El Gobierno recibió un expreso pedido de la Justicia Federal para que se le quite la condición de refugiado y proceda a expulsar a Faeedi Masood Y.S., el joven iraquí que había sido arrestado el 19 de octubre en la puerta de la Embajada de Israel, en el microcentro porteño, con un documento presuntamente falso, revelaron a Infobae fuentes del caso. Hasta la semana pasada, el joven estuvo detenido, pero el Tribunal Oral Federal 7, que recibió el expediente para juzgarlo, hizo lugar a un pedido de la defensa para excarcelarlo. Ahora, está libre, con una tobillera electrónica, pero en Comodoro Py siguen investigando sus teléfonos bajo la sospecha de actividades terroristas.
En ese marco es que llegó esta semana información clave desde el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (Homeland Security). Y allí se reveló que el joven trabajó en el aeroparque internacional de Erbil, en la región kurda, que tiene antecedentes por migración usando documentación fraudulenta, y que ingresó a Brasil en julio del 2022 con documentación dominicada presuntamente falsa. El reporte también detalló que se le adjudica la utilización de pasaportes franceses y vinculaciones con una organización de tráfico ilícito de personas vinculadas al movimiento kurdo en Europa y en Estados Unidos.
Todo esto consta en una carta que el fiscal Guillermo Marijuan le envió al ministro del Interior Guillermo Francos, quien por su cartera tiene a su cargo la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Nacional para los Refugiados (CONARE). Tras relatar los antecedentes, Marijuan subrayó que Faeedi ingresó al país con documentación francesa falsa. Por eso, le pidió a Francos que se reevalúe su condición de refugiado y su posterior expulsión, revelaron las fuentes consultadas por Infobae.
Faeedi llegó al país el 6 de agosto de 2022 y fue detenido dos días más tarde cuando intentó abordar un avión con destino a Amsterdam, usado un pasaporte francés falso. En ese contexto pidió refugio en la Argentina. Frente a eso, quedó sobreseído en la investigación penal y la Dirección Nacional de Migraciones le dio la residencia temporaria por dos años, con un DNI. Fue el 18 de julio del 2023, día del 29 aniversario del ataque a la AMIA. Desde entonces, vivía en hotel en la zona de Palermo. No tenía trabajo y su familia le enviaba dinero mensualmente.
Pero terminó detenido el 19 de octubre, a las 16:15 horas, frente a la sede de la Embajada de Israel, sobre la Avenida de Mayo al 700, sede de esa casa diplomática desde que una bomba voló en 1992 el edificio de Arroyo y Suipacha y provocó la muerte de al menos 22 personas. Los edificios vinculados a la comunidad judía habían reforzado su seguridad desde el brutal ataque de Hamas en Israel el 7 de octubre.
Según la denuncia, el acusado se encontraba “realizando movimientos sospechosos, mientras hablaba por teléfono aparentemente en idioma árabe, mirando al personal policial y hacia el edificio donde se encuentra la citada sede diplomática, en razón de lo cual fue interceptado y activado el protocolo establecido por la embajada”. Cuando lo identificaron, advirtieron que había tenido una causa anterior en el juzgado federal de Lomas de Zamora por falsificación de su pasaporte. También tenía un DNI argentino.
Faaedi aseguró que lo estaban deteniendo por ser una persona árabe en cercanías de una embajada israelí y afirmó que estaba ahí porque había ido a comprar un pasaje a Aerolíneas Argentinas porque quería viajar a Brasil. La jueza María Eugenia Capuchetti dictó el procesamiento por falsificación de documento agravado, pero la defensa oficial apeló esa decisión. A fines de noviembre, la Cámara Federal confirmó la decisión de la jueza y ordenó llevar adelante una serie de diligencias para profundizar la investigación: pidió saber qué tipo de “acompañamiento” le da el Estado a las personas que asumen esa condición y cuál fue el criterio para considerar refugiado a este detenido.
Mientras tanto, la jueza esperaba los resultados de las conversaciones que el sospechoso mantuvo en distintos idiomas en su teléfono. Por orden de la Cámara, la jueza también dispuso requerir al Ministerio Público que “manifieste si advierte la posibilidad de ampliar el objeto procesal en esta causa”. Y fue entonces que Marijuan pidió avanzar sobre la hipótesis de actividades terroristas. La defensa volvió a pedir la libertad, pero antes de que la Cámara Federal se volviera a pronunciar desistió del recurso y el caso fue elevado a juicio. Solo por el pasaporte. Le tocó al Tribunal Oral Federal 7 en los últimos días del 2023.
La defensa intentó un nuevo pedido de libertad. La fiscal Fabiana León, que canceló sus vacaciones por esta causa, se opuso: subrayó que todavía faltaba analizar el detalle de los teléfonos del acusado, algo que se había complicado porque tenía comunicaciones en diferentes idiomas. También subrayó la declaración de un testigo que escuchó a Faeedi “jactarse de haber ayudado a otras tres personas” a cruzar fronteras con documentos adulterados. Pero sobre todo la falta de arraigo y la decisión de querer abandonar el país, cuando precisamente estaba refugiado.
Tanto el juez Fernando Canero como Enrique Méndez Signori se pronunciaron por la excarcelación. Descartaron un peligro de fuga porque sus documentos están retenidos o la posibilidad de que el imputado pueda entorpecer la investigación. E hicieron hincapié en los informes del Departamento de Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA) de la Policía Federal que indicó que el iraní no tenía antecedentes en interpol o las bases de financiamiento del Consejo de Seguridad de la ONU. El juez Germán Castelli, en tanto, votó en disidencia. Dijo que la circunstancias que rodearon la detención del iraquí pusieron en crisis su condición de refugiado y subrayó que la investigación aún estaba en curso, según el propio informe de la policía.
Desde hace una semana, Faaedi está en libertad monitoreado con una tobillera con GPS. Pero en el juzgado de Capuchetti y la fiscalía de Marijuan siguen avanzando sobre la nueva hipótesis planteada. A la espera del analisis total de los teléfonos, llegó la información de Homeland. Y sobre esa base Marijuan le envió un escrito al Gobierno de Milei para que reevalúen su condición de refugiado. Es que, mientras sea refugiado, no puede ser expulsado del país.