba fotos junto a los máximos referentes del Frente Renovador.
En las últimas elecciones, renovó su banca por la lista que encabezó Julio Alak. Pero el escándalo de “Chocolate” terminó abruptamente con su carrera política y presentó la renuncia.